La serie Pancho Villa: el centauro del norte, en Star+, tiene un especial interés en mostrar al prócer histórico mexicano desde su lado más humano. Tal vez por ese motivo, dedica buena parte de sus primeros episodios a profundizar en los momentos más duros de su vida. Pero no desde la percepción de un héroe trágico o de un hombre herido o mancillado.
Si algo sorprende del guion de Enrique Rentería y Rafael Lara es su capacidad para mostrar a un personaje histórico al que se suele idealizar como un luchador. Uno que no está exento de errores, contradicciones y pesares. El personaje de Pancho Villa, interpretado por Jorge A. Jiménez, lleva la carga de su conciencia como un lastre sobre los hombros.
En Pancho Villa: el centauro del norte, el actor brinda al personaje una rara profundidad, que logra que el mito heroico se transforme en un liderazgo en crecimiento. Más aún, en el símbolo de un país que trata de encontrar su propio camino en medio de la dureza de un panorama que cambia por momentos. Especialmente al identificarlo con un México convulsionado por la desigualdad, el miedo y la precariedad.
La serie toma la decisión de comenzar su recorrido a partir de sus momentos más bajos. Su conocida huida a la montaña, perseguido por la justicia después de enfrentarse a un terrateniente local, se transforma en un contexto doloroso. También en una forma de narrar un sistema político abusivo, violento y que desprecia la dignidad humana. Pancho Villa, un hombre como cualquiera en un territorio lleno de pobreza y explotación, comprenderá poco a poco su papel en un cambio radical que asumirá necesario e inminente.
Pancho Villa: el centauro del norte
La serie de Star+ retrata la vida del prócer mexicano desde la humanidad. Su exploración está tan interesada en su faceta de hombre en busca de propósito como en la de aguerrido luchador social. Entre ambas cosas, Pancho Villa: el centauro del norte aprovecha las localizaciones de Jalisco, México, como metáfora de la lucha interior del protagonista y su lucha contra un pasado doloroso. Lo que da al argumento un giro de interés para analizar al mito histórico. Más allá de las conocidas proezas de Pancho Villa, su valor y compromiso con el pueblo mexicano, la serie logra mostrar a un hombre consciente de su lugar y la importancia de sus decisiones.
La historia de México en la serie
El director Rafael Lara logra que el agreste paisaje de Jalisco brinde una atmósfera sofocante y brutal a una búsqueda de identidad. Pancho Villa: el centauro del norte, que podría convertirse en un drama histórico o una crónica de la batalla armada, se equilibra entre ambas cosas. Incluso tiene la audacia de profundizar en sus personajes con una peculiar sensibilidad. Más que el retrato de una guerra o un mito, es una percepción global de lo que llevó a una nación a un choque armado. ¿Cuál es el límite que separa una revolución por la igualdad de un conflicto cultural?
Pancho Villa: el centauro del norte no intenta responder, pero logra que su planteamiento sobre la paz y la necesidad de transformaciones políticas sea urgente. Pancho Villa es un agente de cambio, un hombre que atraviesa una transformación profunda. Aunque la trama decae cuando intenta mezclar los relatos históricos con la ficción, la narración se esfuerza al detallar el paso del caudillo desde un esforzado combatiente hasta un emblema de futuro.
Más aún, después de unirse a la gesta maderista —lo que el guion muestra como una epifanía moral—, hasta su batalla a campo abierto por la repartición de tierras. Todo en la producción se construye en torno a la posibilidad real de que un hombre puede cambiar su destino. De que una decisión será determinante para todo un país. En el argumento, Pancho Villa asume el poder de la búsqueda de razones para la lucha armada.
Pero la serie no se queda en el ámbito de la violencia. Antes que eso, Pancho Villa: el centauro del norte brinda una considerable solidez a la idea de que la poderosa figura histórica no tuvo otra opción que salir al territorio a enfrentar el hecho político del abuso de poder.
La búsqueda de un propósito mayor
Podría decirse que Pancho Villa: el centauro del norte es un relato que intenta mostrar el origen de un caudillo carismático y poderoso. No obstante, evade los clichés alrededor de las narraciones que exploran héroes de semejante envergadura.
La versión de Pancho Villa que muestra, lejos de los relatos que lo enaltecen hasta lo imposible o le infravaloran por diversos motivos, es un estratega militar. También, un hombre aguerrido y lleno de ambiciones. Un político hábil, pero también una víctima de su incapacidad para descubrir la traición en medio de circunstancias cada vez más confusas.
Pancho Villa: el centauro del norte tiene la capacidad de ser universal. Antes que un relato local o un argumento únicamente dirigido al público mexicano, es un análisis certero acerca de los cambios sociales y las políticas de envergadura. En concreto, aquellos que se producen a través de un líder capaz de articular la voz colectiva en sucesos concretos.
Sin caer en el nacionalismo —una de las grandes virtudes del guion—, la trama logra narrar a México desde su historia. Pero también otras tantos procesos parecidos como los que el país vivió y que Pancho Villa protagonizó representando el rostro de hombres y mujeres anónimos.