Las manifestaciones en España contra la amnistía de Cataluña han dado lugar a una nueva teoría conspirativa: te pueden interceptar el móvil si tienes el WiFi o el Bluetooth activo. En grupos de Telegram, por ejemplo, se han viralizado mensajes a través de los que se insta a las personas a desactivar ambas opciones de conectividad de sus smartphones antes de acudir a las marchas, como un método de evadir un posible espionaje.

"Id con el WiFi y Bluetooth del móvil desactivados, así evitáis gran parte del software de interceptación", se puede leer en una captura de pantalla. La realidad, sin embargo, es que se necesita bastante más que eso para interceptar un móvil.

Esto no significa que no exista software espía capaz de infiltrarse en tu móvil del modo menos pensado. El escándalo de Pegasus ha sido una prueba cabal de ello. No obstante, creer que alguien podrá acceder a tu teléfono móvil por el simple hecho de acudir a una manifestación con el WiFi o el Bluetooth carece de sentido.

Distinto es el caso si hablamos de métodos para conocer donde está (o estuvo) una persona. Ahí sí pueden jugar un papel crucial las señales Bluetooth, por ejemplo. No obstante, lo más probable es que, si alguna autoridad intenta rastrear tu localización, lo haga mediante la triangulación de la señal procedente de las antenas de telefonía, un método mucho más efectivo. Para ello, eso sí, es necesario una orden judicial. De lo contrario, las operadoras –quienes tienen el control de las antenas–, se opondrán a proporcionar tal información.

Por qué dejar el WiFi y el Bluetooth activo no son suficientes para interceptar tu móvil

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Está bien ser prudente y buscar la mejor forma de proteger la privacidad de uno mismo y sus familiares o seres queridos. El problema es que, en este caso, se mezclan mitos con realidades.

Si alguien quisiera adentrarse en un dispositivo móvil, tendría a su disposición métodos y momentos mucho más efectivos y cómodos para hacerlo que. Por ejemplo, podría esperar a que el objetivo del hackeo se conectase a redes públicas o compartidas, como las que encontramos en un parque, un aeropuerto o un café.

Hoy en día existen aplicaciones para escanear redes y ver qué dispositivos están conectados a ellas. Esto permite conocer marca y modelo de los mismos, así como su versión de sistema operativo. Y en algunos casos hasta la dirección MAC del equipo o el nombre de su dueño. Un actor malicioso, con esta información, podría buscar puertos abiertos y, a partir de allí, tratar de ganar acceso.

Pero, como ven, aquí estamos hablando de una cuestión completamente diferente. Se habla de llevar simplemente el Wi-Fi o el Bluetooth encendido. No de acceder a una Wi-Fi pública o conectarse a un dispositivo Bluetooth desconocido. Por lo tanto, si tienes miedo de que alguien pueda interceptar tu móvil al acudir a la manifestación, permanece en calma. No es posible hacerlo solo por dejarlo con el WiFi o Bluetooth encendido.

Los peligros del espionaje son reales, pero no hay que dejarse llevar por cualquier teoría conspirativa a media cocción. Corres más riesgo por usar un cargador público que por no desactivar las opciones de conectividad inalámbrica en tu móvil.