Bill Gates, fundador de Microsoft y uno de los magnates más relevantes de la actualidad, tiene una serie de pautas para ser más productivo y mejorar su bienestar en su día a día. También, para reducir el estrés en momentos en los que tiene mucho trabajo o muchos proyectos. Para ello, hace uso de un truco bautizado como “teoría del armario” que tú también puedes utilizar.

El objetivo de Bill Gates es evitar que pequeñas situaciones del día a día puedan afectar en su estado de ánimo o, incluso, dificultar su trabajo o ser menos productivo. De hecho, una de las mayores preocupaciones de muchas personas en su día a día es algo que la llamada “teoría del armario” soluciona.

Muchas personas pierden mucho tiempo pensando en qué ponerse o, incluso, se estresan al intentar combinar prendas de ropa. El hecho de preocuparse por cómo vestir, también puede hacer que la gente gaste dinero de forma innecesaria. El objetivo de la “teoría del armario” que usa Bill Gates es evitar todo esto. ¿Cómo? Teniendo un armario simple, con prendas básicas y solo lo justo y necesario para cada estación del año.

Bill Gates, por ejemplo, destacó que solo tiene un abrigo para el invierno y varias camisas para el verano. Es algo que él mismo ha asegurado que le ayuda a tener “menos estrés” y ser más productivo. Probablemente, porque en vez de perder tiempo en el armario reflexionando en qué ponerse, se levanta, coge una camisa, y continúa con sus tareas.

Es algo que otros CEOs importantes, como Mark Zuckerberg o Elon Musk, también hacen. Por eso el máximo responsable de Meta parece que va siempre igual vestido en sus conferencias o apariciones públicas.

Bill Gates tiene otros trucos para ser más productivo

Bill Gates sosteniendo libros.

Bill Gates también utiliza otras técnicas para ser más productivo, como puede ser la “regla de las cinco horas”. Esta consiste en dejar libre cinco horas semanales —o una hora al día durante cinco días— para aprender deliberadamente.

Tanto Bill Gates como Elon Musk aprovechan estas cinco horas para ganar conocimiento, por ejemplo, leyendo libros. Parte de ese tiempo también lo utilizan para reflexionar; algo que ayuda a ser más productivo y reducir el estrés. Por último, también sacan tiempo de esas cinco horas para la experimentación; así pueden probar cosas nuevas o generar ideas para nuevos proyectos.

Además, no es necesario que esta regla se complete en una hora seguida, puede distribuirse a lo largo del día. Por ejemplo, si un trayecto en autobús dura media hora, y aprovechas para leer, ya estás invirtiendo 30 minutos de ese aprendizaje deliberado.

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