Los robots que juegan futbol son una constante desde el inicio de la RoboCup en 1997. La idea de crear una selección de humanoides capaces de enfrentar al campeón de la Copa Mundial de la FIFA emociona a muchos investigadores desde hace décadas. Hoy, algunos de ellos dieron un paso importante con el DribbleBot, un perro robot que juega balompié en diversos tipos de terreno.

Investigadores del Laboratorio de Ciencias de la Computación e Inteligencia Artificial (CSAIL) del Instituto Tecnológico de Massachusetts presentaron una variante del Cheetah, un robot cuadrúpedo que se parece a Spot de Boston Dynamics. De acuerdo con MIT, el DribbleBot puede conducir el balón apoyándose en cámaras y sensores ubicados en varias partes de su cuerpo.

Aunque el pequeño guepardo está lejos de regatear como Cristiano Ronaldo, es capaz de mover la pelota sobre el césped, fango, nieve, arena y pavimento. En caso de que ocurra una falta — o se tire un clavado, como Neymar Jr. — el DribbleBot puede levantarse. Todo lo anterior gracias a una combinación de simulación y práctica en el terreno.

Para conseguir que el DribbleBot pudiera conducirse en un campo de fútbol, los investigadores del CSAIL realizaron miles de simulaciones en un entorno computacional. En un principio, el robot no sabe cómo mover la pelota, por lo que el equipo de científicos utilizó recompensas y refuerzos negativos para enseñarle a ejecutar un regate. Gabe Margolis, estudiante de doctorado en el MIT, mencionó que invirtieron cientos de días de práctica en un simulador y dos días en la cancha para que el robot aprendiera las nuevas habilidades.

Los robots que juegan futbol tienen un propósito más importante

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Aunque el objetivo de la RoboCup es efectuar un partido entre humanos y robots en 2050, el propósito va más lejos. El fútbol es una actividad en la que los expertos en IA y robótica prueban sistemas de locomoción y capacidad de decisión en tiempo real. Los investigadores del MIT han optado por un cuadrúpedo para conseguirlo, alejándose de los bípedos que normalmente vemos durante la competencia.

El DribbleBot, al igual que Spot, están pensados para transitar en terrenos de difícil acceso para los humanos. «Imagina que hay un escenario de desastre, una inundación o un terremoto, y queremos que los robots ayuden a los humanos en el proceso de búsqueda y rescate», dijo Pulkit Agrawal, investigador a cargo del CSAIL. «Necesitamos las máquinas para recorrer terrenos que no son planos, y los robots con ruedas no pueden atravesar esos paisajes», mencionó.

Agrawal y su equipo trabajan en el desarrollo de algoritmos para que los robots puedan moverse en escenarios complejos. En el caso del DribbleBot, el robot adapta su locomoción para saber cuánta fuerza aplicará al regate dependiendo del terreno en el que se encuentre. En caso de una caída, un controlador de recuperación integrado permitirá se levante y continúe persiguiendo la pelota.

DribbleBot no es capaz de quebrarte la cintura o de hacer una rabona. De hecho el movimiento del robot está diseñado para ser más estático, no para correr y conducir el balón como un jugador humano. No obstante, los investigadores consideran que han realizado un avance considerable, ya que jugar al fútbol es una hazaña más complicada que caminar para un robot.

Tal vez lo más importante es que futuras versiones del DribbleBot aprenderían más rápido. El perro robot del MIT puede ejecutar una red neuronal liviana usando el cómputo y sensores integrados al cuerpo.