El fabricante sueco está próximo a dar otro paso clave en su transición hacia la movilidad 100% eléctrica. Volvo anunció que finalizará la producción de coches con motor diésel a principios de 2024, poniendo así punto y final a una era. Cabe mencionar que Volvo es una de las primeras automotrices —del segmento tradicional— que emprende tal movimiento, y es un logro que no dudan en presumir.
"Dentro de unos meses se fabricará el último coche de Volvo con motor diésel, lo que convertirá a Volvo Cars en uno de los primeros fabricantes de vehículos tradicionales en dar este paso", confirmó la compañía a través de un comunicado.
Hace unos años era complicado pensar que Volvo diría adiós a los vehículos con motor diésel. En 2019, de hecho, buena parte de sus ventas seguían dependiendo de este tipo de motorización. No obstante, conforme fueron impulsando sus coches eléctricos, cada vez se han ido desprendiendo más de la combustión. En 2022, solo el 8,9% de los ingresos de Volvo en Europa provenían de las variantes diésel.
Una vez conseguido reducir el porcentaje, en Volvo no titubearon al momento de establecer una fecha para concluir la producción de coches con motor diésel. Para respaldar su decisión, informaron que el 33% de sus ventas durante agosto pertenece a modelos 100% eléctricos o híbridos.
Pero más allá de lo que está ocurriendo actualmente en sus finanzas, Volvo tiene el objetivo de convertirse en una automotriz totalmente eléctrica para 2030. Para cumplirlo, desde luego, deben dar un paso al costado en un mercado que alguna vez fue un sustento económico importante.
Tras abandonar el diésel en los primeros meses de 2024, el siguiente gran paso de Volvo será hacer lo propio con el motor de gasolina. Eso sí, no se contempla que suceda pronto, ya que estos modelos siguen vendiéndose muy bien, sobre todo fuera de Europa.
Hasta cierto punto, el adiós al motor diésel por parte de Volvo no sorprende demasiado. No solo porque era un paso lógico en su estrategia, sino porque ya habían avisado el movimiento hace algunos años.
Durante 2018, Hakan Samuelsson, antiguo CEO de la automotriz, comentó que estaban plenamente enfocados en la movilidad eléctrica. Por tal motivo, no desarrollarían nuevos motores diésel.
"Nuestro futuro es eléctrico y ya no desarrollaremos una nueva generación de motores diésel. Eliminaremos progresivamente los coches que solo tengan motor de combustión interna, y utilizaremos versiones híbridas de gasolina como opción de transición conforme avanzamos hacia la electrificación total."
Su visión, evidentemente, se ha trasladado a la administración actual, liderada por Jim Rowan. No debemos olvidar, además, que la compañía china Geely Holding Group es accionista mayoritaria de Volvo —entre otros fabricantes—. La misma se ha comprometido a convertir a su subsidiaria en una automotriz 100% eléctrica. Los esfuerzos de ambas, entonces, van en la misma dirección.