El debate en torno a la prohibición de la venta de coches con motores de combustión sigue elevando su tensión en Europa. De acuerdo a El País, la Comisión Europea propuso a Alemania crear una nueva categoría de vehículos de combustión interna que funcionen a base de combustible sintético. De esta manera, entonces, Berlín se saldría con la suya.
A mediados de febrero, Europa prohibió la venta de coches de gasolina y diésel a partir de 2035. Si bien las normas ya habían sido discutidas con mucho tiempo de antelación, un inesperado obstáculo se cruzó en el camino: Alemania. Este país, liderado actualmente por Olaf Scholz, considera que el motor de combustión interna todavía tiene una oportunidad en medio de las políticas en favor del medio ambiente. Todo gracias, claro, al combustible sintético.
Evidentemente, tener en contra a una país referente de la industria automotriz no es cualquier cosa. Por tal motivo, siempre según el citado medio, la Comisión Europea planteó, muy discretamente, introducir una nueva categoría de vehículos de combustión interna.
La idea, además, sería evitar el disgusto de todos los países implicados, ya que la propuesta de Bruselas no requiere modificar el reglamento vetado por Alemania. "Fuentes comunitarias y diplomáticas aseguran que no se tocará una sola coma del documento original. Pero hecha la regla, hecha la trampa, y no sería la primera vez que Bruselas halla una puerta trasera para negociar, sin jamás pronunciar esa palabra, una salida a un impasse", explica El País.
Al crear una nueva categoría para los coches de combustible sintético, la prohibición no se aplicaría para los mismos; solo para aquellos que funcionan con gasolina y diésel.
Alemania aún no acepta la propuesta
Aunque la Comisión Europea se ha mostrado ligeramente flexible en este sentido, sí que le han dejado claro a Alemania que la única manera de mantener el motor de combustión con vida es con el combustible sintético.
Cabe mencionar que, si bien la propuesta ya está en manos de las autoridades teutonas desde la semana anterior, todavía no ha sido aceptada. Lo cierto es que dentro del gobierno alemán no se ha llegado a un consenso claro sobre lo que pretende obtener por parte de la Comisión Europea. Mientras el Ministerio de Medio Ambiente estaría dispuesto a aceptar la propuesta sobre el combustible sintético, la facción liberal busca otro tipo de soluciones.
Otro punto interesante es que la Comisión Europea lo está gestionando de una manera bastante discreta. Desde luego, no quieren generar un escándalo ni hacer que los otros países del bloque, aquellos que están totalmente comprometidos con la movilidad eléctrica, se sientan traicionados.
Francia pide a Alemania dejar de obstaculizar el acuerdo
Hoy mismo, en vísperas de una reunión que sostendrán los líderes de Francia y Alemania, Catherine Colonna, ministra francesa de asuntos exteriores, solicitó a los teutones dejar de obstaculizar un acuerdo que ya estaba pactado.
"Logramos un acuerdo que decía que no habría vehículos térmicos para 2035. Creo que deberíamos mantenernos en lo que acordamos, y no tengo dudas de que los alemanes van a lograr un acuerdo dentro de su coalición."
Algunos fabricantes de coches que ya volcaron su estrategia hacia la electrificación tampoco ven con buenos ojos el actuar alemán. "Ahora no es el momento de dar marcha atrás y bloquear los objetivos climáticos basados en la ciencia para nuestra industria. No es momento de anteponer los intereses políticos nacionales a la salud y el bienestar de nuestro planeta y de los ciudadanos de la UE y, de hecho, de las generaciones futuras. Ahora es el momento de una política y un liderazgo fuertes, decisivos y progresistas", declaró Jim Rowan, CEO de Volvo.
El objetivo de Alemania es que la situación se resuelva justo antes de la cumbre mencionada. No obstante, el hecho de que no puedan siquiera ordenar sus pretensiones de manera interna, hace dudar de que habrá un pronto acuerdo que satisfaga a todas las partes.