Las personas que suelen marearse en los viajes saben bien que deben elegir los asientos delanteros del coche o evitar la parte de atrás del autobús. Sin duda, el mareo por movimiento, conocido también como cinetosis, es mucho más intenso en estos lugares de los medios de transporte, ¿pero a qué se debe?

Para responder a esta pregunta, primero hay que recordar a qué se debe el mareo por movimiento. Este, a grandes rasgos, es la respuesta de nuestro sistema nervioso central a una recepción confusa de señales. Simultáneamente, llega información procedente de nuestras extremidades, que indica que estamos parados, de los ojos, que ven la imagen quieta del interior del vehículo o el autobús, y del sistema vestibular, que señala que nos estamos moviendo. Este es un sistema ubicado en el oído interno, responsable de la percepción de movimiento y el mantenimiento del equilibrio. Y claro, en este caso es el que genera el conflicto.

Si nuestro sistema nervioso recibe señales confusas, puede desencadenar una respuesta en forma de malestar digestivo, disminución de la temperatura corporal y mareo. El famoso mareo por movimiento. De este modo, el cerebro nos avisa de que algo va mal e intenta equilibrar las señales. No todas las personas son igual de propensas, pues cada uno tenemos un umbral diferente al cual una misma señal sensorial genera respuestas en consecuencia.

Las personas que suelen tener mareo por movimiento tienen un umbral muy bajo con respecto a las señales del sistema vestibular. De hecho, se suelen marear también en otras situaciones, como andar en una cinta de correr. La parte buena es que hay ciertas cosas que se pueden hacer para prevenir o minimizar la cinetosis y una de ellas pasa precisamente por seleccionar bien en qué parte del autobús o el coche nos sentamos.

¿Qué ocurre en la parte de atrás del autobús y del coche?

Ya hemos visto que el mareo por movimiento se da cuando las señales procedentes del sistema vestibular, la vista y los músculos entran en conflicto. Ese conflicto se da cuando percibimos un movimiento que no vemos. Por lo tanto, cuanto mayor sea el movimiento percibido, más intenso será el mareo.

En el asiento de atrás de un coche no vemos tanto la carretera. La vista, en general, capta la imagen del interior del vehículo, totalmente quieta. En el autobús pasa lo mismo. Podemos mirar por la ventanilla, pero, en general, si estamos en la parte de atrás del autobús, será más difícil ver imágenes en movimiento, que se correspondan con lo que recibe el aparato vestibular. Pero, además, justo en la parte trasera se percibe mucho más movimiento por la inercia del vehículo. Si a eso le sumamos que sobre las ruedas hay más vibración, sentarnos en la parte de atrás del autobús, encima de una rueda, es una malísima idea si solemos tener mareo por movimiento.

mareo por movimiento
En el asiento de atrás no se ve la carretera, pero tampoco se debe sacar la cabeza por la ventanilla. Crédito: Benjamin Voros (Unsplash)

Las soluciones para el mareo por movimiento

Ya hemos visto que, para evitar el mareo por movimiento, es buena idea sentarse en la parte delantera de los vehículos.

También debemos evitar leer o mirar pantallas, pues las señales que enviará a nuestro cerebro el sentido de la vista serán aún más confusas. Y, por supuesto, existe la opción de los fármacos.

El fármaco más usado

De las opciones farmacológicas posibles, la que más se utiliza, de venta libre en farmacias, es la Biodramina, cuyo principio activo es el dimenhidrinato. Se trata de un antihistamínico sistémico o, lo que es lo mismo, un antihistamínico que actúa sobre todo el organismo, no específicamente en un aparato o sistema del mismo. 

Los antihistamínicos suelen relacionarse con el tratamiento de las alergias, ya que las histaminas a las que inhiben tienen un papel muy importante en las respuestas alérgicas generadas por el sistema inmunitario. Pero también tienen otras funciones. Por ejemplo, algunas histaminas funcionan como neurotransmisores, facilitando el transporte de señales entre neuronas. Por lo tanto, dado que el mareo por movimiento está provocado por un exceso de información contradictoria circulando a través de las neuronas, puede ser beneficioso poner algo de freno a todo ese tráfico.

El problema es que, si bien la biodramina es totalmente segura, puede generar efectos secundarios, como mucha somnolencia. Esto se puede solucionar añadiendo cafeína a la receta, pero es un paso que podría evitarse con otros fármacos, como los que podrían diseñarse a partir de los resultados de un nuevo estudio, realizado por científicos de la Universidad Autónoma de Barcelona.

Estos investigadores han encontrado las neuronas en las que se genera el mareo por movimiento y han visto cómo actuar específicamente sobre ellas mediante fármacos.

Para llegar a esta conclusión, primero comprobaron si se podía provocar mareo en ratones. Los introdujeron en tubos de plástico, unidos a cordones giratorios, y después se comprobó su respuesta. No querían comer, probablemente por la sensación de mareo, y su temperatura corporal bajó notablemente. Cualquiera que suela sufrir cinetosis conoce los sudores fríos que se relacionan con esa bajada de temperatura. 

Una vez comprobado que podían ser un buen organismo modelo, se probó a inhibir de uno en uno varios grupos de neuronas asociados al sistema vestibular. En cada caso, se repetía el giro en el tubo y se comprobaba si los ratones seguían mareados.

La proteína que lo cambia todo

Con este experimento, vieron que al inactivar un grupo de neuronas concretas se detenía el mareo. Estas neuronas se diferencian de otras en que en ellas se expresa específicamente el gen que codifica una proteína llamada VGLUT2. Es decir, aunque todas las células de nuestro cuerpo tienen las instrucciones para sintetizar esa proteína, las únicas que las utilizan y la sintetizan son esas neuronas.

Se vio también que la activación artificial de esas neuronas en ratones en reposo generaba síntomas similares a los del mareo por movimiento. Y, además, se observó que, de todas esas neuronas, las que más se asociaban a los síntomas eran aquellas que contenían un receptor llamado CCK-A. 

Por lo tanto, un fármaco capaz de bloquear este receptor podría interferir en la acción de VGLUT2 y evitar la cinetosis. Lo probaron también en ratones y los resultados fueron muy positivos.

Por eso, en el futuro ese fármaco podría ser la alternativa perfecta a la biodramina. Y es que, al contrario que el dimenhidrinato, este medicamento actuaría de una forma muy específica, evitando síntomas indeseados, como la somnolencia.

Aunque bueno, son síntomas indeseados para algunos. Porque una buena siesta en el transporte público no le hace daño a nadie. Sobre todo si vas en la parte de atrás del autobús y eres propenso al mareo por movimiento.