La becada euroasiática (Scolopax rusticola) se ha convertido en el ave con las plumas más blancas jamás analizadas por la ciencia, según un nuevo estudio. Cabe decir que el color blanco tiene muchos matices. Se supone que un blanco perfecto es aquel capaz de reflejar el 100% de la luz que incide sobre él, mientras que el negro hace todo lo contrario: la absorbe. Por eso, para medir cómo de blanco es algo, se calcula el porcentaje de luz que refleja. En el caso de las plumas de este pájaro, es de un 55%.
Puede parecer poco, si tenemos en cuenta que ya se han conseguido pinturas capaces de reflejar el 98% de la luz. Sin embargo, en el caso de las plumas de pájaros no es habitual. De hecho, las de la becada euroasiática reflejan un 30% más de luz que las de cualquier otro pájaro medido con anterioridad.
Y lo más curioso es que no es un pájaro de color blanco. Solo tiene algunas motas blanquecinas en la cola, que les sirven tanto a los machos como a las hembras para sus rituales de apareamiento. Buscan relucir para encontrar pareja y, dado que viven bajo un dosel de vegetación que dificulta la llegada de mucha luz a sus plumas, es necesario que optimicen lo que reflejan.
Un color blanco cerca de la perfección
Generalmente, la becada euroasiática oculta sus plumas de color blanco bajo el resto del plumaje, más bien marrón. Esto le sirve para camuflarse entre la hojarasca y la tierra del suelo mientras busca lombrices.
No obstante, los científicos han observado que tanto los machos como las hembras dejan ver esas motas blancas en sus rituales de apareamiento. Y que relucen bastante. Por eso, los autores de la investigación que se publica ahora en Royal Society Interface tomaron algunas de estas plumas de color blanco y las analizaron mediante diferentes técnicas.
Para empezar, recurrieron a la microscopía electrónica para analizar su estructura. Después, mediante espectrofotometría, pudieron medir la reflectancia de la luz. Y, para terminar, usaron un modelado óptico que les permitió rastrear cómo interacciona la luz en el interior de la pluma.
De este modo vieron que el color blanco de la becada euroasiática es especialmente blanco. Mucho más que el del charrán caspio (Hydroprogne caspia), que ostentaba el récord hasta ahora.
¿Cómo consiguen reflejar tanta luz?
Los resultados de las pruebas mostraron que, a nivel microscópico, las plumas contienen unas estructuras laminares agrupadas a modo de persiana, que aumentan el área disponible para la reflexión, a la vez que evitan que se pierda luz entre grietas en el interior de la pluma. Además, contienen una red de nanofibras de queratina y cámaras de aire, que ayudan a que la luz se dirija en todas direcciones. Así, consiguen reflejar un 55% de luz, mostrando unos parches de color blanco brillante, que les resultan de gran utilidad en el cortejo.
Cabe destacar que estudiar animales blancos en la naturaleza es interesante, de cara a la búsqueda de blancos más blancos. De hecho, es algo que se ha hecho durante mucho tiempo. Por ejemplo, una de las pinturas que más luz reflejan se basó en la estructura de una especie concreta de escarabajo.
La naturaleza puede darnos muchas ideas. Y lo cierto es que es bueno que nos fijemos en ellas, pues el color blanco puede ayudarnos a ahorrar mucho en aire acondicionado, a la vez que combatimos el cambio climático. Quizás este pájaro, con su 55% de reflexión de la luz, no sea el mejor animal en el que inspirarse, pero al menos lleva la voz cantante entre las aves. Eso también es interesante.