En el documental Stan Lee, una leyenda centenaria, disponible en Disney+, el reconocido creador narra paso a paso su éxito, en primera persona y desde el humor. El que fuera un importante pilar en el éxito de la casa editorial se mira a sí mismo como uno de sus superhéroes. Imperfecto y torpe, pero con la asombrosa habilidad de crear mundos imaginarios. Algunos tan extraordinarios como para marcar un hito en el mundo del cómic y también más allá de él.

De hecho, buena parte de Stan Lee, una leyenda centenaria se dedica a explorar el trabajo del protagonista a partir de su trascendencia. Desde su aporte a la cultura popular, hasta su firme conexión con una forma concreta de relatar en cine y televisión. El artista emerge de su biografía como una figura humilde, graciosa y llena de esperanza. Especialmente, cuando relata su largo recorrido desde un chico de Nueva York con un padre desempleado, hasta una figura clave en el mundo del entretenimiento.

Pero, en el largometraje de David Gelb, lo valioso en Stan Lee no es únicamente su perdurable aporte. Es haber construido un universo en constante expansión que se extiende en una red de buena voluntad. El artista es descrito por sus parientes, empleados y, sobre todo, por su socio y cómplice Jack Kirby como un hombre consciente del poder individual. Lo que equivale a decir que cada una de sus obras es una expresión de su fe en la humanidad, la bondad del ciudadano común y el mundo cotidiano. Un punto en que Stan Lee, una leyenda centenaria insistirá una y otra vez.

Stan Lee, una leyenda centenaria

Este documental es un recorrido cariñoso y bien narrado por la vida de uno de los grandes creadores de la cultura popular del siglo XX. Con una narración íntima, uso de material inédito y la voz del propio Stan Lee, explora el éxito de Marvel, pero también cómo la editorial cambió el mundo de las historietas. Una historia que no puede narrarse de forma independiente a la de su creador. El argumento toca desde el éxito de Stan Lee, hasta sus momentos más bajos y se toma el tiempo de revisar algunas de sus controversias. Al final, el largometraje es una despedida, simbólica y completa, a una figura central del mundo de la cultura popular.

Puntuación: 4 de 5.

El niño de Nueva York que amaba leer

Stan Lee nació el 28 de diciembre de 1922 en Manhattan. Stan Lee, una leyenda centenaria analiza el momento, en apariencia corriente, con una nota humorística. Lo que incluye utilizar una secuencia de stop motion para profundizar en la vida familiar del creador. La producción tiene especial interés en puntualizar que profundiza en los logros de un hombre que basó su vida en la invención y la alegría. Por lo que, las secuencias que exploran la primera juventud y adolescencia del artista tienen un aire festivo y tierno.

Hijo de una pareja que sufrió los rigores de la crisis económica de EE. UU. de la década, se vio obligado a comenzar a trabajar con apenas 17 años. Un adolescente que amaba leer y que, de hecho, confiesa con cierto tono inocente, no hacía otra cosa que escribir historias que creía nadie leería. El argumento de Stan Lee, una leyenda centenaria tiene habilidad para mostrar que Stan Lee construyó su recorrido hacia el éxito gracias a su esfuerzo, pero también a su talento. El muchacho, que supuso que narrar aventuras de seres imaginarios no le llevaría a ningún lugar productivo, pronto comprobó que el mundo tenía un espacio para él.

Stan Lee sonriendo mientras lee
Stan Lee sonríe mientras lee en Nueva York el 14 de octubre de 1991. (Foto de David Pokress/Newsday RM via Getty Images)

Su meteórico ascenso en Marvel

Algo que descubrió apenas comenzó a trabajar como el chico de los recados en Timely Comics, la futura Marvel. La experiencia de comprender todo lo que implicaba la publicación de las historietas fue decisiva en su vocación. Mucho más lo fue que había llegado al sitio idóneo para que alguien tan joven como él pudiera ser escuchado y respetado.

Dos años después, el recadero ya era editor, más tarde, director de arte y, finalmente, escritor jefe de la compañía. En el camino, el joven que relataba mundos de monstruos que generaban simpatía y héroes que pagaban el alquiler, comprendió el poder a su alcance. Construir una herencia que convirtiera al cómic en un suceso que pudiera aspirar a cambiar el mundo del espectáculo.

Stan Lee, una leyenda centenaria: dibujar, trabajar y soñar

El documental avanza a través de los triunfos de Stan Lee, pero también de sus fracasos. Desde sus primeros héroes —Spider-Man ocupa un lugar especial—, hasta los que no fueron tan reconocidos ni aceptados. El guion tiene un particular interés en demostrar que los casi cien años de vida del dibujante fueron un continuo aprendizaje. 

El mensaje resulta mucho más claro cuando su estrecha colaboración con Jack Kirby se vuelve centro de interés. Entonces, Stan Lee, una leyenda centenaria cambia de tono al transformar las secuencias en viñetas y narrar una amistad que engendró personajes extraordinarios. La dupla, que llegó a crear más de cincuenta cómics distintos, terminó por ser tan cercana que volvió difusas las líneas de la autoría. Lo que se hizo un problema real.

La producción no ignora la situación y la aborda en una conversación radial que sirve de puente en el dilema. ¿Qué pertenece a quién, si las ideas surgían en medio de discusiones, risas, bromas y los personajes tenían la voz de un creador pero la apariencia ideada por otro?

Resulta conmovedora la manera en que Stan Lee, una leyenda centenaria avanza por los incontables obstáculos de llevar adelante un proyecto artístico. Marvel, tal y como la conocemos en la actualidad, nació de la osadía y la tremenda energía de Stan Lee, decidido a que los cómics dejaran de narrar dioses. Su insistencia por mostrar seres humanos con dolores, pesares y alegrías —a la vez que superpoderes— cambió el mundo del cómic. Tanto como para que el trabajo del artista fuera el centro de gravedad de una forma de narrar la fantasía a un nivel por completo nuevo.

Hasta siempre, querido amigo

Stan Lee durante la premiere de Capitán América: Civil War
Stan Lee durante la premiere de Capitán América: Civil War en 2016 en Los Ángeles, California. (Photo by Frazer Harrison/Getty Images)

En su última media hora, Stan Lee, una leyenda centenaria muestra el final de la vida de un espíritu inagotable. También su lado más doméstico. En especial, su matrimonio con su esposa Joan, que se narra como un cuento de hadas optimista. No obstante, sin duda, el mayor interés del director es sostener el mito de Stan Lee, un soñador sin remedio que terminó por construir un imperio. A la vez, un adulto que jamás dejó de recordar sus grandes ilusiones infantiles.

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Entre ambas cosas, el guion llega a su emotivo cierre en una despedida simbólica. Quizás, solo del hombre que fue Stan Lee. Pero dejando claro que su legado es parte de algo más importante que le sobrevivirá, como sus personajes, escenarios y mundos. El mayor aporte de un niño que una vez soñó que los monstruos podían ser amables.

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