Tradicionalmente, el sector tecnológico ha sido uno de los principales señalados por su impacto en el medio ambiente. La cantidad de recursos que se necesitan para desarrollar electrónica de consumo es enorme y, hasta hace algunos años, la mayoría de empresas no hacía nada para compensar su huella en materia de sostenibilidad.

Si a esto le añadimos problemas secundarios como la obsolescencia programada, la falta de políticas de reciclaje o los materiales incluidos en los packaging, el problema aumenta considerablemente.

Empresas como Lenovo llevan años impulsando sus estrategias en terreno de sostenibilidad. El objetivo es seguir siendo número uno en muchos mercados, con dispositivos de primer nivel tanto para el entorno de consumo como el profesional, y al mismo tiempo reducir su impacto en la naturaleza. No es sencillo, pero es un ejemplo de que sí es posible.

La falta de políticas de reciclaje, en cifras

Basta con echar un vistazo por nuestra casa o abrir un cajón donde guardamos cosas que ya no usamos para darnos cuenta de la cantidad de dispositivos electrónicos que acumulamos. Cuando llegan a su fin, muchas veces por el desconocimiento de qué hacer con ellos, acaban guardados en vez de ser reciclados correctamente.

En el mundo empresarial, donde el volumen de dispositivos es mucho mayor, ocurre algo similar. El último informe de Circularity Gap Report revela algunos datos preocupantes. Por ejemplo, que el 89% de las empresas reciclan menos del 10% de sus recursos de hardware de TI. Esto significa 50 millones de toneladas de desechos vertidos al medio ambiente. O lo que es lo mismo: el equivalente a 1.000 portátiles cada segundo. 

Lenovo es una empresa que está haciendo mucho por ser más sostenible. Sin ir más lejos, hace unos meses obtuvo la calificación más alta en el índice Hang Seng del año 2022, que evalúa a todas las compañías en función de sus políticas de cuidado del medio ambiente. Y lo logró, entre otros motivos, por su compromiso de cero emisión de carbono en 2050, en sus áreas de ordenadores y smartphones.  

Esto cobra mayor importancia si tenemos en cuenta que, aunque la sostenibilidad es un pilar fundamental para el 90% de los directivos de las empresas, sólo el 60% de las empresas tiene políticas que ayuden a fomentarla. 

Vender dispositivos en todo el mundo y a la vez reducir la contaminación

Lenovo es uno de los principales fabricantes de tecnología a nivel mundial. Presente en prácticamente todas las categorías de producto lo que significa millones y millones de dispositivos en casas y empresas. Y es que son precisamente las grandes empresas las que más deberían apostar por políticas de sostenibilidad.

En el caso de Lenovo, ha llevado a cabo varias iniciativas que afectan a todo el proceso, desde la fabricación del dispositivo, hasta su entrega, pasando incluso por el transporte. Si empezamos por este último punto, Lenovo está trabajando en mejorar el transporte aéreo, haciéndolo menos contaminante usando combustibles que reducen la emisión de carbono a la atmósfera. Además, utiliza materiales biodegradables como el bambú para el packaging, con lo que se reduce enormemente el uso del plástico.

En cuanto a la fabricación de sus productos, Lenovo ha incorporado más de 123 millones de kilos de plástico reciclado. Además, alrededor de 250 de sus productos incluye partes recicladas de otros dispositivos, como el aluminio o el magnesio para hacer las carcasas en el caso de los ordenadores ThinkPad.  Además, Lenovo ha sido pionera en procesos de soldadura a baja temperatura (LTS)  que ayuda a reducir en miles de toneladas las emisiones de CO2 al ambiente.

Todo eso ha llevado a Lenovo a obtener la categoría ENERGY STAR en más de 75 categorías de sus productos por haber cumplido con éxito criterios como el uso de materiales más sostenibles o tecnologías que ayuden al menor consumo de energía. 

Microsoft: partner tecnológico y empresa sostenible

Lenovo lleva varios años contando con Microsoft como partner estratégico para sus productos de IT. Sin embargo, no tendría sentido que una empresa que apuesta tanto por ser más sostenible, se rodease de partners que no compartieran la misma visión.

Microsoft dispone en su última versión de Windows, Windows 11, de un modo eficiente de energía que permite entrar en un modo de suspensión para que la pantalla consuma menos, y esto repercuta directamente en la vida de la batería. 

Dentro del apartado de configuración, podremos seleccionar el tiempo para que la pantalla se apague o entre en modo suspensión, tanto si el ordenador está enchufado a la corriente como si está consumiendo directamente la batería. 

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