Aunque él nunca lo ha ocultado, recientemente se ha viralizado la noticia de que el actor Jack Black, conocido por títulos como Escuela de Rock, King Kong o Kung Fu Panda, es hijo de la ingeniera Judith Love Cohen, famosa por ser la persona que propició que los astronautas del Apolo 13 volvieran sanos y salvos a la Tierra. Además, no solo hizo historia por eso, sino también porque terminó de redactar el código del programa de aborto cuando ya se encontraba en el hospital, esperando para dar a luz a Jack.
Ante el revuelo generado, Jack Black ha confirmado el parentesco en su cuenta de Instagram, señalando que fue tan buena madre como ingeniera y contando lo mucho que la echa de menos.
Y es que, lamentablemente, Judith Love Cohen falleció en 2016 a causa de un cáncer. Para entonces había destacado como ingeniera, tanto en el programa Apolo como en la Estación Científica Terrestre del Telescopio Espacial Hubble. Son muchos los motivos para conocerla como mucho más que la madre de Jack Black.
La niña que quiso ser bailarina e ingeniera
Desde niña, Judith destacó como estudiante en multitud de disciplinas, pero sobre todo en las ciencias. Inicialmente, se matriculó en el Brooklyn College para ser profesora de matemáticas. Sin embargo, el que fue su profesor le aconsejó que aprendiera mejor cómo ser una dama.
Eso no la hizo rendirse. Contaba con el apoyo de su familia, que le permitió seguir sus sueños, por lo que en 1952, cuando contaba con 19 años de edad, estaba comenzando la carrera de Ingeniería y formando parte de la Compañía de Ballet Metropolitano de Nueva York. En la Universidad conoció a Bernard Siegel, con quien se casó antes de acabar la carrera. Aun así, cuando el matrimonio se mudó a California, ella continuó con sus estudios, esta vez en la Universidad del Sur de California. De este primer matrimonio nacieron tres hijos: Neil, Howard y Rachel Siegel. Niel es conocido también por ser un gran ingeniero computacional, aunque, en su caso, ha trabajado principalmente programando para el Ejército de los Estados Unidos.
Judith se divorció en 1960 y luego se casó con Thomas William Black, con quien tuvo a su cuarto hijo, el actor Jack Black. Y fue entonces cuando hizo historia como científica, precisamente por algo que ocurrió poco antes del parto.
El pan que Jack Black trajo debajo del brazo
El Apolo 13 fue la séptima misión del Programa Apolo, la tercera programada para aterrizar en la Luna. Pero, aunque el propósito fuese ese, los científicos eran conscientes de que algo podría fallar, por lo que pusieron en marcha también un sistema dirigido a abortar la misión en caso de que fuese necesario. Este tipo de sistemas se había utilizado en todas las misiones Apolo, aunque cada vez incluía más mejoras. En este caso, se encargó su programación a Space Technology Laboratories, una compañía privada que realizaba trabajos para el gobierno, en la que Judith Love Cohen había comenzado a trabajar tras finalizar sus estudios.
Fue ella la encargada principal de hacerlo, pero casi no pudo acabar, pues estaba buscando la solución a un problema en el código cuando se puso de parto. Acabó in extremis, ya en el hospital, muy poco antes del nacimiento de Jack Black, en agosto de 1969.
Después, todo siguió con normalidad, dirigido al lanzamiento de la nave, que tendría lugar en abril de 1970. Este transcurrió sin incidencias, pero las cosas se torcieron dos días después, cuando explotó uno de los tanques de oxígeno del Apolo.
Los astronautas decidieron dar la vuelta, poniendo en marcha el sistema de aborto que Judith había terminado entre contracciones. Gracias a él, volvieron a la Tierra sanos y salvos.
Judith Love Cohen y su pasión por despertar vocaciones
Judith Love Cohen siempre recordó que, tanto durante la carrera como en su posgrado, nunca tuvo una compañera de carrera. Todos los alumnos eran hombres.
Por eso, tras jubilarse en 1990, puso en marcha una editorial dirigida, entre otros fines, a crear vocaciones científicas en las niñas. Quiso compartir con otras mujeres la pasión que a ella la llevó a resolver un problema de código de última hora a la vez que traía una nueva vida al mundo. Jack Black dice que fue tan buena madre como ingeniera y, sin duda, no se equivoca, pues fue capaz de lograr algo tan increíble como hacer las dos cosas a la vez.