Un grupo de científicos internacionales inició el primer estudio para evaluar si hubo algún impacto ambiental luego de la liberación de agua de la planta nuclear de Fukushima, en Japón. La investigación corre por cuenta del organismo de control nuclear de la ONU y comenzó con la recolección de muestras de peces en la zona este jueves.
El gobierno japonés activó en agosto la liberación controlada del agua de Fukushima al océano pacífico. Un terremoto en 2011 provocó un tsunami en la costa noreste del país, que generó varias explosiones en la planta nuclear, liberando parte de su combustible radiactivo. Más de un millón de toneladas métricas de agua quedaron contaminadas dentro de sus instalaciones.
Por eso, durante todos estos años, esta agua ha sido tratada para eliminar la mayor parte de los contaminantes. La liberación del agua es parte del plan para desmantelar de manera definitiva esta planta.
Japón ha insistido en que la medida no representa ningún riesgo. Su plan, además, cuenta con el aval de la Agencia Internacional de Energía Atómica (OIEA), el organismo de control la ONU que hoy está coordinando los primeros estudios de impacto ambiental.
«El gobierno japonés ha solicitado que hagamos esto y una de las razones por las que quiere que lo hagamos es para tratar de fortalecer la confianza en los datos que Japón está produciendo», dijo Paul McGinnity, un científico investigador de la OIEA que supervisa la recolección de muestras, a Reuters.
La contaminación de peces, una de las grandes preocupaciones sobre Fukushima
A pesar de que la ONU avala el operativo, varios gobiernos y organizaciones han manifestado su preocupación. Entre ellos, China, que restringió todas las importaciones de productos marinos de Japón por temor a la seguridad alimentaria. Lo mismo hizo Rusia.
Greenpeace ha asegurado que el vertido del agua ignora la evidencia científica, viola los derechos humanos de las comunidades y no cumple con el derecho marítimo internacional. La organización ambientalista denunció en un comunicado en agosto lo que considera es una «contaminación deliberada del océano Pacífico a través de estas descargas de desechos radiactivos»
En el estudio de la OIEA están participando científicos de China, Corea del Sur y Canadá. Las muestras de pescado recién descargadas del barco se realizaron en el puerto de Hisanohama, a unos 50 kilómetros al sur de la planta. Lo recolectado se enviará a laboratorios de estos países para efectuar pruebas independientes, aseguró el organismo de la ONU.
El gobierno de Corea del Sur también informó que planea su propia investigación para detectar los niveles de tritio en los productos del mar. El viceministro de los Océanos y la Pesca, Park Sung-hoon, dijo este jueves que esperan comenzar las pruebas antes de fin de año.
El tritio es una sustancia que no han podido eliminar del agua que se está liberando. Sin embargo, Japón ha aclarado que el agua se diluye hasta que los niveles de esta sustancia radioactiva es tan baja que es inofensiva. Un artículo de Scientific American de 2014 advierte que, cuando se ingiere en concentraciones muy grandes, el tritio puede aumentar el riesgo de cáncer.