Según los satélites del Programa de Observación de la Tierra de la Unión Europea, Copernicus, los primeros días de junio han batido un récord bastante preocupante. Y es que, en poco más de una semana, se ha superado el aumento de 1,5ºC en la temperatura global que se estableció en el Acuerdo París que no debía rebasarse bajo ningún concepto.
Cabe destacar que esto ya había ocurrido antes, pero nunca en junio. Al menos no desde que empezaron a hacerse los primeros registros. Además, es importante destacar que lo que se estableció en París es que sería preocupante que esto ocurriese de media en un periodo completo, durante 20 o 30 años. Por lo tanto, aún hay marcha atrás, pero sí que debemos tomarnos esto como un aviso de que no llevamos buen camino.
De hecho, los estragos del cambio climático llevan tiempo haciéndose notar. Esto es solo un ejemplo numérico del rumbo que hemos tomado y que debemos intentar detener. Si no, en muy poco tiempo las consecuencias serán catastróficas.
¿Qué se decidió en el Acuerdo de París?
En 2015, durante la Cumbre Mundial del Clima celebrada en París, 196 países firmaron un acuerdo por el que se comprometían a evitar un aumento de 2ºC, a ser posible 1,5ºC, de las temperaturas globales con respecto a los niveles preindustriales.
Sabemos que buena parte del aumento de las temperaturas globales se debe a las emisiones de los vehículos y la actividad industrial. Por eso, se tomó como referencia el periodo ocurrido entre 1850 y 1900. Fue a partir de ahí cuando la actividad humana comenzó a propiciar el aumento de las temperaturas globales que ahora queremos frenar.
Los cálculos de los expertos establecieron que un aumento de 2ºC con respecto a ese periodo sería muy grave si se mantuviese en el tiempo. Por eso, se decidió poner ahí el límite y, a ser posible, en 1,5ºC. Para ello, los países firmantes se comprometieron a tomar las medidas necesarias para reducir las emisiones dentro de sus fronteras.
Unos lo han hecho mejor que otros, pero lo que está claro es que, a nivel global, no se está cumpliendo.
¿Qué supone un aumento de 1,5ºC en la temperatura global?
Al hablar de un aumento de 1,5ºC debemos recordar que estamos hablando de las temperaturas globales. Es decir, no consiste en pasar de 28 a 29,5ºC en un punto del planeta. Se trata de fluctuaciones en un parámetro llamado temperatura de equilibrio radiativo. Es algo mucho más uniforme, que deriva de una ley de la física, conocida como ley de Stefan-Botzmann. Según esta, existe una relación matemática entre la temperatura y la cantidad de energía emitida por radiación. Por eso, midiendo esto se puede obtener algo parecido a una media de la temperatura global del planeta.
Esa temperatura global es la que ha pasado de los 1,5ºC en los primeros 11 días de junio, según Copernicus. Y esa temperatura global es la que puede seguir aumentando si no hacemos nada para solucionarlo
Se puede solucionar, pero no debemos perder el tiempo
Las mediciones tomadas por ERA5, la quinta generación de reanálisis atmosférico que forma parte de Copernicus, vienen a confirmar algo que ya se intuía. De hecho, en mayo la Organización Meteorológica Mundial publicó un informe en el que se señalaba que hay una probabilidad del 66 % de que la temperatura media anual del mundo en 2023-2027 sea de más de 1,5 °C por encima de los niveles preindustriales durante al menos un año.
Aún no hemos llegado a eso, pero ya hemos superado ese límite en la temperatura global en una época del año en la que aún no se había llegado hasta ahí. Por otro lado, en ese mismo informe se mencionaba que hay un 98 % de probabilidad de que al menos uno de los próximos cinco años, y el período de cinco años en su conjunto, sea el más cálido registrado. Y también un 32 % de probabilidad de que la media de cinco años supere el umbral de 1,5 °C.
De ahí a completar el periodo de 20 años no hay tanta distancia. Por eso, está claro que las medidas de los países firmantes del Acuerdo de París no son suficientes. O no las están implementando bien. Hay que analizar el plan de actuación, porque ya está claro que no nos sobra el tiempo.