En Barbie, dirigida por Greta Gerwig, la muñeca titular es el centro de una cuidadosa reflexión sobre la sociedad, la cultura de masas y el rol de la mujer. Por eso su final es tan interesante. Además, es una exploración acerca del género y las relaciones entre madres e hijas, todo en medio de una sátira aguda y llena de referencias al cine clásico. La película, es un recorrido a través de la historia de una de las marcas más famosas, icónicas y exitosas del mundo, que la directora utiliza como alegoría al mundo contemporáneo.

Por ese motivo, su argumento tiene varios niveles de interpretación y se hace cada vez más complejo a medida que atraviesa diversos escenarios. Desde la exploración a toda la mitología de Mattel como empresa hasta una crítica directa contra el prejuicio y la discriminación. Barbie sorprende por su madurez y sensibilidad. Entre bailes, diálogos rápidos e incluso burlas a fenómenos de masa como La Liga de la Justicia de Zack Snyder, el largometraje plantea varias ideas. 

Barbie (Margot Robbie), atraviesa una crisis existencial que la hace cuestionar el lugar que ocupa en su perfecto mundo color rosa. Lo mismo ocurre con Ken (Ryan Gosling), que, de pronto, comprende que es mucho más que un accesorio y todo lo que tiene que entender acerca de su individualidad. Entre ambas cosas, la película plantea la importancia de la muñeca como símbolo de identidad de niñas y mujeres por sesenta años. Los cuestiona y los redimensiona a un nuevo nivel de importancia.

Barbie

Un largo trayecto para una heroína en rosa

Por lo que, el argumento muestra la influencia de Barbie en generaciones de niñas, los errores de Mattel como compañía e incluso, el dominio corporativo. Algo que convierte a su viaje interior en una extraña alegoría a las mujeres en la actualidad, sus diversas luchas y aspiraciones. También, a las presiones que deben soportar y cómo pueden lidiar con cada una de ellas. 

El guion, escrito por la directora junto a Noah Baumbach, sigue el recorrido de su protagonista en el mundo humano. Una vez allí, el personaje descubre que los supuestos aportes que siempre creyó brindó a la historia, no eran reales. Al menos, no tan poderosos o trascendentales como supuso. Lo que provocará que deba replantear cada cosa en la que juzgó cierta, hasta descubrir que el propósito de su existencia. 

Lo que hace que el final de la película de Greta Gerwig sea especialmente significativo. No solo se trata de la conclusión del viaje de Barbie para encontrarse a sí misma. A la vez, retrata el poder que adquiere el personaje luego de responder — la mayoría — de sus preguntas emocionales y encontrar un lugar en el mundo real. Una travesía que convierte a los últimos diez minutos de la cinta en una reflexión acerca de lo femenino. En particular, en una época de grandes exigencias morales, éticas y estéticas.

Barbie

El final de Barbie, explicado

Luego de recuperar Barbieland de la influencia de los Ken, Barbie recibe una inesperada visita. En un homenaje directo a la historia de la muñeca titular, Ruth Handler (Rhea Perlman) o al menos, su espíritu, llega a la tierra de ensueño. Luego de revelar su identidad como la creadora de cada una de ellas, escucha las preocupaciones del personaje encarnado por Margot Robbie. En especial, que al contrario del resto de sus congéneres, no tiene propósito, puesto que solo es la Barbie estereotípica. Ruth, conmovida, le toma de la mano e insiste, que le explicará que más allá de lo que aprendió en la región color de rosa, hay ideas que debe profundizar

Entonces, ambas llegan a un espacio en las que se encuentran lejos del mundo humano y del que habita Barbie. Ruth explica a esta última, que puede escoger que ser. Que, nunca creyó, pudiera ordenar a ninguna de sus creaciones a dónde llegar o que ser. Pero que antes que alcance esa resolución, le mostrará la experiencia de ser una mujer real en toda su potencia. Los personajes se toman de las manos y Barbie, puede admirar una serie de imágenes conmovedoras sobre las niñas y mujeres del mundo. Un recorrido visual que la lleva a comprender sentimientos, momentos y el peso de su real influencia en millones de niñas a lo largo de seis décadas. 

Gracias a eso, Barbie decide ser una mujer, sin dolores o arrepentimientos por lo que deja atrás. La siguiente toma le muestra, junto a Gloria (America Ferrera) y su familia, en su primer día en el mundo real. Luego de despedirse de todos con nerviosismo, la cámara le sigue hasta una oficina. Una vez allí, se presenta como Bárbara Handler, el nombre de la hija de su creadora, que, de hecho, dio origen a la marca más famosa del mundo. En su última escena, alguien pregunta a Barbie a qué ha venido. A lo que la muñeca más famosa del mundo responde ufana que a su primera cita con el ginecólogo. Una alusión clara y sorprendente, al hecho que, al contrario de lo que antes era, ahora tiene genitales y, por tanto, es un ser humano normal. 

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