Cada vez son más las personas que se acercan al mundo del streaming buscando contenidos directos, sinceros e innovadores. Atrás quedó la época en la que las retransmisiones de videojuegos eran el único dominio de las plataformas. En la actualidad, este tipo de vídeos triunfan junto a otros tan variopintos como la construcción de maquetas o el ASMR.

Dentro de este complicado mundo, algunos creadores destacan por su carácter transgresor. Con una narrativa propia, Ibai ha sido uno de los pioneros de esta nueva forma de entender la comunicación, adelantándose a un futuro cada día más presente. Aunque no es oro todo lo que reluce. El streaming es un mundo dominado por hombres, tanto entre sus profesionales como en la audiencia. Una profesión hostil en la que las mujeres no son bien recibidas y donde la misoginia campa a sus anchas entre una hermandad de creadores que no quieren compartir “su espacio”.

La realidad es que las mujeres siempre han estado ahí. Ya sea jugando a videojuegos o comentando eventos deportivos, las streamers han demostrado sobradamente sus capacidades. Sin embargo, desde las plataformas todavía se les dificulta el acceso, se evita promocionarlas y se desprecia sistemáticamente su trabajo porque, a ojos de la industria, solo sirven para ser objetos de consumo.

Los streamers que no amaban a las mujeres

Revertir esta situación es complicado, aunque el primer paso es conocerla. Para ello, en Hipertextual hemos hablado con la divulgadora feminista digital Laura Almenara, creadora de la cuenta @feminismoen8bits. Esta experta señala que los problemas a los que se enfrentan las creadoras tienen que ver principalmente con dos cuestiones: el techo de cristal y el acoso.

Retransmitiendo un evento en streaming

Almenara afirma que la mayor dificultad en el acceso de las mujeres al streaming es también característica de otros sectores profesionales masculinizados y que “se traduce en invisibilidad y menos oportunidades retributivas”. Algo que se confirma cuando echamos un vistazo a las cifras. Un análisis de los 100 streamers más relevantes de habla hispana en Twitch, realizado en 2022 por Everriculum, revela que tan solo el 8% de ellos son mujeres. Y que, además, estas únicamente cuentan con un 5,34% de la audiencia total de la plataforma.

Unido a los obstáculos de acceso, encontramos también el acoso por razón de sexo. En esta ocasión, Almenara referencia un estudio de la Universidad de Indiana (EEUU) en el que se analiza el comportamiento de la audiencia. Entre los comentarios de los streamers hombres se leen palabras como “ganador”, “nivel”, “monstruo” o “batalla”. Sin embargo, las streamers mujeres reciben términos como “puta”, “tetas”, “coño”, “mona” o “casar”.

Pero el hostigamiento no acaba ahí. Almenara habla también de insultos —o directamente expulsión— en las partidas online, bloqueo intencionado de avatares, acoso sexual e invasión de la privacidad. Situaciones que ponen en peligro a las streamers y que, en muchas ocasiones, las obligan a abandonar las plataformas. Todo esto, señala la experta, “no es casualidad, es misoginia en los espacios virtuales”.

Para sorpresa de nadie, Twitch se lava las manos

Ante semejante porvenir, no puede sorprender que las mujeres sean una minoría en las plataformas de streaming. ¿Quién querría entrar a un lugar donde le esperan la humillación, el menosprecio y el acoso? La presencia de mujeres en Twitch es todavía escasa —un 35% en 2021—, pero aumenta a diario con miles de streamers abriéndose paso en un entorno que no se cansa de recordarles que no las quiere ahí.

De hecho, la plataforma propiedad de Amazon se ha visto envuelta en varios escándalos por su inacción contra los discursos tóxicos. En octubre del 2021, fue víctima de una brecha de seguridad que reveló, entre otros miles de datos confidenciales, su código fuente. Los perpetradores de la filtración publicaron un comunicado en el que acusaban a Twitch de ser “un pozo negro repugnante y tóxico” y pedían “más competencia”.

El incidente se produjo tan solo un mes después de la jornada de boicot convocada por streamers de todo el mundo para reclamar su defensa ante las prácticas —habituales en la plataforma— conocidas como raids de odio, movilizaciones de acoso contra usuarios concretos.

