Después de varios meses de especulación, Microsoft lo hizo oficial: dejará de incluir Teams en Office en Europa. La medida se confirmó a través de un anuncio de Nanna-Louise Linde, vicepresidenta de Asuntos Gubernamentales Europeos de la compañía. La medida entrará en efecto a partir del 1 de octubre para los clientes corporativos de Microsoft 365 y Office 365 en el Espacio Económico Europeo y Suiza.

Quienes ya utilicen los planes Enterprise de las suites ofimáticas de Microsoft con Teams integrado, podrán elegir si desean mantener dicha aplicación o no. En caso de eliminarla, su suscripción pasará a ser más barata. La ejecutiva mencionó que, quienes opten por quitar la app, verán el precio reducido en 2 euros por mes o 24 euros anuales.

Los nuevos clientes corporativos de Office 365 o Microsoft 365 podrán comprar Teams por separado y como una aplicación independiente. Para ello, deberán pagar 5 euros mensuales o 60 euros por año.

Vale mencionar que Teams continuará integrado en las versiones más económicas de las suscripciones de Microsoft 365 y Office 365 en Europa. Específicamente, en las suites Frontline, para trabajadores de primera línea, y Business, para negocios pequeños. No obstante, si bien los planes existentes se mantendrán, los de Redmond ofrecerán versiones "sin Teams" de cada uno de ellos.

Las variantes Frontline de Microsoft 365 u Office 365 que no incluyan Teams serán 0,50 € más baratas por mes. En tanto que los planes Business de Microsoft 365 reducirán su precio entre 1 y 2 euros mensuales, dependiendo de si son Basic, Standard o Premium. En este enlace pueden acceder a la lista completa con los nuevos valores.

Microsoft deja de incluir Teams en Office, pero la investigación antimonopolio no se detiene

Microsoft Teams en Windows 11 | Microsoft deja de incluir Teams en Office, pero la investigación antimonopolio no se detiene
Crédito: Microsoft

Según Microsoft, la decisión de ya no incluir Teams en Office apunta a responder a las preocupaciones planteadas por la Comisión Europea. No obstante, los de Redmond reconocen que la investigación antimonopolio lanzada por los reguladores seguirá su curso, y que continuarán colaborando con las autoridades.

"[Estos cambios] están diseñados para abordar dos preocupaciones que son centrales para la investigación de la Comisión: (1) que los clientes deberían poder elegir una suite empresarial sin Teams a un precio menor que aquellas con Teams incluido; y (2) que deberíamos hacer más para facilitar la interoperabilidad entre soluciones rivales de comunicación y colaboración y las suites Microsoft 365 y Office 365".

Nanna-Louise Linde, vicepresidenta de Asuntos Gubernamentales Europeos de Microsoft.

Dejar de ofrecer Teams integrado en Office no es la única medida que Microsoft adoptará en Europa para apaciguar las críticas y el escrutinio por su supuesto comportamiento anticompetitivo. Los de Redmond también optimizarán su documentación y ofrecerán nuevos recursos para facilitar la interoperabilidad de rivales como Slack y Zoom con servicios como Outlook, Exchange y hasta el propio Microsoft Teams.

Así mismo, los de Satya Nadella se han comprometido a desarrollar un método para que los competidores de Microsoft Teams puedan alojar apps web de Office —Word, Excel, PowerPoint, etc.— dentro de sus propias plataformas. Esto permitirá, por ejemplo, que los usuarios puedan abrir o editar documentos directamente desde Slack o soluciones similares.

Habrá que ver si las nuevas medidas de Microsoft ayudan a que la investigación antimonopolio de la Comisión Europea se resuelva más rápido. O si sirven para demostrar que los estadounidenses no intentan abusar de una posición dominante. Recordemos que los reguladores no han puesto una fecha límite para dar a conocer los resultados de este procedimiento.

Si las autoridades consideran que la inclusión de Teams en Office es una práctica anticompetitiva, Microsoft deberá pagar las consecuencias. Esto representaría una violación del artículo 102 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea y podría derivar en distintos castigos. Desde multas y el cese del comportamiento ilegítimo, hasta la obligación de implementar un plan de desinversión.