Desde hace varias entregas, Assassin's Creed se ha caracterizado por enormes mapas de mundo abierto y un sinfín de actividades que, pese a que muchas de ellas eran interesantes, alargaba enormemente el tiempo de juego. En muchas ocasiones, de forma artificial. Es quizás una de las mayores pegas de las últimas entregas, representando la máxima que más no siempre es mejor.

No obstante, los últimos tres juegos se han caracterizado por ofrecer una genial propuesta jugable, y con cada iteración, han añadido mecánicas nuevas que ha ido sumando puntos a la fórmula Ubisoft. Assassin's Creed Mirage, aunque continúa esta senda en parte, es una reformulación nueva de la propuesta de Assassin's Creed, más cercana a los juegos originales que a las últimas entregas de la saga.

Y es que, principalmente, destaca por dos elementos: adiós a las mecánicas RPG (al menos en su forma más pura) y hasta luego a los mundos abiertos masivos. Assassin's Creed Mirage se siente como una vuelta a los orígenes de la franquicia, pero conservando lo que funcionaba (y muy bien) en las últimas entregas de la saga.

Assassin's Creed Mirage

Assassin's Creed Mirage rompe con parte de las premisas de los juegos anteriores, ofreciendo una vuelta a sus orígenes pero tomando prestados muchos elementos de Valhalla, Odyssey y Origins. Esta entrega cambia los mundo abiertos masivos por una experiencia más intima y apuesta por el sigilo que recuerda a los primeros títulos de la franquicia.

Puntuación: 4.5 de 5.

En esta ocasión, el jugador toma el control de un personaje ya conocido si ha jugado a Valhalla. Es la historia de Basim, desde que era un simple ladrón en los suburbios de Bagdad hasta convertirse en un maestro Oculto. El juego apuesta por ser una propuesta más narrativa que cuenta la historia de Basim, con gameplay de por medio, de una forma muy parecida a las clásicas películas de aventuras. Se siente diferente porque Assassin's Creed Mirage es diferente en muchos de los elementos de otros títulos como Valhalla, pero está más cerca de la narrativa de Origins.

No obstante, el peso más importante lo tiene el mundo que ha construido Ubisoft Burdeos para Mirage. Sigue siendo un enorme mapa de mundo abierto, pero está centrado en Bagdad y sus alrededores. Es un paso importante para una aventura más íntima, pero que no debe llevar a engaño: en Mirage es tan fácil familiarizarse con el mapa como perderse en él. En cierto modo, recuerda muchísimo a los inicios de Origins, y quien haya jugado a este no podrá, sino, encontrar ciertas similitudes, no solo en su narrativa general, también en el arranque y en la evolución del personaje. No por nada, para muchos, Origins es una de las mejores entregas de la franquicia.

Assassin's Creed Mirage, PlayStation Showcase 2023

El arranque de juego no solo te permite familiarizarte con las nuevas mecánicas, más cercanas a los títulos originales que a los nuevos. En esta ocasión, en sigilo es mucho más efectivo que el combate directo, y en la mayoría de las ocasiones, enfrentarse a varios enemigos de forma abierta es sinónimo de cargar el último punto guardado. Y es que Basim es menos ágil en el combate que otros personajes de la saga, y aunque han incluido una opción de parry+ejecución que simplifica el combate, siempre será más comportarse como un Assassins que como un guerrero espartano. Este es quizás su punto más flojo y el que menos profundidad ofrece.

Esto tiene mucho que ver con la eliminación de las mecánicas RPG. El catálogo de armas es mucho más limitado, y pese a que se pueden mejorar, no existe niveles en las mismas, tampoco en la armadura, por lo que en términos generales, todo el juego se centra en el mismo nivel para el jugador, pese a que hay zonas (y enemigos) más complicados que otros. Aquí es donde más brilla el uso de sigilo y de las armas secundarias como los cuchillos arrojadizos, las bombas de humo o los señuelos, que ofrecen muchas más oportunidades para salir airosos de situaciones peligrosas que el combarte directo.

