Los efectos de viajar al espacio se han estudiado muchísimo desde que los primeros astronautas salieron de nuestro planeta. Sin embargo, dado el cariz que empieza a tomar la carrera espacial, habría que estudiar también los efectos acumulativos. Es decir, ¿qué pasa si una persona pasa mucho tiempo en el espacio? ¿Y si apenas tiene tiempo de reposo entre un viaje y el siguiente?

Estas dos preguntas se las hizo un equipo de científicos de la Universidad de Florida, cuyos resultados se acaban de publicar en Scientific Reports. Concretamente, querían analizar uno de los efectos de viajar al espacio más conocidos: el aumento del volumen cerebral.

Hace tiempo que se sabe que el volumen cerebral de los astronautas aumenta a causa de la ausencia de gravedad. En la Tierra esta ayuda a que los fluidos corporales se distribuyan por el cuerpo, cayendo hacia abajo. Sin embargo, en el espacio eso no pasa. Por eso, tienden a irse hacia arriba, acumulándose, por ejemplo, una gran cantidad de líquido cefalorraquídeo. Se cree que, en parte, este aumento del volumen cerebral estaría relacionado con los problemas de visión de los astronautas, otro de los efectos de viajar al espacio más frecuentes. Por eso, se han estudiado mucho tanto las causas como las posibilidades de recuperación. Ahora, sabemos que sí puede llegar a recuperarse el volumen normal, pero siempre que los astronautas dejen un tiempo prudencial entre una misión y otra. 

Los efectos de viajar al espacio en el cerebro

El aumento del volumen cerebral causado por determinadas enfermedades se ha relacionado con problemas para caminar, demencia e incontinencia urinaria. Esto no le ha ocurrido de momento a ningún astronauta. No obstante, hay mucho interés en saber si podría haber consecuencias a largo plazo.

Por eso, los autores de este nuevo estudio realizaron una resonancia magnética cerebral a 30 astronautas. De todos ellos, 8 habían realizado misiones de dos semanas, 18 habían permanecido en el espacio durante seis meses y los 4 restantes habían estado todavía más tiempo. 

El objetivo era comprobar si los ventrículos, donde se acumula el líquido cefalorraquídeo, se habían hinchado en los viajes y, además, calcular el tiempo que tardan en recuperarse.

Así, vieron que, en todos, hubo un aumento del volumen cerebral. Este fue aún mayor si habían pasado al menos seis meses en el espacio. No obstante, una vez en la tierra todo iba volviendo poco a poco a la normalidad. El problema es que es una recuperación lenta, de modo que los que emprendieron una nueva misión demasiado pronto no tuvieron tiempo de recuperarse.

derrame cerebral, efectos de viajar al espacio
El cerebro es uno de los órganos más afectados por viajar al espacio.

Se deben esperar tres años

Según los cálculos realizados en el estudio, para que estos efectos de viajar al espacio se recuperen por completo se deben dejar al menos tres años entre misión y misión. Hasta ahora, eso ha sido relativamente sencillo. No obstante, cada vez se realizarán más misiones espaciales tripuladas, por lo que se podría recurrir a los astronautas de una forma más continuada. Este estudio es muy interesante, porque establece cuáles deben ser los tiempos de recuperación. 

Eso sí, solo sirve para uno de los muchos efectos de viajar al espacio. Lo óptimo sería hacer otras investigaciones similares en torno al resto de síntomas. Así, los astronautas del futuro podrán mirar hacia ese punto azul pálido en el que se convierte la Tierra de una forma mucho más segura. 

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