Todos tenemos la sensación de que hay muchas personas que cumplen años en la misma época que nosotros. Eso nos puede hacer pensar que nacimos en una época en la que hay más partos de lo normal, pero generalmente se trata de un simple sesgo de confirmación. Ahora bien, ¿hay realmente una estación más fértil? Esta es una pregunta que se han hecho muchos científicos y, si bien hay serias dudas sobre las causas, algunos estudios parecen apuntar a que sí hay una época del año en la que se producen más embarazos.
De hecho, esto se ha estudiado tanto en reproducción asistida como en concepciones naturales. Sobre lo primero se acaba de publicar una revisión de estudios en la que se señala que parece haber un mayor porcentaje de éxito en los ciclos de fecundación in vitro si se usan óvulos que se congelaron en verano. Por otro lado, con respecto a la concepción natural, la estación más fértil varía en diferentes lugares del mundo, lo cual corrobora que, en cierto modo, podría ser algo más que una casualidad.
Pero las causas no están claras. Los científicos que opinan que sí existe una estación más fértil creen que puede deberse a factores como la temperatura o las horas de luz diarias. También hay investigadores que opinan que ciertos cambios de hábitos de los seres humanos pueden influir en la posibilidad de embarazo. En definitiva, no hay nada seguro, solo algunas hipótesis. Estas son las más aceptadas hasta el momento.
¿Qué pasa con los óvulos congelados?
Cuando se realiza un ciclo de fecundación in vitro, los óvulos no se usan siempre inmediatamente. Pueden darse casos como que alguien conserve sus óvulos para usarlos con el paso del tiempo. Así, aunque tenga una edad más avanzada, usará los gametos de una época en la que era más joven y, por lo tanto, estaban menos dañados.
También puede que sean óvulos de donante. En ese caso, se congelan hasta encontrar a alguien que necesite usarlos.
Tanto en estas como en otras situaciones que involucren congelación o vitrificación de óvulos, parece ser que la época en la que se hace es importante. Al menos, esa es la conclusión de una revisión publicada recientemente en Human Reproduction. En ella se analizan estudios anteriores en los que se concluye que el verano parece ser el mejor momento del año para recoger los óvulos.
El primero de esos estudios analiza 3.657 transferencias embrionarias realizadas durante ocho años en una clínica de fertilidad en Perth, Australia. Se vio que los embriones obtenidos con óvulos que se recogieron en días con más de 10 horas de sol tenían un 28% más de probabilidades de dar lugar a un nacimiento vivo que los recogidos con menos de 7 horas diarias de sol. En cambio, no parecía que hubiese relación con las temperaturas.
Por el contrario, estas sí que parecen influir en el segundo estudio que se analizó. En este caso, cambian de hemisferio y viajan hasta el norte, concretamente a la ciudad estadounidense de Boston. Allí, en 2022, se vio que los ovocitos recogidos en verano tenían un 42% más de probabilidades de acabar con un parto a término, en comparación con los recogidos en invierno. Además, los que se recogieron en los días más cálidos tenían un 34% más de probabilidad de dar lugar al nacimiento de un bebé vivo.
Es importante remarcar que todo esto hace referencia solo al momento en que se recogieron los óvulos. Si estos se congelaron y se fecundaron más tarde, eso no importa. Como tampoco importa el momento de la transferencia al útero.
Las causas no están claras
Los autores de esta revisión de estudios no tienen claro cuál es el motivo. Sí parece que se puede concluir que el verano es la estación más fértil del año, al menos en lo referente a la extracción de óvulos. No obstante, no se sabe si es por el número de horas de sol o por la temperatura. De ser por lo primero, podría haber relación con la melatonina o la vitamina D.
La melatonina es una hormona muy vinculada con los ritmos circadianos. Su liberación se inhibe durante el día y se estimula durante la noche, indicando cuándo ha llegado el momento de dormir. Podría ser que, cuantas más horas inhibida, mayor calidad tendrán los óvulos. Pero no está claro. En cuanto a la vitamina D, las radiaciones solares estimulan su síntesis, por lo que podría tener un papel en la calidad ovocitaria. Pero no se sabe. Ahora bien, ¿qué pasa con la reproducción natural?
La estación más fértil en los embarazos naturales
Fuera de la reproducción asistida también se ha hablado sobre una posible estación más fértil. Aunque hay bastantes dudas al respecto. Por ejemplo, se ha visto que en Europa hay un pico de nacimientos en marzo y abril, mientras que en el sur de Estados Unidos es justo en abril y mayo cuando disminuyen los nacimientos. ¿A qué puede deberse esto?
Hay muchas hipótesis al respecto. Para empezar, podría ser una cuestión de temperatura. Se sabe que la calidad espermática disminuye con las temperaturas elevadas. Sobre todo cuando se utilizan prendas muy apretadas que aumentan aún más la temperatura de los testículos.
Dado que en el sur de Estados Unidos las temperaturas son muy elevadas en verano, podría ser que, nueve meses después, en abril y mayo, se produzcan menos nacimientos. De hecho, hay estudios que apuntan a que las temperaturas elevadas podrían dar lugar también a una pérdida de embriones en etapas muy tempranas de la gestación. Incluso antes de que se detecte el embarazo.
Por otro lado, hay estudios que señalan que en épocas festivas, como Navidad o verano, las personas son más propensas a tener relaciones sexuales sin protección. Esto sería lo que lleva a que en Europa haya tantos nacimientos en primavera. Pero también en septiembre. Otros estudios, realizados en Irán, han encontrado un pico de fertilidad en otoño.
Finalmente, hay investigaciones que señalan la importancia del fotoperiodo. Es decir, al igual que con los óvulos en reproducción asistida, se piensa que puede haber una estación más fértil en relación con el número de horas de sol al día. Nada de esto se sabe con seguridad. Al fin y al cabo, nacen bebés durante todo el año. Pero sí que parece cierto que, según donde vivamos, el calor que haga, las horas de sol e incluso cómo nos vistamos o los hábitos que tengamos, puede haber una estación más fértil. La mayoría de estudios señalan al verano. Por eso, si buscas descendencia y vives en el hemisferio norte, puede que este sea el mejor momento para ponerte manos a la obra.