Elon Musk confirmó hace unos días que trabaja en una IA para hacer frente a ChatGPT y Bard. TruthGPT, la inteligencia artificial «que busca la verdad máxima» se entrenará utilizando miles de millones de tweets. Pese a las protestas de un sector de la red social, lo cierto es que cualquiera que haya publicado en Twitter no podrá evitarlo.

Mike Wyant, autor de la serie de libros Anisian Convergence, tuiteó un apartado de los Términos de Servicio de Twitter que establece lo que la empresa puede hacer con tus publicaciones. El tweet, que se volvió viral, señalaba que las reglas se habían modificado ayer y que eran una amenaza para quienes buscan proteger su contenido de los modelos de IA.

Si bien Wyant acertó en un punto, lo cierto es que esta política no se actualizó ayer y se ha mantenido sin cambios desde hace varios años. En la sección 3 (Contenido de los Servicios) de los Términos de Servicio de Twitter, existe un apartado que habla de la cesión de derechos sobre el contenido.

Al enviar, publicar o mostrar Contenido a través de los Servicios, nos otorga una licencia mundial, no exclusiva, libre del pago de derechos (con derecho a sublicencia) para usar, copiar, reproducir, procesar, adaptar, modificar, publicar, transmitir, mostrar y distribuir dicho Contenido en todos y cada uno de los medios de comunicación o métodos de distribución posibles, conocidos ahora o desarrollados con posterioridad.

Twitter

Aunque los usuarios conservan los derechos sobre cualquier cosa que publique (incluyendo fotos o videos), la empresa de Elon Musk puede utilizarlo en sus productos, incluidos aquellos que están en desarrollo. En pocas palabras, Twitter puede valerse de millones de tweets para entrenar a su IA y no hay nada que puedas hacer para impedirlo. Las reglas son claras.

Twitter es una mina de oro para entrenar una IA y Elon Musk lo sabe

Twitter app
Foto: Brett Jordan

La idea de emplear tweets como conjunto de datos para entrenar una inteligencia artificial no es nueva. Elon Musk reconoció hace semanas que usaría Twitter para desarrollar un modelo de lenguaje extenso como el que impulsa a ChatGPT. La base de datos contiene millones de expresiones y el contexto que da origen a ellas, lo que facilitaría el aprendizaje de TruthGPT.

El argumento de quienes se oponen a esta práctica se basa en que antes existía confianza en Twitter. La llegada de Elon Musk habría mermado este sentimiento, no obstante, los Términos de Servicio son los mismos. Si algún creador de contenido intentara demandar a Elon Musk o a X Corp por entrenar un modelo de IA con sus tweets, seguramente perdería.

La letra chica que nunca leímos cuando aceptamos el contrato se puede volver un dolor de cabeza más adelante. Curiosamente, este apartado de cesión de derechos está presente en otras redes sociales o servicios que utilizamos en Internet. Las condiciones de servicio de Facebook establecen que el usuario concede permiso para usar, alojar, distribuir o crear obras derivadas de su contenido.

La idea de pegar en tu muro «No autorizo a Facebook al uso de mis datos personales» no impedirá que Meta lucre con ellos. Lo mismo ocurre con Twitter, quien se valdrá de miles de millones de tweets para entrenar a TruthGPT, te guste o no.

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