American Airlines firmó un acuerdo con una empresa financiada por Bill Gates para enterrar miles de toneladas de dióxido de carbono. La aerolínea busca reducir el impacto ambiental y para ello se apoyará en una nueva tecnología que encapsula y almacena los gases en contenedores especiales bajo tierra hasta por 1.000 años.
Graphyte, una startup de eliminación de carbono financiada por el cofundador de Microsoft, ha desarrollado un medio asequible para eliminar y almacenar el CO₂. La empresa utiliza un proceso llamado Carbon Casting, que recolecta la biomasa de los residuos de cultivos y de madera disponibles, los seca y empaqueta en bloques del tamaño de un ladrillo antes de enterrarlos. El método aprovecha el poder de la fotosíntesis al capturar gran parte del carbono en los desechos vegetales.
El primer paso es secar la biomasa para eliminar los microbios y el agua, lo que detiene la descomposición y evita que el gas escape. Posteriormente, se condensa en bloques densos y se recubren con una barrera de polímero que garantiza que no se reinicie la descomposición. Graphyte cuenta con instalaciones que monitorean los bloques de carbono a través de sensores y asegura una durabilidad de hasta 1.000 años.
La empresa firmó un acuerdo con American Airlines para almacenar 10.000 toneladas de dióxido de carbono a principios de 2025 en su planta de Arkansas, Estados Unidos. La aerolínea pagará 100 dólares por tonelada, un coste que representa apenas una fracción de lo que cobran otras empresas que utilizan maquinaria compleja y ventiladores para separar el CO₂ de otros gases.
American Airlines y otras aerolíneas producen millones de toneladas de CO₂ cada año
De acuerdo con la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA), la aviación contribuye con alrededor del 2 % de las emisiones globales de carbono. El combustible de los aviones produce gases de efecto invernadero que contribuyen al calentamiento global cuando se liberan en la atmósfera. Tan solo en 2022, American Airlines produjo un estimado de 49 millones de toneladas métricas de CO₂.
La aerolínea tiene intenciones de alcanzar las cero emisiones para 2050, por lo que ha invertido en diversos métodos para reducir la huella de carbono. Sumado al uso de aviones más eficientes y combustible sostenible, American Airlines está pagando por bonos de carbono. Este mecanismo se estableció en el Protocolo de Kyoto y permite a la empresa la emisión de una tonelada de CO₂ o su equivalente.
“Las industrias difíciles de reducir, como la aviación, necesitarán créditos de carbono de alta calidad, permanentes, asequibles y escalables (incluidas las eliminaciones) para lograr nuestros objetivos de reducción de emisiones”, dijo Jill Blickstein, directora de sostenibilidad en American Airlines. Por su parte, Barclay Rogers, director ejecutivo de Graphyte, declaró que su tecnología tendrá un impacto significativo en la lucha contra el cambio climático.
Esta será la primera implementación a escala comercial de Carbon Casting y servirá para medir la viabilidad de esta nueva tecnología. Graphyte no solo necesita asegurar clientes, sino contar con suficientes fuentes de desechos vegetales para eliminar las emisiones.