Bagdad brilla con luz propia en Assassin's Creed Mirage

Además, Bagdad ofrece muchas oportunidades para ello. La arquitectura de la ciudad promociona mucho estar fuera del nivel de la calle y fuera de la vista de enemigos. Y a la existencia de recovecos, carros de heno y zonas para ocultarse hacen que el juego esté pensado para apostar por el sigilo en la mayoría de las situaciones. De hecho, acechar sigilosamente a los enemigos permite hacer siempre una muerte instantánea, aunque los enemigos sean más duros que los estándar. El juego te permite esconderte entre la hierba y la maleza, silbar para atraer a enemigos, esconder los cuerpos, crear distracciones...

Lógicamente, el movimiento del juego, más en una ciudad tan densa como Bagdad están muy pensados para apostar por el parkour. Es muy fluido, más que en los juegos anteriores, y permite a Basim moverse muy rápido por la ciudad. No obstante, sigue adoleciendo los problemas de los juegos anteriores. En las zonas abiertas o en las que no tenemos intención de hacer parkour, se repite constantemente la situación de estar escalando cosas que no quieres escalar, algo especialmente problemático cuando huimos de muchos enemigos, por ejemplo. No es que sea algo común, pero sigue siendo especialmente frustrante.

Bagadad es, sin duda, uno de los escenarios más densos, más ricos y mejor trabajados de la franquicia. Moverse por la ciudad es un placer enorme, con calles bulliciosas, arquitectura construida por mucho cariño y, en general, un protagonista más en el juego. Esto se complementa bastante bien con el apartado gráfico del juego, que ofrece el ya conocido modo, gráficos y rendimiento y para el que siempre te recomendaremos usar este último. A 60 fps, el juego apenas pierde calidad y todo se siente especialmente fluido. La iluminación es una maravilla, y los efectos de partículas de las bombas de humo, que las utilizarás bastante, también están muy bien trabajadas.

Mirage sigue ofreciendo algunos elementos característicos, como la visión de águila, que puede utilizarse en cualquier momento para marcar enemigos y objetivos. Y sí, también a través de paredes. No obstante, el juego incluye una nueva mecánica llamada Assassin's Focus, que te permite marcar varios enemigos y eliminarlos instantáneamente. Lógicamente, tendrás que avanzar en la historia para conseguirla, pero una vez la tienes, Mirage se vuelve incluso más divertido que sin ella, aunque simplifique mucho la dificultad del juego y del propio sigilo.


¿Merece la pena Assassin's Creed Mirage?

En general, Assassin's Creed Mirage es una vuelta de tuerca que le sienta genial a la franquicia, y un juego en el que no tendrás que invertir un sinfín de horas para terminarlo. La campaña se puede pasar fácilmente en unas 25 horas, aunque hay mucho más para los más completistas que buscan exprimir al máximo el juego. La única pega que se pueden sacar a esas 25 horas es que quizás muchas misiones abusan de la “investigación” frenando en seco esa acción que ofrece el juego, pero teniendo en cuenta que está muy pensado para el sigilo, es algo que se puede pasar fácilmente por alto, puesto que a un grueso importante de los jugadores les encantará.

Assassin's Creed Mirage Deluxe Edition

En Assassin’s Creed Mirage te pones en la piel de Basim, un astuto ladrón callejero que sufre visiones de pesadilla y busca respuestas y justicia. Tras un acto letal de venganza, Basim huye de Bagdad y se une a una antigua organización: los Ocultos.

Assassin's Creed Mirage estará disponible en Xbox, PlayStation y PC el próximo 5 de octubre y es sin duda un paso obligado para los fans de la franquicia y un juego muy recomendable para aquellos que se han alejado de la misma por el número de horas a invertir. Es una experiencia más íntima que combina en un mismo lugar lo mejor de estos 15 años de la saga que, sin duda, no defraudará a nadie que quiera darle una oportunidad.