Un grupo de ex empleados de Twitter, despedidos con la llegada de Elon Musk, se juntaron y armaron una demanda colectiva. Están exigiendo el pago de al menos 500 millones de dólares, que corresponderían a las indemnizaciones que les fueron prometidas antes de ser desvinculados y que la empresa nunca pagó.

El grupo es liderado por Courtney McMillian, quien fue supervisora de los programas de beneficios para empleados de Twitter, antes de que la despidieran en enero de este año. McMillian presentó la demanda colectiva este miércoles, en el tribunal federal de San Francisco, Estados Unidos, informó The Guardian.

Twitter habría creado en 2019 un nuevo plan de indemnización. De acuerdo con la denuncia, a la mayoría de los trabajadores le corresponderían dos meses de su salario base más una semana de pago por cada año completo de servicio. A empleados senior como McMillian, seis meses de salario base si eran despedidos.

La compañía, sin embargo, solo pagó a las personas despedidas un máximo de un mes de indemnización. Muchos de ellos ni siquiera recibieron una compensación, sostiene la demanda. Se está acusando a Twitter y Musk de violar una ley federal en Estados Unidos que regula los planes de beneficios para empleados.

Musk, desde que asumió el control, ha reducido la fuerza laboral de la red social de manera estrepitosa: la plantilla pasó de 7.500 a solo 1.500 trabajadores, aproximadamente. Por eso, esta no es la única demanda en curso luego de las olas de despido.

Elon Musk fondo logotipo de Twitter

Una demanda más contra Musk y Twitter

Twitter fue demandado en junio por incumplir el pago de millones de dólares en bonos que le debe a ex empleados y a trabajadores activos. También existen otras denuncias relacionadas con despidos enfocados en mujeres y personas con discapacidad. La compañía y Musk aseguran que las acusaciones no tienen sustento y que no ha actuado mal.

En conflicto laboral ha estado acompañado estos meses de una lluvia de reclamos por incumplimientos por parte de Twitter. Ha habido de todo: desde la falta de pagos de algunas de sus oficinas en Londres o San Francisco, hasta cuentas pendientes por millones de dólares a proveedores de software.

Platformer informó en junio que Musk se había negado a pagar los servicios de Google Cloud, justo cuando le tocaba renovar el contrato. Pasó algo parecido con Amazon: La compañía fundada por Jeff Bezos tuvo que amenazar a Twitter en marzo con la retención de los pagos de publicidad. Twitter no había pagado las facturas pendientes relacionadas con servicios de computación en la nube.

Y es que el ingreso de dinero está comprometido. The New York Times informó que las ventas publicitarias de Twitter cayeron 59% en abril, en comparación con el mismo período del año pasado. Insider Intelligence pronosticó en abril que esta partida caería, al menos, un 28% este año. Un duro golpe porque el principal negocio de Twitter es, precisamente, el publicitario.