Un grupo de investigadores de Barcelona, España, crearon una placenta artificial para bebés extremadamente prematuros. El prototipo ya ha sido probado en animales. Logró recientemente que un feto de oveja sobreviva durante 12 días.
El proyecto es una iniciativa del BCNatal, un centro de referencia mundial en medicina fetal y neonatal, en el que participan el Hospital Sant Joan de Déu Barcelona y el Hospital Clínic Barcelona. Su placenta artificial recrea un entorno protector para el feto. Está armada con un recipiente translúcido de material biocompatible, en el que pueden seguir desarrollándose los pulmones, los intestinos y el cerebro.
Este recipiente está conectado a un sistema de circulación de líquido amniótico. Esto permite que el feto se mantenga aislado de estímulos externos. Pero está diseñado de tal manera que pueda ser accesible para realizar controles ecográficos y otras acciones de monitoreo.
El prototipo cuenta también con un sistema de circulación extracorpórea. Está compuesto de una membrana oxigenadora y otras piezas diseñadas específicamente para facilitar la circulación sanguínea y su oxigenación. Todo esto simula lo que ocurre de forma natural gracias a la placenta materna y el cordón umbilical.
El funcionamiento se apoya además en protocolos de soporte médico que incluyen la administración de nutrición, hormonas y otras medicaciones. Contemplan posibles escenarios clínicos y cómo deben actuar los médicos para revertirlos.
Comienza la segunda fase de la placenta artificial
Un panel de expertos de cinco países ya evaluó y le dio el visto bueno al proyecto. Ahora empieza una segunda fase, que se desarrollará durante los próximos tres años. La Fundación «la Caixa» invertirá otros 4,3 millones de euros, que se suman a los 3,35 millones que costó la primera etapa.
«Para las familias de prematuros extremos, un momento que debería ser de máxima felicidad se convierte en un periplo lleno de incertidumbre y angustia», comentó Antoni Vila Bertrán, director general de la Fundación «la Caixa», en una nota de prensa. Este desarrollo será «una solución que contribuya a salvar vidas y a disminuir las graves secuelas en el desarrollo que presentan algunos de estos recién nacidos».
Uno de los objetivos de esta nueva fase es ampliar el tiempo de supervivencia de los 12 días actuales a más de 3 semanas. El equipo espera alcanzar este hito en 2024. Para ello, están procurando mejoras tecnológicas en algunos dispositivos, como las cánulas o las membranas oxigenadoras.
Los investigadores también tienen pendiente diseñar los protocolos necesarios para la transición a la vida neonatal. En otras palabras: cómo será el proceso de nacimiento del feto, desde la placenta artificial a la vida extrauterina.
Proyecto pionero en el mundo
El grupo de científicos quiere ahora experimentar con fetos de animales más grandes, como los cerdos, para demostrar la capacidad de transferir el sistema a otras especies. Además, se deben evaluar los efectos a largo plazo sobre el desarrollo cerebral, cardíaco, pulmonar y metabólico.
La vida fetal sigue siendo una de las fases de mayor riesgo para el ser humano, destaca el BCNatal. Uno de los principales problemas tiene que ver, precisamente, con la prematuridad extrema: los nacimientos con seis meses o menos de gestación. Esta situación alcanza a 25.000 familias cada año en Europa. La supervivencia de prematuros extremos varía entre el 75% y 25%. Muchos de los bebés que sobreviven presentan secuelas.
Aparte del proyecto del BCNatal, solo hay cuatro grupos más que han desarrollado modelos experimentales de placentas artificiales con avances significativos en los últimos años. Dos de ellos están basados en Filadelfia y Michigan, en Estados Unidos; otro es resultado de un consorcio entre centros de Australia y Japón: y uno más es una iniciativa en Toronto, Canadá.