El primer número de Los 4 Fantásticos, obra de Stan Lee y Jack Kirby, apareció en noviembre de 1961. Desde entonces, la casi extinta Editorial Marvel no solo se recuperó, sino que escribió una de las etapas más importantes en la historia del cómic: la Edad de Plata. Una pieza clave de Marvel y sus creativos es el nombrado "Método Marvel"; una forma de trabajo que se relaciona directamente con Stan Lee. Veamos por qué.

Durante la Edad de Plata, el mundo vio nacer a Hulk, Thor, Spider-Man, Daredevil y a los X-Men, entre muchos otros. El éxito de los super héroes de Marvel en gran parte se atribuye en la construcción compleja de los personajes. Es decir, con problemáticas sociales, mentales y existenciales que los acercaba al público de una forma única. La creación de personajes sorprendentes, pero con profundas heridas emocionales y complicaciones personales, conquistó al público de las décadas de los sesenta y setenta.

El Método Marvel vs guion completo

Para cuando Stan Lee laboraba en una cada vez más precaria Editorial Marvel, el método de trabajo para la creación de una historia de cómic era el denominado "guion completo". Es decir, en donde el escritor escribía la historia paso a paso, con la descripción de lo que aparecería en cada viñeta. Con este material los dibujantes hacían lo propio y, más tarde, el escritor agregaba los diálogos que también tenía que redactar.

Por el contrario, en el Método Marvel, el escritor contaba la historia a los artistas gráficos y estos la hacían realidad con gran libertad creativa. Esto por un lado enriquecía los números por la plasticidad de las páginas, pero también daba libertad a los escritores de inventar cada vez más historias. Según se dice, esto permitió que Stan Lee pudiera crear un sin número de super héroes que perduran, no solo presentes, sino exitosos y actuales en la cultura popular.

Claro que, el Método Marvel no está libre de polémica, como no lo está la carrera e imagen de Stan Lee. Pues se dice que muchos de los personajes y de las historias que se le atribuyeron fueron confeccionadas en equipo y no por un solo hombre. En este caso, Lee. Es aquí en donde figuran nombres como Steve Ditko y Jack Kirby.

Jack Kirby, el rey sin corona del cómic

Método Marvel

Al innegable legado de Stan Lee siempre le seguirá la idea de que muy probablemente los personajes e historias que encumbraron a Marvel fueron hechos en conjunto con un equipo de dibujantes y creativos. Y no son productos exclusivamente de su ingenio, que sin duda tenía.

Para ampliar la idea anterior, debemos reconocer que la inflexibilidad de los derechos de autor que hoy conocemos no eran igual en aquellos años. De hecho, se sabe que Jack Kirby realizó gran parte de su obra antes de Marvel, trabajando en conjunto con Joe Simon con este método (sin tener entonces el nombre de "Método Marvel", claro). Ambos lograron, en los años cuarenta, tener títulos exitosos e incluso firmar sus cómics con sus apellidos en la portada, algo inusitado hasta entonces. Kirby y Simon trabajaron en Timely Comics y más tarde en National Comics (ahora DC), con gran éxito.

Posteriormente Kirby se unió a las filas de Marvel y, como se dice, el resto es historia. Solo que un hombre capitalizó para sí el gran éxito de los nuevos superhéroes y villanos que publicó la Casa de las ideas: Stan Lee. Se sabe que Lee tenía un carisma apabullante y que se volvió la cara y firma de Marvel. Algo que trajo no pocas disputas por este motivo a puertas adentro de la editorial.

Y es que el Método Marvel se volvió una forma de trabajo común en aquella época. Sin embargo, la autoría de los personajes y de las historias más emblemáticas de la Edad de Plata del cómic se adjudicaron a Lee. Incluso tras la muerte de Jack Kirby en 1994, siguió en disputa la autoría. El asunto se extendió hasta 2014 cuando la familia de Kirby y Marvel llegaron a un acuerdo.

Pese a las desventajas para unos y ventajas para otros, este método permitió que se confeccionaran las historias y personajes más emblemáticos de la Edad de Plata, pero también de la historia de los cómics, el noveno arte.

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