Todos los fármacos tienen efectos secundarios. Se habló en su día de las vacunas del coronavirus como si fuese algo extrañísimo, pero hasta un simple paracetamol puede acarrear efectos indeseados. De hecho, hay medicamentos muy consumidos, a veces de forma totalmente voluntaria, sin patologías, que tienen una alta tasa de efectos adversos. Es el caso de los anticonceptivos. Cabe destacar que sus beneficios son mayores que sus riesgos; pero, aun así, es importante tener controlados estos últimos, por lo que un equipo de científicos de la Universidad de Uppsala, en Suecia, ha estudiado recientemente uno bastante común al que no se ha prestado demasiada atención: el riesgo de depresión.

Es un tema bastante controvertido por varios motivos. En primer lugar, no todas las personas con depresión buscan ayuda, por lo que muchos casos pueden quedar sin registrar. Por otro lado, en los ensayos clínicos dirigidos a analizar los efectos de los anticonceptivos, es posible que las pacientes que viesen alterado su estado de ánimo decidiesen abandonar el estudio. Por lo tanto, tampoco quedarían registradas.

Todo esto ha llevado a pensar que en realidad la depresión no es un efecto secundario tan común de los anticonceptivos. Pero estos científicos, cuyos resultados se publicaron este verano, han cambiado la forma de comprobarlo, concluyendo que, en realidad, la probabilidad de esta alteración del estado de ánimo parece ser bastante alta cuando se toman estos fármacos.

Un estudio observacional sobre la depresión

Lo que hicieron estos científicos se conoce como estudio observacional. Esto consiste en analizar datos que se han obtenido con un fin distinto al que se utilizan. En este caso, era información procedente del Biobanco de Reino Unido. Se centraron en una cohorte de 82.232 mujeres, que habían informado sobre su salud mental, y comprobaron si habían tomado anticonceptivos recientemente

Así, vieron que la probabilidad de padecer depresión si se ha comenzado a tomar anticonceptivos en los últimos dos años es un 80% mayor que la de quienes no los tomaron. Eso no quiere decir que tengas un 80% de probabilidad de padecer depresión si tomas estos fármacos. Simplemente se trata de una comparación de datos. Pero, aun así, es un dato bastante llamativo. Además, si las pacientes eran menores de edad, el porcentaje ascendía desorbitadamente, hasta un 95%.

depresión, LSD
Algunas participantes podrían abandonar los ensayos clínicos al desarrollar depresión, por lo que no quedarían registradas. Asdrubal Luna | Unsplash

Es un efecto reversible

La parte buena es que comprobaron que solo en un 5% de los casos la depresión se mantenía en el tiempo. Por lo tanto, al dejar de tomar los anticonceptivos, o con el tratamiento adecuado, se podría revertir la depresión.

Limitaciones de este estudio sobre anticonceptivos

Estos son resultados muy interesantes, ya que dan nueva información sobre un efecto secundario de los anticonceptivos al que no se ha prestado suficiente atención. Sin embargo, el estudio tiene varias limitaciones que se deben tener en cuenta.

Para empezar, solo se han analizado los anticonceptivos combinados, a base de estrógenos y progestágenos. Quedan fuera otras muchas alternativas, también hormonales, que podrían actuar de un modo distinto.

Por otro lado, que sea un estudio observacional es un arma de doble filo. Es cierto que sirve para obtener información que han obviado los ensayos clínicos, quizás por el abandono de personas con depresión. Pero también es imposible demostrar que los datos no sean una simple casualidad.

En ciencia es muy importante siempre encontrar la causalidad, más allá de la casualidad. Si no, puede pasar como con la famosa gráfica en la que se demuestra una correlación entre el estreno de películas de Nicolas Cage y los ahogamientos en piscinas. La correlación es clara, pero lógicamente, no es más que una casualidad, para la cual no hay una explicación. Con esto podría pasar lo mismo.

Aun así, no sería extraño que todos estos cambios hormonales estén afectando al estado de ánimo. Los autores de la investigación insisten en que esto no quiere decir que no se deban tomar anticonceptivos. Son fármacos muy útiles, no solo para evitar embarazos indeseados. También pueden ayudar a tratar dolores menstruales, endometriosis e incluso el acné.

Simplemente, proponen hacer un buen seguimiento psicológico de las personas a las que se les administran estos fármacos. A veces los inicios de la depresión pueden ser difíciles de detectar. Pero, si estamos sobre aviso, será mucho más fácil distinguirlos y tomar cartas en el asunto. De hecho, esto no es aplicable solo a los anticonceptivos. Cuanto antes se detecte una depresión, antes se puede empezar a trabajar para paliar ese sufrimiento. Observémonos nosotros y a las personas que nos rodean y, si detectamos que algo no va bien, no tengamos vergüenza a la hora de pedir ayuda. 

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