Pragyan, el vehículo robótico de la misión espacial de la India, ya salió a dar su primer recorrido. El rover de Chandrayaan-3 bajó este jueves de la nave espacial para comenzar a explorar el polo sur de la Luna. El dispositivo está funcionando de acuerdo a lo planificado, informó este viernes la Organización de Investigación Espacial de la India (ISRO, en sus siglas en inglés).
La agencia publicó un video donde se ve a Pragyan —que significa sabiduría en sánscrito— bajar del módulo de aterrizaje. La nave logró alunizar con éxito el pasado miércoles, una hazaña que convirtió a la India en el cuarto país en llegar a la luna y el primero con una misión en el polo sur del satélite.
Pragyan es un pequeño dispositivo de seis ruedas, un metro de largo y unos 26 kilos de peso. «El rover ha recorrido con éxito una distancia de unos 8 metros», informó ISRO en X, antes llamada Twitter. La agencia detalló que todas las cargas útiles del módulo de propulsión, el módulo de aterrizaje y el rover funcionan correctamente.
El pequeño robot está haciendo historia: nadie había estado antes en esta parte de la Luna. Pragyan cuenta con dos instrumentos para realizar experimentos de composición química y elemental de la superficie. Se espera que el rover funcione durante dos semanas terrestres. Luego de este tiempo, según lo planificado, su equipo alimentado por energía solar dejará de funcionar.
La tarea de Pragyan en el polo sur de la Luna
Pragyan utilizará sus cámaras de navegación para inspeccionar el área y transmitir imágenes a la Tierra. ISRO envía instrucciones desde la Tierra para mover el vehículo, que puede viajar hasta 500 metros desde donde está el módulo de aterrizaje.
Todos los datos y experimentos del rover se emplearán para comprender mejor la presencia de agua en esta zona de la Luna. Científicos de la Academia Nacional de Ciencias de China han estimado que puede haber en toda la Luna unas 270.000 millones de toneladas de agua en forma de hielo.
La misión india, sin embargo, no cuenta con instrumentos diseñados para confirmar directamente la presencia de agua. Tampoco se espera que haya algún depósito cerca de la zona de aterrizaje, explicó Santosh Vadawale, líder de uno de los experimentos de la Chandrayaan-3, a El País.
El agua lunar puede ser una fuente de hidrógeno y oxígeno que podría usarse, por ejemplo, para fabricar combustible para cohetes. Por eso, ya las agencias espaciales de EE. UU. y China ya están planificando misiones tripuladas hacia el polo sur de la Luna.
Los estadounidenses esperan lograrlo en 2025 y los chinos estiman llegar en 2030. También están interesados en la presencia de otros minerales, como el hierro, silicio y magnesio. Es el inicio de toda una nueva industria basada en la minería lunar.
La India, como nuevo actor clave
«Estos experimentos allanarían el camino para nuevas investigaciones científicas sobre la disponibilidad de oxígeno e hidrógeno en la superficie de la luna», publicó Press Trust of India, la agencia de noticias más grande de este país. También «pueden darnos una respuesta directa o indirecta sobre si hubo vida en la luna», agregó el medio, que citó palabras del Ministro de Ciencia y Tecnología, Jitendra Singh.
La India fue felicitada por las agencias espaciales de Europa y EE. UU. El director de la Nasa, Bill Nelson, ha dicho que esperan con entusiasmo los primeros resultados. El país asiático confirma con esta misión su potencial espacial, luego de arrebatarle a Rusia la hazaña de ser los primeros en llegar al polo sur lunar. Los rusos lo intentaron el fin de semana pasado, pero la nave se estrelló en una de las maniobras finales.