La semifinal de MasterChef ha sido casi más noticia por la recuperación de la enfermedad de Jordi Roca que por los resultados de los concursantes. El chef experto en postres lleva siete años lidiando con una distonía cervical que no solo le había afectado al cuello, sino que también se había cebado con su voz.

Durante todo este tiempo, Jordi Roca ha hablado entre susurros, pues articular palabras como lo hacía antiguamente suponía un suplicio para él. Sin embargo, el pasado mes de marzo, su voz volvió a la normalidad. Según reconoció él mismo en sus redes sociales, se le había quedado la voz de locutor de radio. 

Aunque la semifinal de MasterChef acaba de emitirse, se rodó a finales de marzo, por lo que hacía apenas unas semanas que se había producido la sorprendente recuperación de la enfermedad de Jordi Roca. Precisamente por eso, tanto él como su hermano Joan aprovecharon para contar cómo había sucedido todo, desde que se le diagnosticó la distonía cervical hasta que un día, de repente, su voz volvió a ser más o menos la que era.

¿Qué es la distonía cervical?

La enfermedad de Jordi Roca es una distonía cervical. Esta es una rara afección que se da en 1 de cada 25.000 personas y se caracteriza principalmente por la contracción involuntaria y dolorosa de los músculos del cuello.

Esto provoca que la cabeza se mueva sin que los pacientes puedan controlarla. Lo más común es que caiga hacia un lado, con el mentón hacia el hombro, aunque hay otras muchas variantes. No se conoce una cura definitiva, aunque las inyecciones de bótox y la rehabilitación con fisioterapeutas pueden ayudar bastante. En algunos casos también se pueden hacer intervenciones quirúrgicas para intentar mejorar la postura.

Aunque la cuestión postural es el síntoma principal de la enfermedad de Jordi Roca, también pueden darse complicaciones, al extenderse a otras partes del cuerpo. Por ejemplo, puede afectar a los hombros o las extremidades superiores. En el caso del chef, lo que ocurrió es que se le afectó el control de las cuerdas vocales. Al fin y al cabo, estas se sitúan dentro del cuello, por lo que es lógico que no pudiese moverlas con normalidad. Por eso, durante siete años el experto repostero solo ha podido hablar en susurros.

La misteriosa recuperación de la enfermedad de Jordi Roca

En su intervención en MasterChef, los hermanos Roca han contado que la distonía cervical empezó de repente. Un día, Jordi se quedó afónico, sin saber por qué. Empezó a perder también el control del cuello y, como es lógico, no tardó en acudir a su médico. Comenzó así un periplo por varios especialistas que terminó con el diagnóstico de distonía cervical.

Él es consciente de que su enfermedad no tiene una cura definitiva. No obstante, se ha sometido a todos los tratamientos que pueden ayudar a mejorarla. Por ejemplo, se ha inyectado toxina botulínica, más conocida como bótox. Esta es una sustancia generada por la bacteria Clostridium botulinum, que tiene la capacidad de producir parálisis muscular. Esto, según a qué músculos afecte, puede ser muy peligroso. Sin embargo, a dosis controladas, tiene muchas aplicaciones en estética y medicina.

En estética, por ejemplo, se inyecta en la cara para reducir las arrugas de expresión, ya que los músculos de la cara no se pueden mover con normalidad. También es muy útil en medicina, para tratar afecciones como la enfermedad de Jordi Roca.

Inyectada en el cuello, puede ayudar a atenuar esas contracciones involuntarias que causan malas posturas y dolor a los pacientes. El chef se ha tratado con estas inyecciones y con rehabilitación fisioterapéutica. De este modo, no solo ha mejorado la postura de su cuello, también ha recuperado su voz.

distonía cervical
La distonía cervical afecta sobre todo a la postura del cuello. Crédito: Unsplash

No se sabe cómo se fue ni cómo volvió la voz

En sus declaraciones en MasterChef, el mayor de los hermanos, Joan, ha explicado que, quizás, la enfermedad de Joan Roca se debió a la ansiedad de viajar a Nueva York para conocer si su restaurante era catalogado como el mejor del mundo. Sin embargo, aunque es cierto que el estrés y la ansiedad pueden propiciar muchas patologías, no parece que la distonía cervical sea una de ellas.

Sí que se puede producir rigidez muscular, especialmente en la zona del cuello, pero no hasta ese punto. En realidad, los orígenes de la enfermedad de Jordi Roca no están claros. Se cree que la distonía cervical tiene un componente genético, pues se ha visto que muchos pacientes tienen antecedentes familiares. También puede ir unida a alguna lesión en el cuello. Pero se sabe poco más sobre otros factores de riesgo. 

Y, con respecto a su curación, se conoce igual de poco que con respecto a su origen.  El propio Jordi ha reconocido que no va a lanzar las campanas al vuelo. Sigue practicando los ejercicios que ha aprendido en rehabilitación y se mantiene consciente de que todo puede ir hacia atrás. De hecho, si bien en la distonía cervical no es raro que se produzcan remisiones de los síntomas, en muy pocas ocasiones estas son definitivas.

Por eso, está aprovechando el momento. Nada más recuperar la voz, cuenta que le leyó muchos cuentos a su hija, algo que no había podido hacer hasta entonces. En definitiva, se ha dado cuenta de algo que, por más que se repite, a veces nos cuesta asumir. Que no valoramos las cosas hasta que las perdemos. Puede ser una pareja, un trabajo o una amistad. En su caso ha sido la voz. Por eso, insiste en que quienes la tenemos intacta nos sintamos afortunados por ello. 

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