En My Adventures With Superman disponible en Max, Clark (Jack Quaid), tiene veinte años y la ambición de ser periodista. También, es un chico estudioso, tímido y torpe, que intenta encontrar su lugar en el mundo. Solo que a diferencia de sus más cercanos amigos Jimmy Olsen (Ishmel Sahid) y Lois Lane (Alice Lee), guarda un secreto. Por lo que, además, de esforzarse en trabajar en el Daily Planet, el joven sabe que debe descubrir el elemento inusual en su vida. Que, por cierto, se trata de algo — todavía desconocido — que le cambiará para siempre. Por lo que el segundo — y privado — propósito de este chico que se sonroja con facilidad y está lleno de buenas intenciones, es descubrir quién es. Su verdadera identidad.

Puede parecer algo lógico a la edad del protagonista. Hasta que el primer episodio, muestra cómo, todavía, siendo un niño, detuvo con las manos un automóvil a punto de estrellarse. La serie de Jake Wyatt no disimula la naturaleza extraordinaria de Superman. Pero sí, la utiliza para narrar una historia de crecimiento. Una que no necesita seguir los clichés de las habituales tramas de origen para funcionar. Clark sabe, desde la infancia, que es fuera de lo común. Alguien que puede correr a una velocidad imposible para un ser humano y con una fuerza colosal. Tiene preguntas, ninguna respuesta y un gran corazón. Porque más allá de sus descubrimientos casi accidentales de sus habilidades, es un buen chico. Un muchacho de Kansas al que le toma por sorpresa comprender que es algo más que el hombre joven que aparenta. 

My Adventures With Superman

Retrata la juventud de Clark Kent (con la voz de Jack Quaid) a partir de la bondad. Lo que convierte al argumento en un recorrido por las contradicciones, ansiedades y esperanzas de un hombre en pleno crecimiento. Se trata de un enfoque distinto a la historia de origen de un superhéroe. Más interesado en la vulnerabilidad del Hombre de Acero que en su fortaleza, la trama tiene un profundo componente emocional. Lo que la distancia de las más recientes aproximaciones a la figura de Ka-El.

Puntuación: 4.5 de 5.

El animado, con su estética rigurosamente anime, profundiza en el superhéroe a través de la bondad. El argumento, a la manera de las icónicas series Smallville o Superman y Lois - está más interesado en mostrar la manera como Clark se integra al mundo humano. Eso, sin relegar la exploración de sus cualidades heroicas. Lo que brinda un desarrollo al personaje muy parecido a los cómics de Jerry Siegel y Joe Shuster de los cuales proviene. Esta versión de Superman, le muestra curioso acerca de lo que puede hacer, en medio de la inseguridad de no comprender del todo a su cuerpo. Mucho más, la forma en cada debate moral y ético, le permite aprender y madurar. 

Un héroe en crecimiento

Uno de los puntos de mayor interés en la serie, es su habilidad para llevar a Clark Kent al plano del cuestionamiento. No solo acerca del origen de todo lo que puede hacer, de dónde viene o cuál es el motivo de su diferencia. También, las decisiones que debe tomar acerca de sus capacidades. En esta ocasión, Superman es un muchacho inexperto que cometerá errores, que aprenderá casi por accidente que vuela, es a prueba de balas o invulnerable. Al mismo tiempo, que esa ventaja formidable, debe llevarle a una decisión casi espiritual. La de ayudar. 

La trama logra establecer de inmediato que es la influencia de sus padres y el amor doméstico, los principales pilares de Clark. Que, incluso, cada una de sus decisiones es parte de los valores del Medio Oeste norteamericano. Un punto que se hará importante al comprender al personaje como un joven ambicioso en lo profesional, pero profundamente humilde en lo que respecta a sus habilidades. La exploración, bien construida acerca del punto de vista sobre el mundo del superhéroe, sorprende por la sensibilidad con que le dota de matices. Aunque debe enfrentarse a peligros reales — y a un que otro enemigo — Clark tiene el tiempo para preocuparse por los problemas pequeños de sus vecinos. Por mimar a su madre o escuchar a sus amigos. 

De la misma manera que en su versión en papel, Clark es un símbolo de esperanza. Pero en esta ocasión, no se trata del misterio que le rodea o el hecho que sea aterrador en su rareza. El joven Superman es un hombre humano en sus sentimientos, inquietudes y prioridades. Lo que le brinda a la serie varios de sus mejores momentos. Desde su amistad con Jimmy — juntos, crean un duo memorable — hasta su amor incipiente por Lois. La vida para Clark se encuentra en medio de los retos de cualquier hombre de su edad, antes que todo lo relacionado con su historia como alienígena. 

El amor entre opuestos

Sin duda, un punto esencial en cualquier trama acerca de Superman, es su relación con Lois. En esta ocasión no es distinto, aunque la serie lo enfoca a partir de los opuestos que se complementan. Mientras el crecimiento emocional e intelectual de Clark es introspectivo y más cercano a una exploración sobre ideales, la joven es toda energía. En especial, todo lo que se relaciona con su sueño de ser reportera. 

My Adventures With Superman tiene en cuenta que sus personajes apenas acaban de salir de la adolescencia, por lo que su vida se encuentra en precario equilibrio de sus aspiraciones. A la vez, de una versión sobre el bien y el mal personal en formación. Lo que lleva a que la futura pareja, debata con frecuencia — y puntos de vista antagónicos — que desean del porvenir, de sus profesiones e incluso, sentimientos. 

Date de alta en MAX y tendrás acceso a las mejores series y películas exclusivas como The Wire, Los Soprano o Casa del Dragón. Incluye todo el catálogo de Warner, los clásicos de Cartoon Network, los grandes estrenos y el mejor deporte.

Con dos capítulos de un total de diez, la serie es una extraordinaria visión, emocional, sencilla y bien construida de un personaje complejo. Clark Kent es solo un muchacho de Kansas que recorrer la larga senda hacia un extraño trayecto personal. Pero a la vez, esta reinterpretación del héroe es más rica en matices que la mayoría. Más consciente de las vulnerabilidades interiores de un hombre poderoso. El elemento más conmovedor del animado.