Una de las grandes consecuencias del cambio climático es el aumento en la incidencia de incendios forestales. No hay más que ver cómo cada verano se suceden uno tras otro, arrasando hectáreas y más hectáreas de terreno. Para calcular la magnitud del problema, la Agencia Espacial Europea (ESA) dispone del Atlas Mundial del Fuego, una herramienta que permite comparar el avance de incendios forestales a nivel nacional e internacional con respecto a años anteriores.
Para ello, se basa en los datos de uno de los satélites de la Agencia: el Sentinel 3. Este dispone de instrumentos que trabajan como una especie de termómetro, calculando la temperatura de la superficie terrestre a través de la emisión de radiación infrarroja. Así, cuando se da un aumento súbito y sin explicación de la temperatura, se puede concluir que se debe a un incendio.
Es cierto que no da datos super concretos, pero son estadísticamente suficientes para comparar datos entre países y años, y así comprobar si está habiendo un empeoramiento en las cifras de incendios forestales a causa del cambio climático. Esta herramienta está en funcionamiento desde 2019, pero trabaja comparando sus datos con cifras obtenidas por otros medios en años anteriores. Además, es justo ahora cuando más importancia se le está dando, pues las cifras no han hecho más que empeorar en los últimos años, especialmente en Europa y América.
Las preocupantes cifras de incendios forestales de la ESA
Los últimos datos del atlas mundial del Fuego de la ESA apuntan a que los países más afectados actualmente por los incendios forestales son Grecia, Italia, España, Portugal, Argelia, Túnez y Canadá.
Esta última, de hecho, ha sufrido recientemente incendios forestales tan terribles que han llegado a cubrir de naranja la ciudad de Nueva York. Incluso hemos detectado las consecuencias en España. De hecho, según las cifras del satélite, este país ha experimentado 11.598 incendios durante los primeros siete meses de 2023. Eso supone un increíble aumento del 705% en comparación con el mismo periodo de los 6 años anteriores. Se calcula que se han quemado unos 10 millones de hectáreas y aún se lucha por controlar algunos focos.
En cuanto a Europa, la situación también es drástica. Tanto Italia, como Grecia, Francia, España y Portugal han experimentado un gran aumento de incendios forestales en los últimos años. Se ha visto especialmente afectada Portugal, aunque este año no ha sido el peor, como en Canadá, pues las peores cifras se registraron en agosto de 2016 y octubre de 2017.
¿Y ahora qué?
El cambio climático está aumentando las temperaturas en muchas regiones del mundo, a la vez que las precipitaciones se concentran en unos pocos puntos, en periodos reducidos de tiempo, y se han hecho casi inexistentes en otros lugares. La sequía y el calor son la chispa perfecta para el aumento de los incendios forestales. Por eso, las cifras de los satélites de la ESA sean muy preocupantes.
Conocer la situación es esencial para intentar solucionarla. Por eso, junto a Sentinel 3, está trabajando ya el Sentinel 3B, cuyos datos se sumarán a los que ya tenemos en diciembre de 2023.
Mientras tanto, basta con los datos disponibles para ver que la situación no ha hecho más que empeorar. Se deben tomar medidas, tanto de concienciación sobre las actividades que pueden provocar incendios, como sobre el cambio climático. Ahora, más que nunca, debemos trabajar para evitarlo.
