Sin duda, una de las escenas más llamativas de Oppenheimer es la explosión de la bomba durante la prueba Trinity. Se ve como la mayoría de científicos del Proyecto Manhattan, a una distancia prudencial, presencian la explosión tumbados en el suelo y, solo cuando ya se ha reflejado en las montañas, pasan a mirar los resultados usando algo que les reparten justo antes: un cristal ahumado. Pero también vemos como otros científicos, como el propio Oppenheimer, usan unas gafas especiales, con las que se protegen desde el inicio de la explosión. Algunos incluso se untan la cara con protector solar, pues su objetivo era protegerse de la radiación utlravioleta. Solo hay uno que no utiliza ni cristal ahumado, ni gafas, ni mucho menos crema solar: Richard Feynman.

En la película vemos cómo se mantiene dentro de un camión, con los ojos cerrados, aunque los abre justo al final. ¿Pero por qué no le pasó nada? ¿Tuvo suerte o en realidad no había peligro? E, igualmente importante, ¿es cierto que no se protegió o se trata de una licencia artística de Christopher Nolan y sus guionistas?

La respuesta a la última pregunta se basa en las declaraciones del propio Richard Feynman. Y es que, en realidad, la película describe la situación tal y como él lo hizo en su momento. El físico siempre aseguró que no se protegió con el cristal ahumado y que solo se mantuvo tras el cristal del camión. Para contestar a las otras preguntas, necesitamos conocer algunos datos más.

¿Para qué se usó el cristal ahumado que no quiso Richard Feynman?

Una explosión nuclear libera varios tipos de radiación, desde infrarrojo hasta ultravioleta, incluyendo también la visible. El cristal ahumado que vemos usar a los científicos en Oppenheimer lo usaron para proteger sus ojos de la radiación ultravioleta.

Si este tipo de radiación incide sobre los ojos se pueden causar quemaduras en la córnea que, en el peor de los casos, provocan ceguera. Por eso, se decidió usar cristal ahumado o gafas, que cumplían la misma función.

Fue una medida eficaz, que a buen seguro evitó más de una lesión ocular. No obstante, en el caso de Richard Feynman, posiblemente se encontraba a una distancia suficiente para que no se produjesen daños tan drásticos. Puede que tuviese alguna pequeña lesión, pero que no llegase a experimentar los síntomas. Lo que está claro es que el cristal del camión no habría evitado que se quemase si la bomba hubiese estallado más cerca.

Bomba nuclear nube en forma de seta / Oppenheimer
En una bomba atómica se liberan diferentes tipos de radiación, entre ellos la ultravioleta.

Hoy en día habría más medidas

Posiblemente, si hoy en día se llevase a cabo una prueba como Trinity, los científicos estarían mucho más protegidos. No solo usarían un cristal ahumado, que se puede mover. Utilizarían gafas. Pero no solo eso. Y es que lo que no se tuvo en cuenta fue la radiactividad.

Sí que es cierto que se colocaron a una distancia prudencial, pero habría sido apropiado protegerse. Hoy en día posiblemente se usarían trajes para ello. Y no solo eso, quizás se emplearían pantallas para que los científicos pudiesen estar en un lugar seguro y bien alejado mientras se realizan las pruebas. Incluso en otra ciudad.

En definitiva, Feynman tuvo suerte, pero una explosión nuclear no es ningún juego. Ojalá nunca tengamos que volver a verlas como entonces lo hicieron en Hiroshima y Nagasaki.