Queda menos de un día para que Apple presente los que serán los nuevos iPhone 15 y 15 Pro con los que renovar toda su gama de dispositivos móviles. A estas alturas, con casi todas las especificaciones (e incluso colores y diseño) filtradas, todavía queda la duda de con qué precio llegarán al mercado.

Desde que comenzaron los rumores de esta iteración del nuevo iPhone, lo cierto es que han sido bastante contradictorios. Por un lado, muchas voces importantes apuntaban a un aumento significativo de precios, sobre todo en la gama Pro, mientras que otras aseguraban que Apple pretendía mantener los precio en línea con los del 14 y 14 Pro actuales.

No está muy claro qué sucederá finalmente, pero lo cierto es que todos los fabricantes han experimentado un aumento constante en los precios de los terminales, sobre todo en la gama alta. E incluso, en terminales que todavía ni se han presentado, como los futuros Pixel 8 que llegarán con un precio muy superior al modelo del año pasado.

Sobre este tema de los precios, Mark Gurman ha querido arrojar un poco de luz. Si bien no está claro cuál será la decisión final de Apple al este respecto, hay algunas consideraciones interesantes.

Mayor diferencia entre el iPhone 15 Pro y estándar para justificar el aumento de precio

iPhone 15 Pro en negro

En este sentido, se espera que, al menos, los precios de los modelos Pro experimenten un aumento en precio, y no tanto los terminales base. La idea detrás de esta estrategia es aumentar la diferenciación entre los modelos Pro y los no Pro. No solo con mejoras en la pantalla y materiales, también llevarlo a otros aspectos del terminal que justifiquen un precio mayor.

Por ello, se espera que este año haya una mayor diferencia entre los modelos Pro y los estándar a lo largo de todas las características del terminal: mejor duración de la batería, USB-C más rápido, bordes más delgados, mejores pantallas y mejores cámaras. Además de funcionalidades exclusivas, como el Apple Watch Ultra: los modelos Pro tendrán un botón extra personalizable y un chip más rápido, que solo llegaría a la gama alta.

Todo ello, de cara al que el consumidor vea los modelos Pro como un salto en gigante respecto al modelo base que haga más sencillo un aumento de precio de unos 300 dólares de media entre ambos espectros. Un salto de precio más apetecible aún si tenemos en cuenta que la mayoría de los iPhone en EE.UU. se venden a plazos, y no representaría un salto tan grande en la cuota mensual.