Cuando contratas “internet”, es decir, una conexión que hoy en día suele ser de fibra óptica, un técnico especializado se encarga de instalarte un router. Ese aparato centraliza las conexiones de tu hogar: tanto el WiFi como la propia conexión a internet por cable y servicios asociados como telefonía fija o televisión por IPTV. Así que este aparato es el más importante para “estar conectado”. Así que si tienes problemas de cobertura WiFi o la velocidad no es la deseada, tal vez tengas que entrar en tu router. Y para ello debes usar la IP 192.168.1.1.

Es muy posible que nunca tengas que tocar tu router. Como mucho, reiniciarlo en caso que te dé problemas. Apagar y volver a encender siempre ha sido una solución universal que resuelve la mayoría de problemas tecnológicos. Pero en ocasiones te verás obligado a cambiar la configuración del router. Por suerte, es más fácil de lo que parece. Siempre y cuando sepas qué estás tocando.

Qué es 192.168.1.1

Así que vayamos al meollo de la cuestión. Por defecto, el router viene configurado para que lidie con las conexiones a internet sin que tú tengas que hacer nada. Él mismo se encarga de distribuir el ancho de banda en función de los dispositivos, aplicaciones y juegos que utilices en cada momento. 

Pero si tienes que entrar en tu router para hacer algún retoque en su comportamiento por defecto, habrás oído hablar de la combinación numérica 192.168.1.1. Estos números corresponden a la IP local de tu router. Brevemente. Para identificar a cualquier aparato conectado a una red, se le asigna una dirección IP. Tiene una IP local, asignada por el router, y una IP externa asignada por tu proveedor de internet. 

La IP local sirve para identificar los aparatos conectados a tu router. Y para identificar el propio router. Así es posible crear reglas para que un dispositivo reciba más ancho de banda o, al contrario, para que no pueda conectarse. Y como el router es el dispositivo más importante de la red de tu hogar, se le asigna siempre la primera, 192.168.1.1.

Hoy en día todos tenemos este aparato en casa para acceder a internet

Precauciones antes de entrar en tu router

Decíamos antes que un router está configurado para funcionar correctamente y sin nuestra intervención. Ni tan siquiera nos necesita para actualizarse. Cuando el proveedor de internet lanza una actualización, el propio router la descarga e instala. Así que si vas a entrar en tu router, tendrás que ser precavido. Es decir, toca sólo aquello que conozcas.

Si algo va mal, siempre puedes reiniciar el router. Y como último recurso, restaurarlo. Al restaurar el router harás que vuelva a los valores por defecto cuando lo encendiste por primera vez. Tendrás que vincular de nuevo tus dispositivos conectados pero, al menos, habrás deshecho cualquier cambio que afectase al rendimiento del router.

Pero muy pocas veces hay que llegar a este extremo. Entrar en tu router es sencillo, si bien debemos guardar los datos de acceso a buen recaudo y no compartirlos con nadie. Una cosa es compartir tu clave WiFi y otra muy distinta permitir que cualquiera reconfigure tu router.

Cada modelo y proveedor tienen una pantalla distinta para entrar en tu router a través de 192.168.1.1

Cómo entrar en tu router

En el mercado hay decenas de modelos y fabricantes de routers. Normalmente no lo eliges tú, ya que tu proveedor de internet te instala el que él considera. Pero todos tienen en común que para configurarlos debes acceder a la IP local del router desde un navegador web. En la mayoría de ocasiones, la IP es 192.168.1.1, pero también puede ser 192.168.0.1. 

Para asegurarnos de cuál es la correcta, lo mejor es preguntárselo directamente al router. Suelen llevar una pegatina en un lateral o debajo del mismo que indica la IP 192.168.1.1 y las credenciales de administrador. Es decir, el nombre, que suele ser admin, y una contraseña. Con esos tres datos ya puedes entrar en tu router.

Aunque puedes entrar desde cualquier dispositivo con navegador, te será más cómodo hacerlo desde un ordenador. Abre cualquier navegador web, introduce la dirección 192.168.1.1 en la barra de direcciones o barra de búsqueda y verás una pantalla de inicio de sesión. Indica el usuario y la contraseña que viste en la pegatina del router y pulsa en el botón correspondiente para seguir.

A partir de aquí, cada router es diferente a los demás. Normalmente, verás una barra lateral con opciones organizadas en categorías. En ocasiones tienes un atajo para alternar entre las opciones básicas y las opciones avanzadas

A continuación vamos a ver las tareas más importantes que puedes hacer con tu router. Como referencia he usado mi propio router, el que vienen instalando en los últimos años Movistar y O2.

