Bungie dio la cara y pidió una disculpa a sus usuarios. Tras la oleada de despidos y el retraso de Marathon y el DLC de Destiny 2, el estudio publicó una entrada en su blog en donde detalla el camino a seguir. El equipo de desarrollo del popular shooter prometió que trabajarán duro para recuperar la confianza de los jugadores.
“Queremos agradecer los comentarios y las inquietudes que tienen sobre Lightfall y las temporadas recientes, así como su respuesta a la revelación de The Final Shape”, mencionó Bungie. “Destiny necesita sorprender y deleitar. No hemos hecho esto lo suficiente y eso va a cambiar”. El estudio está consciente de que su última expansión fue decepcionante, por lo que ajustarán la estrategia para el próximo DLC.
El equipo de Destiny 2 buscará que The Final Shape sea una experiencia inolvidable, algo que esté a la par junto con los mejores juegos que han creado. Aunque es difícil saber si esta expansión superará a Halo Reach, el equipo quiere que esté a la par de Forsaken, The Witch Queen y The Taken King. Para ello, Bungie echará mano de 650 empleados para desarrollar un capítulo que culmine de forma adecuada los últimos diez años.
Aunque The Final Shape no verá la luz pronto, Bungie prometió que ofrecerá más detalles sobre su estrategia a corto plazo en las próximas semanas. Antes de revelar la visión sobre la expansión, el estudio lanzará su última temporada a finales de noviembre.
Bungie y el difícil camino para recuperar a sus jugadores
La situación de Bungie es complicada si consideramos que el estudio no ha gozado de una buena gestión. Pese a que el estudio prometió que no realizaría despidos tras ser adquiridos por PlayStation, hace unos días se confirmó un recorte de personal. Más de 100 trabajadores, incluido el afamado compositor de Halo y Destiny, Michael Salvatori, perdieron su empleo.
Aunque se rumorea que los despidos de Bungie estarían relacionados con la reestructuración de PlayStation, lo cierto es que los problemas vienen de tiempo atrás. La falta de claridad en su modelo de juego como servicio (GAAS), así como la estrategia sobre el contenido han generado polémica entre los jugadores de Destiny 2. Una de las decisiones más cuestionables ha sido remover los DLC que los usuarios pagaron, como Forsaken o Curse of Osiris.
La temporada 23 y la expansión The Final Shape tendrán la difícil tarea de recuperar a un público que ha perdido la confianza. Bungie sabe que el contenido es clave para un juego de este tipo, por lo que dejará atrás las temporadas y apostará por un esquema de episodios.
“Es un gran cambio en lo que hemos estado haciendo. En lugar de tener cuatro temporadas al año, tendremos tres episodios más grandes”, mencionó Robbie Stevens, director de juego adjunto en Destiny 2. Los primeros tres — Echoes, Revenant y Heresy — llegarán tras The Final Shape y se enfocarán en las consecuencias y secuelas de la expansión.
Destiny 2 es un juego, no una obligación
Bungie tiene claro que debe sorprender a sus usuarios, y para ello tiene que recordar que Destiny 2 es un juego y no una obligación. Existen otros títulos en el mercado y los jugadores tienen obligaciones más allá de pasar horas frente al monitor. No solo es necesario crear un entorno para quienes se alejan por días o semanas, sino hacer un juego menos hostil para el jugador nuevo.
Algunos esperan que la Temporada 23 tenga un efecto similar a lo que ocurrió con Halo: Infinite a inicios de octubre. 343 Studios corrigió los fallos y trajo de vuelta a un porcentaje considerable de jugadores que perdieron la fe tras el lanzamiento.