La regulación de plataformas de inteligencia artificial como ChatGPT es un tema que está generando un muy fuerte debate en varias partes del mundo. Y Estados Unidos parece decidido a dar los primeros pasos hacia la implementación de parámetros que dictaminen su funcionamiento.
Según The Wall Street Journal, el Departamento de Comercio ha lanzado una solicitud pública de comentarios sobre "medidas de responsabilidad". El proceso permanecerá abierto por 60 días, con el objetivo de obtener consejos sobre cómo deben los legisladores afrontar las temáticas relacionadas con los modelos de inteligencia artificial.
Ciertamente, esto no implica que Estados Unidos ya tenga un marco regulatorio definido para plataformas como ChatGPT. No obstante, sí deja en claro que la administración de Joe Biden está tratando de no quedarse atrás en la discusión sobre los efectos y las posibilidades de este tipo de herramientas.
El citado informe menciona que una de las principales preocupaciones en la Casa Blanca es que se utilice ChatGPT o plataformas similares para divulgar falsedades o cometer crímenes. La solicitud de comentarios apunta, entre otros elementos, a dictaminar si se cree conveniente que los nuevos modelos de IA deban pasar por un proceso de certificación antes de su lanzamiento al público general. Una medida que podría enfocarse en aquellos considerados como "potencialmente riesgosos".
La regulación de ChatGPT y otras herramientas de IA, una preocupación creciente
La discusión sobre la regulación a plataformas como ChatGPT no solo involucra a los políticos, sino a los propios desarrolladores de la tecnología. Sam Altman, CEO de OpenAI, manifestó recientemente que el involucramiento del público en el uso de plataformas como GPT-4 es crucial para establecer las medidas de seguridad necesarias para evitar usos maliciosos.
"Si desarrolláramos esto en secreto, en nuestro pequeño laboratorio, e hiciéramos GPT-7 y luego lo arrojáramos al mundo sin avisar, creo que sería una situación con muchas desventajas. La gente necesita tiempo para actualizarse, para reaccionar, para acostumbrarse a esta tecnología, y para comprender dónde están las desventajas y cuáles pueden ser las mitigaciones", expresó en una entrevista.
Además, había dejado en claro que debían establecerse reglas claras y aplicables por todos los laboratorios de IA. "Una cosa que me preocupa es que no seremos los únicos creadores de tecnologías de este tipo. Habrá otras personas que no implementarán algunos de los límites de seguridad que nosotros sí le ponemos a ChatGPT", indicó.
Elon Musk es otro de los expertos que viene abogando por la regulación de este tipo de herramientas de inteligencia artificial. "Creo que deberíamos regular la seguridad de las IA. El desafío aquí es que la regulación tiende a ser establecida como reacción a cuando pasa algo malo. Pero si algo malo sucede con la inteligencia artificial, la reacción desde un punto de vista regulatorio puede ser muy lenta", aseveró el magnate.
Quedará por verse cómo es el abordaje definitivo de Estados Unidos para la posible regulación de ChatGPT y alternativas similares. Pocos días atrás, Joe Biden fue consultado sobre si creía que la IA podría ser peligrosa. "Todavía está por verse. Pero podría serlo", respondió el presidente norteamericano.