Una vez más, Borja Escalona se encuentra en el ojo del huracán. El youtuber ha sido protagonista de una nueva polémica durante una transmisión en directo propia. En ella, vemos cómo Escalona entra a una tienda de gafas de sol en el centro comercial Saler, en Valencia, y llevárselas sin pagar tras hacer "publicidad" ante sus seguidores.
"Oye, pues, te digo una cosa, me ha encantado la tienda...", comenta Escalona a la dependienta. Acto seguido, le pregunta cómo puede proceder para remover la etiqueta de seguridad de las gafas. A esto, la dependienta responde con un "Sí, claro, habría que pagarlo primero", y es aquí donde comienza nuestra historia de hoy.
"Si quieres le paso a tu jefe la factura de 15.000 euros que cuesta esta promoción", comenta Borja Escalona, ya visiblemente irritado. La discusión va escalando por parte del youtuber, mientras que la dependienta se mantiene en calma. Como último recurso, el hombre decide abandonar la tienda, mientras retransmite el suceso ante sus miles de seguidores y escapa corriendo del lugar de los hechos.
Estoy harto de que al final todo el mundo me tome el pelo.
Bueno, pues, le dices a tu jefe que llame a Borja Escalona, y que si quiere sus gafas, pues que me llame a mí, ¿vale? Porque mi trabajo ya lo he hecho.
Borja Escalona en su última controversia
Según Escalona, el vídeo sirve como un contrato que entra en vigencia desde el momento en el que la dependienta accedió a entregar las gafas tras una breve promoción. No obstante, la situación claramente no es tan sencilla, y en varias ocasiones la mujer intenta razonar con el influencer y hacerle entender que necesita hablar con su superior antes de acceder a cualquier cosa.
Una nueva controversia para Borja Escalona
Por supuesto, el vídeo no ha tardado en volverse viral en Twitter. En muy poco tiempo los usuarios de la plataforma han comenzado a dar su opinión al respecto. Después de todo, no es muy complicado con Borja Escalona, quien ya ha estado en más de una controversia parecida.
De hecho, a mediados de 2022, el youtuber intentó robar una empanadilla en un bar gallego. En este momento siguió el mismo modus operandi, intentando vender su servicio a un local que no lo había solicitado y para el que tampoco había obtenido permiso previo. Sin embargo, el hombre seguía insistiendo en que había ofrecido publicidad del local a sus miles de seguidores.
En abril de este mismo año, Madrid fue el escenario de Borja Escalona. Durante su paseo por una librería LGTBIQ+, el hombre intentó robarse un libro bajo el mismo argumento.
La lista de influencers problemáticos sigue creciendo. Borja Escalona es solo un ejemplo de lo mal que manejan la "fama" algunos individuos. Después de todo, el contenido de este youtuber siempre ha seguido un mismo patrón: provocar y generar conflicto para después hacerse viral. Como dicen algunos, no existe tal cosa como la mala publicidad, ¿pero a expensas de qué?