Todo a la vez en todas partes al mismo tiempo, de Dan Kwan y Daniel Scheinert, hizo historia en la Ceremonia 95 de los Óscar. No solo logró siete premios, los que incluyen Mejor película, Mejor dirección y tres de las principales categorías de actuación. También se convirtió en el primer largometraje de ciencia ficción en ganar. Pero, ¿cuál es el motivo que convirtió a la cinta del equipo de realizadores llamados los Daniels en algo más que una rareza de Hollywood?

El largometraje es una mezcla entre una exploración al futuro, la naturaleza humana y el bien espiritual. Todo a partir del concepto de los multiversos. Pero, a diferencia de Marvel, que todavía intenta trasladar la idea de realidades múltiples al cine sin mucho éxito, los Daniels lo lograron con soltura. La cinta explora la identidad de sus personajes de manera cuidadosa a través de sus decisiones. Una y otra vez, cada posibilidad se convierte en un mundo alterno que conduce a lugares por completo desconocidos. 

Pero, al final, es la historia de una familia. El relato incorpora el amor al conocido tropo del viaje entre dimensiones y universos. Un tema que destaca en medio de las escenas de acción y los saltos multiversales.

Un nuevo panorama para el cine poco convencional

Con una heroína de mediana edad que intenta proteger a su padre, esposo e hija de un inusual villano, Todo a la vez en todas partes al mismo tiempo profundiza en las emociones. A la vez, en el motivo por el cual todo lo que en realidad importa — o podría ser significativo — es capaz de vincular cientos de probabilidades en un único escenario. 

Para cuando Evelyn (Michelle Yeoh) descubre la naturaleza de su némesis, la lucha contra el mal toma una forma distinta. Llega a un terreno más íntimo y se convierte en una reflexión sobre las relaciones entre padres e hijos.

El guion llega incluso a contemplar la idea de que cada suceso de la vida de sus personajes se encuentra enlazado con un instante de perdón. Una conclusión conmovedora que brinda a Todo a la vez en todas partes al mismo tiempo su particular punto de vista acerca de lo verdaderamente relevante. El afecto, la solidaridad y la lealtad que se profesan entre sí los miembros de una misma familia.

Todo a la vez en todas partes al mismo tiempo entusiasma a un público difícil de complacer

Pero la producción también tiene un segundo estrato que podría explicar su triunfo en los, a menudo, conservadores votantes del Óscar. Durante los últimos meses, se debatió que los galardones habían envejecido. Una conversación que llegó a las redes con el hashtag #OscarIsSoOld. En otras palabras, su público tradicional se hizo adulto sin que una nueva generación mostrara interés en las decisiones de La Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas. Lo que ha provocado desde pérdida de audiencia durante la transmisión de la premiación, hasta indiferencia por sus resultados.

Pero Todo a la vez en todas partes al mismo tiempo está dirigida a los usuarios de TikTok, Twitch y Discord. Varias de sus escenas se convirtieron en retos en plataformas sociales, en las que se celebró su humor y premisa irónica. Subversiva e irreverente, la película tiene la capacidad de hacer reír y reflexionar a la vez. Con un argumento que juega con chistes satíricos acerca de juguetes sexuales o conversaciones sobre el futuro entre piedras y dedos de salchicha, es una burla a la idea de cómo debe ser un largometraje premiado por Hollywood.

La obra de los Daniels logró dejar atrás a la épica antibelicista alemana Sin novedad en el frente y la reflexión madura sobre el arte de TÁR. Temas de interés para un público atento a la conversación virtual a través de redes. ¿El motivo de su éxito? Que Todo a la vez en todas partes al mismo tiempo hace hincapié en el mundo en toda su variedad. Con un elenco multicultural y una narración que apela a las vivencias de la diferencia generacional, abrió la posibilidad de ser debatida desde enfoques novedosos.

Una dama que lucha y un regreso inesperado

Michelle Yeoh, protagonista de Todo a la vez en todas partes al mismo tiempo

Todo a la vez en todas partes al mismo tiempo logró superar varios tabúes en Hollywood. Michelle Yeoh, de sesenta años, rompió la habitual restricción acerca de la edad de las actrices en películas de acción. Por su parte, el reconocimiento a Jamie Lee Curtis homenajea al cine de género, alejado de propuestas más tradicionales. Tanto una como la otra obtuvieron el galardón en sus respectivas categorías y demostraron una inédita apertura en los gremios votantes de la Academia. 

Tan importante como lo anterior fue el premio a Mejor actor de reparto para Jonathan Ken Quan. El intérprete, que por más de treinta años luchó por un lugar en la industria sin lograrlo, obtuvo un reconocimiento a su larga carrera discreta. Tras debutar en Indiana Jones y el Templo maldito y obtener un papel en Los Goonies, el artista desapareció del cine comercial. Sus diversas participaciones en la pantalla grande durante más de dos décadas se limitaron a doble de acción no acreditado. Pero su actuación en la película de los Daniels le permitió superar los escollos de edad o etnia para ganar en una noche sorprendente.

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El triunfo de Todo a la vez en todas partes al mismo tiempo podría demostrar la decisión de Hollywood de tener una mayor amplitud en sus selecciones. Algo que resultó evidente en la ceremonia pasada: 16 actores recibieron su primera nominación. Un duo de directores que apenas filman su segunda película obtuvieron el máximo galardón. Un indicativo claro de que el cambio en la meca del cine es más poderoso de lo que podría suponerse.