Son tiempos en los que antiguas franquicias regresan a escena para conmemorarse, revivir parte de una vieja narrativa y, quizá, recaudar un poco más de dinero. Power Rangers: ayer, hoy y siempre se enfoca en lograr los dos primeros puntos, trayendo de vuelta al elenco original de la serie e intentando refrescar algunas cuestiones sin abandonar la estética noventera.

Desde la presentación de su cartel hasta el desarrollo de la primera parte de un especial de dos episodios, Power Rangers: ayer, hoy y siempre no deja de mirar al pasado, a su pasado, para establecer el marco en el que quiere que se desarrolle su historia. Está claro que es una producción dirigida a quienes han seguido la franquicia desde hace años

Aunque ese interés tiene una contraparte, quizá no convoque a nuevos espectadores. Para quienes crecieron con esta franquicia, no obstante, es probable que resulte una experiencia nostálgica. Es ahí, en los recuerdos de cada uno, donde Power Rangers: ayer, hoy y siempre puede funcionar de manera más eficiente.

Power Rangers: ayer, hoy y siempre

Power Rangers: ayer, hoy y siempre es un tributo a 30 años de historias relacionadas con los superhéroes de trajes coloridos. Una conmemoración que se permite varias licencias y, en ese hacer, pierde algunas oportunidades que darían mayor nivel a este especial. Los espectadores más fieles se reconocerán en múltiples guiños, como las secuencias de combate y la estética de los años noventa. Mientras que aquellos que se hayan distanciado del relato quizá se hagan preguntas que no tendrán respuesta.

Puntuación: 2 de 5.

Power Rangers: ayer, hoy y siempre
y el sentido de pertenencia

El primer episodio de este especial disponible en Netflix no repara en ninguna explicación sobre la mitología de los Power Rangers. ¿Es necesaria? Aunque pudiera serlo, sobre todo si se piensa en los espectadores casuales, no hay mayores pistas al respecto. La decisión es toda una declaración de principios: quien llegó hasta aquí comprende las referencias.

Por ello, el lema “Ranger por siempre” funciona a la perfección. No solo dentro de lo que propone la historia, integrando a algunas generaciones de superhéroes. También porque sirve como un puente hacia el espectador, a quien se le dice, de manera sutil, que aquellos que crecieron y han seguido la franquicia siempre podrán contar con ella y viceversa.

Para reafirmar esa idea, la estética de Power Rangers: ayer, hoy y siempre se apega al formato televisivo que la caracterizó y a muchas secuencias de combate. Hay muy poco desarrollo de personajes, pero no faltan las peleas y el punto de espectacularidad que, a su manera, siempre distinguió a la franquicia. Hay que salvar al mundo de la malvada Rita Repulsa (Machiko Soga), quien pretende alterar el presente y el pasado. ¿Cómo se la puede detener? Volviendo a los icónicos trajes, desempolvando armas y robots.

Aunque sus coreografías se han quedado atrapadas en el tiempo, se sospecha que para el seguidor más fiel esto no será un inconveniente. Por el contrario, lo anterior puede entenderse como un gesto de coherencia con la tradición de la producción. En esto tiene mucho que ver el trabajo de Alwyn Dale y Becca Barnes, los escritores de la historia. Ellos fueron los autores de Power Rangers: Ninja Steel, Power Rangers: Beast Morphers y Power Rangers: Dino Fury, entre otros proyectos. 

Power Rangers ayer, hoy y siempre, crítica

El punto débil de la historia

Así como lo anterior funciona de buena manera para el espectador que sigue la franquicia desde hace años o que se enganchó con ella en algún momento reciente, Power Rangers: ayer, hoy y siempre no ofrece muchas pistas para quien no están dentro de ese grupo. Por tanto, omite algunas explicaciones y la riqueza de sus diálogos es casi nula en favor de la acción. 

Quien llegue sin muchas referencias sobre los últimos años de sus personajes no encontrará mayor información. Es así como el regreso de David Yost (Blue Ranger), Walter Jones (Black Ranger), Catherine Sutherland (Pink Ranger) y Johnny Yong Bosch (Green Ranger) pierde valor emotivo y fuerza narrativa. Su presencia se produce sin mayor explicación sobre qué ha ocurrido con ellos. Es una debilidad notable que resta sentido a la producción.

Partiendo de esto, el drama familiar que atraviesa este primer capítulo especial de Power Rangers: ayer, hoy y siempre se diluye. Lo que pudo ser un motivo de transformación, una oportunidad para explorar el pasado de unos y otros y cómo sus roles los han cambiado, se desperdicia. Entre la espectacularidad que caracterizó en su día a la franquicia y estas figuras construidas (o reconstruidas) deprisa para celebrar 30 años de historias, se produce una conmemoración más nostálgica que eficiente.


Power Rangers: ayer, hoy y siempre se encuentra disponible en Netflix desde el 19 de abril de 2023.

2 respuestas a “‘Power Rangers: ayer, hoy y siempre’, crítica: un homenaje que decepciona”