En el último capítulo de su primera temporada, Fundación, disponible en Apple TV+, dejó claro que la galaxia habitada, estaba a punto de derrumbarse en caos. Por un lado, el emperador Cleon (Lee Page en su versión adulta), se rebeló contra la larga tradición genética que le precedió. Al otro, Hari Sheldon (Jared Harris) o su recuerdo holográfico, estaba a punto de llevar a los creyentes en la psicohistoria a un nuevo futuro. Todo, mientras el poder se desmorona y las primeras señales de Era Oscura que el científico predijo, son más obvias que nunca. Por lo que su nueva entrega, tenga un conflicto galáctico que dirimir.
La serie, que adapta una de las obras más ambiciosas de Isaac Asimov, también logró crear un universo comprensible basado en la larga saga literaria. Con historias publicadas entre 1942–1957 y 1982–1992, el relato abarca, al menos, 16 libros. A su vez, estos se vinculan con diez en los que el escritor, profundiza en los temas más relevantes de la narración principal. En conjunto, la historia se extiende a través 1000 años, cientos de mundos y planetas habitados a lo largo y ancho de la galaxia. Además, en la vida y legado de más de 500 personajes.
El argumento, que debía incorporar una amplia colección de conceptos y giros narrativos de su versión en papel, logró hacerlo al construir un mundo en expansión. El guion, en lugar de solo mostrar los escenarios de las novelas o detallar punto a punto sus analogías e hipótesis, profundizó en sus personajes y conflictos.
A la vez, en un enfrentamiento a gran escala que demostraba la visión de Isaac Asimov, que la ciencia podía predecir el comportamiento histórico de la cultura. Por lo que Fundación, basa su premisa en la predicción de un destino inevitable: la caída de una civilización cósmica en la oscuridad. Además, recupera los personajes principales de la saga literaria y les brinda una relevancia más dramática, que coincide con el tono épico de la serie.
Una vuelta de tuerca al futuro
La historia central de la producción es muy semejante a la imaginada por Isaac Asimov y que el autor comenzó a escribir en 1940. Ambientada en un futuro distante, relata como la raza humana, terminó por colonizar buena parte de la galaxia. Por lo que pueblan, en diferentes dimensiones de sofisticación cultural y tecnológica, cientos de planetas a lo largo de incalculables años luz.
Esta vasta población es gobernada por el Imperio Galáctico, que tiene su base en el planeta Trántor. La cabeza del poder cósmico, es una línea de sucesores de Cleon, un líder carismático que instituyó las leyes que rigen el equilibrio entre mundos. Sus clones han gobernado por milenios, en su nombre y gracias a los conocimientos que heredan de generación en generación.
Creados genéticamente idénticos a su antecesor, siempre hay un trío al trono. Una versión joven de Cleon, otra en la mediana edad y una anciana. La intención es que el dominio a través del cosmos se cimiente sobre la idea de perpetuidad de sus cabezas visibles. En la versión literaria, los gobernantes son dinásticos, por lo que el giro, hace más compleja la percepción acerca del paso del tiempo y la herencia del dominio político.
Un hombre capaz de ver el misterio
Al otro extremo de la trama, se encuentra Hari Seldon, un psicohistoriador. En otras palabras, un científico que usará la matemática y la antropología, para predecir, a base de un sistema predictivo algorítmico, el futuro. Por supuesto, un propósito semejante conlleva un riesgo: que la descripción del porvenir no sea del agrado del poder.
Es precisamente eso lo que ocurrirá. Seldon termina por predecir con exactitud escalofriante el colapso y caída del Imperio galáctico, a través de una larga sucesión de ciclos exactos que resultan inevitables.
Convertido en un peligro para los gobernantes y la estabilidad misma del sistema galáctico, Seldon y sus seguidores son aislados. Lo que desarrolla uno de los puntos más interesantes de los libros. Una mirada paranoica sobre los peligros de la ciencia y en especial, la forma en que se analiza su repercusión al futuro.
Fundación: una predicción temible que cambiará todo
Según los cálculos de Seldon, luego de la caída del Imperio, habrá una Edad Oscura de 30.000 años. Pero si se evita la implosión del sistema, podría acortarse a 1000, por lo que el científico ofrece trabajar en esa posibilidad. Claro está, la mera idea de la destrucción de un organismo de poder que se considera a sí mismo infalible, indigna a Cleon. Lo que convierte a todos los seguidores de la psicohistoria y sus predicciones en parias.
A pesar de eso y con la intención de evitar una revuelta, los envía a una colonización forzada a Terminus. Este, es un planeta distante y hostil, en el que deberán recopilar la historia y descubrimientos del presente. Todo, en previsión de la posible caída del Imperio. Por supuesto, la intención de los líderes, es alejar a Seldon de escenarios en que pueda tener influencia y tratar que sus predicciones sean olvidadas.
En Terminus, Hari Seldon crea la Fundación y trae a sus psicohistoriadores con la misión de recopilar la Enciclopedia Galáctica. La intención es ordenar todo el conocimiento y la historia del Imperio, para evitar la edad Oscura luego de su desaparición. Pero, el emperador (en cualquiera de sus versiones), desea que el proyecto sea olvidado y sepultado en el tiempo. Eso, para contradecir la posibilidad de una destrucción global y en especial, sus repercusiones sobre las líneas de poder que sostienen a la galaxia.
La primera temporada de Fundación, culminó con la aparición de una versión holográfica de Hari Seldon en Terminus. También, con lo que parece, la decisión del emperador Cleon de rebelarse contra su linaje. Lo cual, llevaría, por curioso que parezca, a la caída total del sistema planetario que preside. Tal y como el psicohistoriador lo predijo antes.