Twitch, la mayor plataforma de streaming

Laura Almenara denuncia que hay mucho que cambiar. “Principalmente, que sean efectivas las herramientas contra el acoso”, demanda. “Porque nunca son suficientes y terminan burlándolas, lo que nos produce una inseguridad en el espacio virtual enorme”. Además, señala, es preciso “fomentar el trabajo de las streamers. Algo que solo se consigue mediante “cuotas al 50%”. En este sentido, destaca el papel fundamental de la representación para el futuro de las mujeres en el streaming. “Y, por supuesto, educación”, concluye la experta.

Las mujeres del streaming contraatacan

Pese a todo lo que queda por hacer, cada día hay más mujeres valientes luchando contra el machismo digital. Cientos de creadoras que abren camino en el mundo del streaming para que las niñas que quieran dedicarse a ello puedan hacerlo sin ponerse en peligro o ser ninguneadas.

En Hipertextual, con el fin de comprender mejor el alcance de los retos y problemas a los que se enfrentan actualmente las streamers, hemos hablado con @Cristinini, una de las creadoras más importantes de nuestro país, seguida por 3,2 millones de personas solo en su cuenta de Twitch. Esto es lo que nos ha contado.

La streamer Cristinini

¿Cómo definirías lo que haces?

Mi trabajo consiste en crear contenido en redes sociales, entreteniendo a miles de personas de todo el mundo. También presento eventos de todo tipo, no solo en relación con los creadores de contenido, desde veladas de boxeo hasta entregas de premios, pasando por programas de cocina y eventos para empresas como Amazon y/o HBO. También colaboro como reportera con el deporte tradicional junto con DAZN.

¿Es difícil ser mujer en el mundo del streaming? ¿En qué lo notas?

Es difícil ser mujer en general, no solo en el mundo del streaming. Pero, en lo que al streaming respecta, siempre he pensado que tenemos un techo de cristal donde ya no podemos avanzar más, por mucho que trabajemos o por mucho que nos esforcemos. Porque aunque necesitas ser bueno y destacar con tu personalidad para ganarte la vida en el streaming, también es importante participar en proyectos y estar en el boca a boca del día a día de los streamers que estén arriba.

Aunque a mí siempre me han invitado a todas las series, eventos y siempre me he sentido genial y acogida por todos mis compañeros, es un hecho que hay cosas que solo reservan para ellos, ya sea por afinidad o porque se sienten más cómodos… Incluso diferentes tipos de bromas. Todo suma y al final hace que no podamos crecer más. También es verdad que creo que todo esto está cambiando poco a poco y confío en que habrá alguna creadora que rompa ese techo y esta pregunta deje de tener sentido en unos años.

¿Alguna vez has sentido que tus compañeros de profesión te han faltado al respeto o han menospreciado tu trabajo?

Sí. Constantemente. No de parte de la gente con la que me relaciono diariamente, pero sí de la gente con la que no me relaciono tanto, que reduce mi trabajo a: “solo te ven pajeros” y/o “te lo dan todo por ser mujer”. También me han acusado de acercarme a tíos por interés. Es como si no pudieras tener amigos en la plataforma porque enseguida te acusan de que les usas para escalar.

¿Has tenido alguna situación incómoda con algún seguidor? ¿Has recibido mensajes de odio?

No. Realmente estoy muy cómoda con mis seguidores. Sí he tenido situaciones difíciles de catalogar, pero esos no son seguidores. Simplemente, es gente que no está bien y tiene algún tipo de obsesión. Y sí, he recibido mensajes de odio, de muerte, gente deseándome cáncer y que me muera, entre otras cosas.

¿Qué es para ti lo más duro de ser mujer en el mundo del streaming?

Tener que estar demostrando constantemente que merezco estar donde estoy y que no tengo lo que tengo por ser mujer, lo tengo porque valgo para ello. 

¿Qué crees que debería cambiar para mejorar la experiencia de las mujeres streamers y que su trabajo se reconozca?

Debería cambiar la sociedad en general y en eso… aún estamos muy verdes.

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