Los despidos masivos llegaron a Disney e impactaron sobre una figura muy polémica dentro de la compañía. Isaac "Ike" Perlmutter, quien se desempeñaba como presidente de Marvel Entertainment, ha perdido su empleo. El ejecutivo de 80 años fue informado de la noticia tras confirmarse que su división será absorbida por una unidad de negocios más grande.
Según reporta The New York Times, Ike Perlmutter no ha sido el único directivo de Marvel Entertainment afectado por los despidos. Rob Steffens, su copresidente, y John Turitzin, el consejero jefe, también han visto la puerta de salida. Un movimiento que forma parte de la reestructuración impulsada por Bob Iger desde su retorno a Disney como CEO.
De esta forma, la casa de Mickey Mouse corta lazos con un ejecutivo que tuvo una relación de prácticamente 30 años con Marvel. Es que Ike Perlmutter gestó sus primeros lazos con la editorial a comienzos de los años noventa, cuando su empresa, Toy Biz, obtuvo las licencias para fabricar juguetes y figuras de acción de varios personajes. Y desde entonces se volvió una pieza clave para el relanzamiento de la firma.
Ike Perlmutter, el primer 'salvador' de Marvel
En 1997, después que Marvel Entertainment se declarara en bancarrota, Ike Perlmutter la adquirió y la convirtió en Marvel Enterprises. Desde ese entonces, el ejecutivo se volvió muy conocido en los pasillos de la empresa, pero por los motivos menos deseados.
Caracterizado como un personaje muy temperamental —irascible, dicen—, y fanático del micromanagement, su postura extrema en torno al recorte de gastos se volvió legendaria. Al punto tal que en un momento llegó a revolver los cestos de basura en las oficinas de Marvel para recuperar clips de papel y reutilizarlos, indica NYT.
Durante su mandato en Marvel Entertainment fue que se lanzó Marvel Studios, la subsidiaria a cargo de producir lo que hoy conocemos como el Universo Cinematográfico de Marvel. De hecho, Ike Perlmutter continuó con sus labores como directivo incluso después de que la compañía fuera comprada por Disney en 2009.
De rescatar a Marvel de la quiebra, a casi despedir a Kevin Feige
Pese a que el Universo Cinematográfico de Marvel hoy no transita su mejor momento creativo, nadie duda de que esa máquina de imprimir dinero no existiría de no ser (en gran medida) por Kevin Feige. Sin embargo, Ike Perlmutter intentó despedirlo en 2015 tras varios encontronazos con él. El motivo de sus recurrentes choques con el líder de Marvel Studios era una solo: su obsesión con recortar gastos.
Cuando Bob Iger se enteró de la intención de expulsar a Feige, tomó una drástica decisión: convirtió a Marvel Studios en una filial de Disney y le quitó a Perlmutter todo poder de decisión sobre las películas en producción. Para evitar un caos mayor, el presidente de Marvel Entertainment siguió teniendo control sobre los proyectos de la compañía para televisión, aunque ese privilegio también se terminó en 2019.
Desde entonces, las obligaciones de Ike Perlmutter estuvieron vinculadas a negocios mucho más pequeños, como la publicación de cómics. De acuerdo con el citado informe, las ventas de su área no superaban los 60 millones de dólares anuales; una cifra irrisoria, comparada con los 85.000 millones de dólares que ingresó Disney en 2022.
Divisiones políticas
En los últimos tiempos, la presencia de Ike Perlmutter dentro del "ecosistema Marvel" comenzó a volverse un dolor de cabeza cada vez más importante. Pese a ya no estar vinculado con Marvel Studios, siguió cuestionando los abultados presupuestos de sus películas. Aunque la raíz de mayor tensión con Disney fue por motivos políticos.
El año pasado, cuando Bob Chapek todavía era CEO de Disney, Perlmutter intentó por todas las vías que un amigo suyo, Nelson Peltz, fuera aceptado como miembro del consejo directivo de la compañía. Sin embargo, el retorno de Bob Iger a la conducción de la casa de Mickey Mouse echó por tierra cualquier posibilidad.
Y como para sumar un poco más de hostilidad a la relación, es conocido el enfrentamiento de ambos ejecutivos en cuanto a posturas políticas fuera de la compañía. Así las cosas, a Bob Iger, un reconocido demócrata, no le habrían caído en gracia las manifestaciones de apoyo de Ike Perlmutter a las campañas presidenciales de Donald Trump.
En los últimos años, dentro de Disney habrían calificado al veterano ejecutivo como "una distracción". Aunque también es una realidad que de no ser por Perlmutter, los de Walt Disney nunca hubiesen podido echar sus manos sobre Marvel Entertainment. Lo cierto es que, más allá de todo esto, el futuro del directivo hoy está lejos de la empresa que ayudó a reconstruir, le guste o no.