Qué puedes hacer si accedes a tu router

¿Merece la pena entrar en tu router? Como vimos al principio de este artículo, acceder al router es una necesidad cuando se producen cortes frecuentes en la línea, la velocidad no es la deseada, quieres crear un punto WiFi para invitados o impedir el acceso a determinados dispositivos. Para siempre o en determinadas horas del día.

También hay routers que integran control parental. Esto facilita la tarea de limitar el acceso a la red del ordenador, tablet o teléfono de tus hijos y así limitar los días y horas de conexión. Y no nos olvidemos de abrir los puertos para jugar online a mayor velocidad. O para que determinadas aplicaciones desempeñen mejor sus tareas.

Entrar a tu router resulta útil para hacer cambios en tu WiFi

Configurar tu conexión WiFi

La primera parada al entrar en tu router seguramente se deba al WiFi. No tiene pérdida. Como hoy en día hay dos conexiones WiFi simultáneas, una más lenta pero con más cobertura de 2,4 GHz y otra más rápida pero con menos cobertura de 5 GHz, encontrarás dos secciones para configurar por separada cada conexión WiFi.

Esto es lo que puedes cambiar en tu router:

  • Cambiar el nombre de tu WiFi: para dificultar su identificación
  • Cambiar la clave del WiFi: para evitar que alguien use la clave por defecto
  • Ocultar tu WiFi: hará más difícil acceder a ella
  • Cambiar de canal WiFi: si tienes problemas de cobertura, prueba a cambiar de canal
  • WiFi para invitados

Si sueles traer conocidos o familiares a casa, es probable que quieran conectar sus teléfonos a internet por WiFi. En vez de ir dando a diestro y siniestro la clave de tu WiFi, ¿por qué crear un punto WiFi específico para invitados?

Muchos routers incluyen un apartado específico para esta tarea. Sólo tienes que activar el WiFi para invitados y asignarle un nombre y contraseña. Es más. En ocasiones, hasta muestran un código QR para facilitar la conexión desde un smartphone con cámara.

Abrir puertos para apps y juego online

El router es un dispositivo muy seguro porque limita las entradas y salidas de la red mediante los puertos. Por defecto, muchos de ellos están cerrados. Sólo abre los necesarios. Pero puede suceder que para jugar online o para usar determinadas aplicaciones, necesites abrir los puertos. No todos, sólo algunos específicos.

En la sección de puertos al entrar en tu router podrás crear reglas nuevas de puertos. Según el modelo de router sólo tendrás que indicar el número del puerto, o un rango, y si es TCP y/o UDP. En ocasiones, te pedirá que asignes esos puertos a una IP concreta, la del dispositivo que hará uso de ellos.

Tu router te dirá qué dispositivos están conectados a la red

Ver los dispositivos conectados a tu router

Una sección muy útil de tu router es la que muestra los dispositivos conectados en ese momento. Si tienes muchos, te ayudará a encontrar si hay conexiones externas no permitidas. Y también sirve para identificar la IP local de cada aparato conectado. 

Esta sección suele llamarse “red local” o similar. A veces muestra una lista de IPs locales, pero normalmente facilita el visionado de la red de tu router mediante un diagrama con iconos, los nombres asignados a cada aparato y su IP local.

Cambiar la contraseña para entrar en tu router

Puede que por motivos de seguridad quieras cambiar la contraseña de tu router al acceder vía 192.168.1.1. Es la misma decisión que cambiar la clave por defecto del WiFi. Estas contraseñas pueden aparecer en internet y, aunque no son fáciles de encontrar, en malas manos pueden hacer que alguien acceda a tu red a través de tu router.

Si cambias la contraseña, guárdala a buen recaudo. Si la olvidas, no podrás entrar en tu router. Hazlo sólo si tu router está colocado en una zona pública o compartida. O si se trata de una red en la que hay conectados dispositivos que guardan información delicada.

Además de las opciones anteriores, al entrar en tu router encontrarás más secciones. Por ejemplo, la de actualizar el firmware. Normalmente se actualiza por su cuenta. También encontrarás un apartado dedicado a IPv6 y uno que activa las opciones o configuraciones avanzadas. Accede a ellas solamente si sabes lo que estás haciendo. Y, cómo no, también suele haber una sección de ayuda para responder cualquier duda que tengas.

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