¿Te imaginas tener un frigorífico que no consume nada de electricidad para conservar frutas, verduras y otros alimentos? Lo cierto es que existe un invento que hace exactamente esto, y aunque no está pensado para reemplazar a las clásicas neveras en los hogares, es una prueba de que uno de los electrodomésticos que más energía consumen también pueden ser sostenibles. Se llama Tony, y es una especie de refrigerador modular hecho a base de arcilla que funciona sin electricidad y permite generar temperaturas de entre 13 y 17 °C.
Tony ha sido creado por la inventora y diseñadora industrial Lea Lorenz, y está inspirado en los tradicionales enfriadores de jarra de arcilla. Este refrigerador, de hecho, está compuesto de este material por su porosidad y capacidad de absorber agua, aunque la cerámica está trabajada con una técnica llamada Raku, que consiste en la quema de la arcilla a una temperatura de unos 1000 grados.
El frigorífico, además, cuenta con diferentes compartimentos, que a su vez tienen un recipiente para almacenar los alimentos, y una base que sirve como depósito de agua. Tan solo es necesario colocar cada parte en un estante y verter agua fría en el recipiente para que el producto comience a hacer efecto. Según comenta la creadora, “la arcilla porosa Raku absorbe el agua del tanque y, a medida que se evapora en las paredes del recipiente de comida, enfría el interior entre 13 °C y 17 °C”.
No solo el refrigerador es sostenible, también su producción
Si bien el refrigerador permite ahorrar una cantidad considerable de energía, puesto a que no necesita electricidad, no solo el dispositivo en sí es sostenible. También lo es su producción, así como la extracción de materia prima. Lorenz, de hecho, afirma que ninguno de los procesos para crear esta especie de frigorífico liberan sustancias nocivas para el medio ambiente.
Ni la producción de Tony, ni la extracción de la materia prima, ni el uso del producto liberan sustancias nocivas para el medio ambiente. Experimentos intensivos con varios tipos de arcilla durante la preparación han demostrado que la mezcla de raku, arcilla y arena absorbe mejor el agua del tanque de agua y produce el efecto de enfriamiento óptimo. Después de la producción, las calderas de arcilla se cuecen a la temperatura más baja posible, 1000 grados, para consumir el mínimo de energía.
Otro dato curioso es que el refrigerador Tony es reutilizable. Es decir, si uno de los compartimentos se rompe o se daña, se pueden reciclar moliéndolos “hasta convertirlos en arcilla refractaria y reintegrándolos en la arcilla para la producción de nuevos refrigeradores”.