Trevor Jacob, de 29 años, publicó en diciembre de 2021 un video en su canal en YouTube titulado "I crashed my airplane" (choqué mi avión). Al principio, lo ves tranquilo, sobrevolando unas montañas en una avioneta chica. Poco después, se aprecia que falla una de las turbinas. Él comienza a agitarse en el asiento, a maldecir, no entiendes bien qué pasa. Lo que ves luego es a él abriendo la puerta y saltando en paracaídas. Un horror. Todo esto, sin embargo, fue una actuación.
La avioneta sí se estrelló. Pero Trevor confesó ahora que lo planificó todo con el objetivo de ganar más vistas para su canal en Youtube. El departamento de Justicia de Estados Unidos informó ayer que el Youtuber se declaró culpable de obstruir una investigación federal. Ahora, por su gracia, puede pagar con 20 años en una prisión federal.
Trevor, quien además era snowboarder olímpico, reconoció en la admisión de culpabilidad que nunca tuvo intención de culminar el vuelo. Antes de despegar el 24 noviembre de 2021, Jacob montó varias cámaras de video en el avión y se equipó con un palo para selfies con el objetivo de captar el falso accidente desde todos los ángulos posibles. También llevó, por supuesto, un paracaídas.
Trevor informó del accidente a las autoridades días después. Dijo a los investigadores en un primer momento que su avión había perdido potencia. Aseguró, además, que no sabía dónde estaban los restos. Un error clave. En el video, que subió a su canal un mes después, el Youtuber muestra en detalle cómo quedó la nave.
¿Por qué un Youtuber estrellaría su avión?
¿Todo esto por las vistas? Sí y no. Trevor admitió ante las autoridades que quería ganar dinero con el video del accidente. Había llegado a un acuerdo de patrocinio para promocionar una billetera en su canal, según el comunicado de la justicia.
El video siempre tuvo varios elementos raros. Ves a Trevor dirigiéndose hacia Mammoth Lakes (California), mientras sostiene una bolsa de plástico. En ella, dice, guarda las cenizas de su amigo, el saltador base Johnny Strange, quien murió en 2015. Luego abre la puerta del avión antes de que se note la supuesta falla de motor, algo que habían advertido casi de inmediato otros Youtubers especializados en aviación.
Otros usuarios también pensaron que era sospechoso que Jacob volara con un paracaídas de paracaidismo, algo que no se suele usar en aviones tan chicos. Las autoridades luego descubrieron que el YouTuber nunca intentó llamar al control de tráfico aéreo, reiniciar su motor o buscar un lugar seguro para aterrizar.
Ya todo era tan raro que la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos dio por sentado que se trataba de un fraude en abril del año pasado, cuatro meses después de publicado el video. Le revocó su licencia de piloto y le acusó de negligente.
Toda una operación de encubrimiento
No fue una movida sencilla. El youtuber falsificó un informe del accidente del avión y destruyó pruebas. Trevor y un amigo volaron al lugar del accidente un par de semanas después y remolcaron lo que quedó de la avioneta. Durante varios días, desarmó todas sus partes y las colocó en distintos botes de basura de diferentes zonas.
Trevor dijo luego a los investigadores que los ayudaría a encontrar los restos. Sin embargo, después se arrepintió y dijo que no sabía su ubicación. "Diré felizmente que no estrellé mi avión a propósito para obtener vistas en YouTube", dijo en una entrevista que dio a The New York Times en enero de 2022. Explicó que, simplemente, tiene la costumbre de filmar todo lo que hace.
Se espera que Trevor comparezca ante el tribunal en las próximas semanas. ¿Qué ganó después de todo? Tres millones de reproducciones en el video, más de 130 mil suscriptores en su canal y, eventualmente, 20 años en la cárcel.