El E3, que en algún momento fue la feria de videojuegos más importante del mundo, va de mal en peor. La propietaria del evento, la ESA, anunció que ha terminado su relación con ReedPop, empresa responsable de la organización del mismo desde 2022. Es evidente que no entregaron los resultados esperados y, por lo tanto, el E3 sufrirá una nueva reestructuración con la esperanza de regresar a sus tiempos de gloria.
"Apreciamos la asociación con ReedPop durante los últimos 14 meses y apoyamos sus esfuerzos continuos para unir a la industria y a los fans a través de sus diversos eventos", expresó Stanley Pierre-Louis, presidente de la ESA, en un comunicado compartido con GamesIndustry.biz.
Si bien el trabajo de ReedPop con el E3 fue decepcionante, no debemos olvidar que esta compañía organiza convenciones como la PAX, la Star Wars Celebration y la Comic-Con de Nueva York. Experiencia tiene de sobra, solo no pudieron enderezar el camino de la Electronic Entertainment Expo.
Ahora bien, tras separarse de ReedPop, la ESA anunció que no habrá E3 2024 en Los Angeles Convention Center, recinto que ha dado espacio a la feria durante años. Ojo, esto no significa que no habrá evento el próximo año, pero aún no sabemos cómo ni dónde planean celebrarlo. Ni siquiera se descarta que vuelvan a apostar por un formato enteramente digital, como hicieron en la pandemia.
El objetivo principal, según la ESA, es reinventar el E3 por completo en 2025. Son conscientes que, pese a los fracasos recientes, la marca sigue atrayendo reflectores y lo quieren aprovechar.
"Si bien el alcance del E3 sigue siendo incomparable en nuestra industria, continuamos explorando cómo podemos evolucionarlo para servir mejor al sector de los videojuegos. Nos encontramos evaluando cada aspecto del evento, desde el formato hasta la ubicación. Estamos comprometidos con nuestro papel como convocantes de la industria y esperamos compartir noticias sobre el E3 en los próximos meses."
ESA.
La industria abandonó al E3
Aunque la ESA se resiste a la muerte definitiva del E3, la realidad es que cada vez están más solos. La edición de este año fue cancelada después de que empresas como Nintendo y Ubisoft, que habitualmente mostraban su apoyo incondicional, abandonaran el barco.
No obstante, el E3 viene sufriendo la partida de publishers desde hace años. El primer gigante que les dio la espalda fue Sony (PlayStation), durante 2018. Los japoneses definieron que, con el auge de las plataformas de vídeo y las redes sociales, tenían más libertad para organizar sus propios eventos y, sobre todo, llegar a un público muchísimo más amplio. Además, claro, está la parte económica, pues tener presencia en la convención de California no era nada barato.
Al final, PlayStation siguió los pasos de Nintendo y comenzó a celebrar sus propias conferencias en formato virtual. El resultado, desde luego, fue bastante positivo, razón por la que no han pensado en asociarse nuevamente con el E3.
En años posteriores, a Sony le siguieron Electronic Arts, Microsoft (Xbox), SEGA, Activision, Konami, Tencent, Ubisoft y Nintendo. Hoy en día, la ESA se ha quedado sola en su intento por revivir el E3. No sabemos cómo pretenden resurgir sin el apoyo de las compañías que hacen posible a esta industria. Solo están aplazando una muerte más que anunciada...