La Asociación de Afectados por Fármacos de España (ADAF) ha denunciado a Sanidad por la gran cantidad de personas afectadas gravemente por los efectos secundarios del Nolotil. Desde esta agrupación insisten en que el fármaco, cuyo principio activo es el metamizol, está prohibido en muchos países, como Francia, Reino Unido y Suecia y que en España se debería actuar en consecuencia.

Sin embargo, si este fármaco sigue siendo legal hasta el momento en España es porque, entre los españoles, los beneficios superan claramente a los riesgos. El problema es que uno de los efectos secundarios del Nolotil, llamado agranulocitosis, es más común en personas del norte de Europa y Reino Unido. Se cree que puede deberse a causas genéticas, aunque estas no están del todo claras. Lo que ocurre es que cada vez hay más británicos que vienen a España, ya sea como turistas o para pasar sus años de jubilación. Entre ellos, se disparan los casos de agranulocitosis, y eso, lógicamente, despierta miedo e inseguridades entre el resto de consumidores.

Habrá que ver cuáles son las medidas que se toman desde la Agencia Española del Medicamento y los Productos Sanitarios (AEMPS) para responder a la demanda. Desde la ADAF señalan que no descartan pedir la prohibición del Nolotil. Al menos, solicitan que se deje de prescribir a personas de los países en los que sus efectos son más graves. Y también que aumenten las campañas de concienciación a la población sobre sus efectos. Pero, llegado el caso de que s prohiba, ¿estaríamos perdiendo una buena herramienta contra el dolor en el marco de la sanidad?

¿Para qué sirve el metamizol?

Antes de hablar de los efectos secundarios del Nolotil, es importante tener claro para qué sirve.

Nolotil es su nombre comercial. El fármaco en cuestión es el metamizol, perteneciente al grupo de los antiinflamatorios no esteroides (AINEs). Su eficacia contra el dolor se basa en la inhibición de las prostaglandinas, unas sustancias con múltiples funciones, que también intervienen en las respuestas inflamatorias y el dolor.

Los hacen principalmente promoviendo la vasodilatación que permite la permeabilidad de células inmunitarias, como los leucocitos, y también estimulando las terminaciones nerviosas asociadas al dolor. Esto, a bote pronto, es necesario, ya que el dolor es una respuesta útil, que indica a nuestro organismo que algo no va bien y que debe actuar en consecuencia. Por ejemplo, si no sintiéramos dolor al tocar un hierro ardiendo, no lo soltaríamos inmediatamente y la quemadura resultante sería muy grave.

El problema es que ese dolor a veces es demasiado intenso, por lo que son necesarios los fármacos analgésicos. Aquí entra en juego el metamizol, al igual que otros inflamatorios no esteroideos. Se utilizan para casos de dolor agudo, nunca para crónico. Precisamente porque los efectos secundarios del Nolotil no permitirían un tratamiento largo.

Este no debe ser de más de 7 días y siempre prescrito por un médico. No es un fármaco de venta libre, de manera que, al menos en España, no puede adquirirse sin receta. De este modo, se evitan en la medida de lo posible los casos de agranulocitosis. Los beneficios, como potente analgésico, superan a los riesgos si todo se hace bien. Pero, con los cambios que está experimentando la población española, todo podría modificarse.

El más preocupante de los efectos secundarios del Nolotil

La agranulocitosis es una caída brusca del número de glóbulos blancos en la sangre, que propicia el desarrollo de infecciones y puede generar la muerte por sepsis. Se calcula que ocurre en 1 de cada 10.000 casos. Es precisamente el motivo por el que se suele recomendar que, en caso de ser necesario alargar el tratamiento con metamizol, se hagan analíticas regularmente a los pacientes.

Ahora bien, todo esto es aplicable a la población española. En otros países, como Reino Unido, los casos de agranulocitosis son mucho más frecuentes. Por este motivo, en 2018 hubo una polémica en torno al Nolotil tras la muerte de 10 turistas británicos a los que se les había prescrito el fármaco en nuestro país. 

Los casos han seguido sucediéndose, aunque quizás no de una forma tan brusca como aquel año, y las asociaciones de afectados no han podido más. 

efectos secundarios del nolotil
Mapa sobre las restricciones del metalizo en el mundo. En los países en rojo está totalmente prohibido, en los naranjas se permite, pero con muchas restricciones. En los de color turquesa la venta es libre, con restricciones limitadas, en el azul intermedio no hay datos sobre restricciones y en el azul oscuro solo se puede vender con receta y hay limitaciones, pero menos estrictas que en el naranja. Sobre los grises no hay información. Crédito: Arthur Fragoso (Wikimedia Commons)

¿A qué se debe todo esto?

No se sabe con seguridad a qué se debe esta variación geográfica en los efectos secundarios del Nolotil. Lógicamente, se sospecha que debe haber un alto componente genético, de ahí que se hayan puesto en marcha muchos estudios para dar respuestas en esta línea. La mayoría se centran en el análisis de polimorfismos de un solo nucleótido (SNPs). Es decir, variaciones genéticas en las que generalmente solo varía una de las letras que componen el código de nuestro ADN. Se sabe que estas variaciones pueden afectar a la respuesta de un individuo frente a una infección o un fármaco y que a menudo están conservadas en puntos concretos del planeta.

Pero todavía no hay respuestas. Será necesario volver analizar los perfiles de seguridad del fármaco. Hasta que esto se haga, el Nolotil sigue siendo legal, siempre que lo paute un médico. En ese caso, este hará el seguimiento y no debería haber nada que temer. Aun así, lógicamente, si se experimentan síntomas como fiebre, escalofríos o aparición repentina de llagas en la boca y dolor de garganta, entre otros síntomas comúnmente asociados a una bajada de defensas, se debería consultar al facultativo cuanto antes.

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