Estados Unidos se prepara para aprovechar los avances de la tecnología y aplicarlos a una de sus áreas más lucrativas: el guerra. El Departamento de Defensa autorizó la construcción de una base militar en Florida, la cual estará vigilada por perros robot y un sistema de inteligencia artificial.
De acuerdo con The Washington Post, el Gobierno planea reconstruir una vieja base militar para adaptarla a los tiempos actuales. La Base Tyndall de la Fuerza Aérea, destruida durante el paso del huracán Michael en 2018, tiene una ubicación estratégica en el Golfo de México. Es por esta razón que Estados Unidos autorizó una inversión multimillonaria para recuperarla y dotarla de tecnología de punta.
De acuerdo con la Fuerza Aérea, la nueva base de Tyndall será resistente a los embates del cambio climático. Las instalaciones incorporarán edificios inteligentes con estructuras reforzadas para soportar huracanes y una elevación suficiente para evitar inundaciones. El Departamento de Defensa están consciente del aumento en los niveles del mar y ha aplicado la misma estrategia en las construcciones que edificarán junto a la base.
Una de las características más interesantes del proyecto tiene que ver con la seguridad. La Fuerza Aérea desplegará un escuadrón de perros robot semi autónomos para tareas de patrullaje. Los "Vehículos terrestres no tripulados de cuatro patas" (o Q-UGVs) pueden moverse por terrenos difíciles y monitorear áreas críticas de una instalación.
Diseñados por Ghost Robotics e Immersive Wisdom, estos perros son capaces de operar en temperaturas extremas (-40 a 50 °C) y cuentan con 14 sensores que les permiten detectar todo lo que los rodea. Debido a sus capacidades de movilidad y reacción, la Fuerza Aérea los integrará como elemento de apoyo en la seguridad de la base.
La inteligencia artificial como medida de seguridad en Estados Unidos
Otra característica importante de la nueva Base Tyndall es la implementación de inteligencia artificial en los sistemas de seguridad. Según Airman Magazine, la Fuerza Aérea diseñó un software potenciado por IA que se utiliza para detectar y disuadir a cualquier persona armada que ingrese a la base.
ZeroEyes está destinado para reaccionar ante situaciones de amenaza, ya que puede identificar a un tirador activo. Según Nicholas Murphy, sargento primero del Escuadrón 325 de las Fuerzas de Seguridad, la inteligencia artificial detecta escopetas, rifles y otros modelos de armas (incluso bajo la ropa) y los compara con una base de datos. Cuando existe una confirmación, se envía la alerta a un comando de seguridad.
La IA se complementa con un programa de simulación llamado Digital Twin, que consiste en una versión en realidad virtual de la base. Con la ayuda de gafas VR, los soldados pueden medir y anticipar escenarios catastróficos —como un Huracán categoría 5 — o de una amenaza dentro de Tyndall. “Si se trata de una simulación de un tirador activo, puede decirte si el edificio está hecho de bloques de cemento o si las paredes están hechas de yeso", mencionó o si son de yeso”, mencionó.
La "base del futuro" será la primera de muchas
El Departamento de Defensa está invirtiendo en grande en la reconstrucción de la base Tyndall de la Fuerza Aérea. El proyecto costará más de 5.000 millones de dólares y se terminará de construir en 2027. Los avances tecnológicos no son lo único importante de la que se considera como "la instalación del futuro".
Sumado a los sensores inteligentes, los edificios cuentan con marcos de acero y ventanas de alto impacto que soportan vientos de hasta 265 km/h. En los alrededores de la base se trabaja en la restauración de dunas y la instalación de un arrecife de ostras sumergido que reducirá la fuerza de las olas.
La restauración de la base Tyndall servirá como referencia para el diseño de otros complejos militares de Estados Unidos.