El segundo ensayo de lanzamiento de Starship ha ido un poco más allá, pero no ha logrado terminarse con éxito. 

Después de que el primer intento se tuviese que cancelar en los últimos 40 segundos de la cuenta atrás por la congelación de una válvula, esta vez sí ha conseguido lanzarse. Sin embargo, antes de producirse la separación del cohete SuperHeavy, la rotura de la plataforma y el fallo de cinco de sus motores han conducido a un desvío de trayectoria y una explosión de Starship, que ha terminado cayendo en el océano. 

Inicialmente, fue necesario realizar una detención de la cuenta atrás en los últimos segundos, debida a un problema de presurización y otro en la segunda etapa. Aun así, se consideró que se habían solucionado a tiempo y se hizo el lanzamiento, que no ha conseguido llegar a término. Era algo esperable, por lo que no es una decepción para SpaceX, que al menos ya ha conseguido llegar más lejos que antes. 

En cuanto a los fragmentos, todos han caído al mar, como estaba previsto, por lo que no hay que lamentar heridos ni daños materiales, más allá de los de la propia Starship.

¿Qué tiene Starship de especial?

Starship es el cohete reutilizable más grande del mundo. Con 120 metros de altura, se ha construido para poder viajar a planetas lejanos sin necesidad de cargar con muchísimo combustible. Podría efectuar una misión en un planeta y, después, recibir combustible de otra nave. Repostaría en pleno espacio. Además, el sistema de propulsión no quedaría varado a la espera de desorbitarse, sino que aterrizaría de forma controlada en la Tierra y podría volver a usarse.

Dado que es un cohete totalmente novedoso, era esperable que los primeros intentos no salieran bien. Aun así, lo que ha logrado Starship es una gran noticia para SpaceX. Tras perder parte de la trayectoria, la nave ha aguantado varios segundos haciendo piruetas en el aire, muy cerca del punto Max Q. Este es el punto en el que se maximiza el estrés dinámico al que está sometida una aeronave. Por lo tanto, que haya aguantado ese tiempo, justo en ese punto, muestra que Starship tiene una gran estabilidad.

Lo que está claro es que, con lo que ha sucedido hoy, el ser humano se encuentra un paso más cerca de Marte. Habrá que terminar de perfeccionar la nave, pero estamos en el buen camino. Quizás, el próximo intento sea el definitivo.

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