Si pensamos en países nórdicos y luces en el cielo, lo primero que nos viene a la mente son las auroras boreales. Sin embargo, en un punto concreto de Noruega hay otras mucho más misteriosas: las luces de Hessdalen.

Ubicadas en el valle que lleva su nombre, se trata de un fenómeno luminoso que, según explican desde IFLScience, ha sido descrito por los habitantes de la zona al menos desde los años 30 del siglo XX. 

Las luces de Hessdalen son muy variables, pues a veces cruzan el cielo rápido, durante unos pocos segundo, y otras se mantienen estables durante una hora. A veces se mueven en una dirección, y otras siguen una trayectoria aleatoria. Pero en lo que coinciden prácticamente siempre es en su gran tamaño, descrito por los lugareños como el de un coche, aproximadamente. Además, coinciden en que se encuentran en un tramo muy pequeño, de solo 12 kilómetros de largo. Lo que no está nada claro es a qué se deben. Aunque sí que hay algunas hipótesis de lo más interesantes. 

Combustión del polvo minero

El valle en el que se forman las luces de Hessdalen tiene varias minas, algunas en funcionamiento y otras ya cerradas. Por eso, una de las hipótesis apunta a la combustión incompleta de polvo suspendido en el aire por la actividad minera

Especialmente hay grandes depósitos de escandio y, en contacto con oxígeno, podría haber generado ese efecto. No obstante, no se ha logrado demostrar por completo.

Descomposición del radón

Todos estamos, de un modo u otro, rodeados de radón. De hecho, es responsable de buena parte de la radiación natural de fondo a la que estamos expuestos continuamente. Sin embargo, los niveles de radón varían de unas regiones a otras.

Se sabe que Noruega tiene una de las concentraciones de radón más altas de Europa. Además, esta es especialmente elevada en el valle en el que se forman las luces de Hessdalen. Por eso, en 2010 se publicó un estudio en el que se lanzaba la hipótesis de que fuese la descomposición de este gas en la atmósfera la que estuviese causando el fenómeno luminoso.

YouTube video

La pila que carga las luces de Hessdalen

Sin duda, la hipótesis más curiosa sobre este fenómeno es la que considera que el valle de Hessdalen se comporta como una pila gigante. Este tiene un río que separa dos terrenos de composiciones diferentes.  A un lado, es rico en zinc y hierro. Y, al otro, en cobre. Por lo tanto, tendríamos un ánodo y un cátodo, respectivamente. 

Sin embargo, para que los electrones circulen como en una pila es necesario que haya también una solución electrolítica por la que puedan desplazarse. En un principio faltaba esa parte, pero finalmente se encontró dónde podía estar. Se sabe que en las minas locales también hay gran cantidad de azufre, por lo que podría ser que se estuviese vertiendo ácido sulfúrico en el río que cruza el valle.

Se han detectado anomalías en el campo magnético de la región que coinciden con las de una pila gigante. Y, quizás, esa pila podría estar facilitando la formación de plasma, que, a su vez, daría lugar a esas luces características en el cielo.

No está claro el origen; pero, sin duda, es un fenómeno curioso que ver. A su lado, las auroras boreales parecen algo demasiado convencional.

Recibe cada mañana nuestra newsletter. Una guía para entender lo que importa en relación con la tecnología, la ciencia y la cultura digital.

Procesando...
¡Listo! Ya estás suscrito

También en Hipertextual: