En el quinto capítulo de The Last of Us, de HBO, Ellie (Bella Ramsey) descubre que Sam (Keivonn Woodard) fue mordido por un infectado. Su reacción inmediata es hacerse una herida y tratar de curar la del niño con su propia sangre. Es una escena corta, pero que demuestra el motivo por el cual esta es una adaptación exitosa.

Aunque la secuencia no está en el videojuego de Naughty Dog, resume el motivo que impulsa a sus protagonistas: la posibilidad de que la infección fúngica que devastó al mundo en que viven tenga cura. Craig Mazin, guionista del episodio, detalló el hecho tal y como Ellie lo comprende. La niña admite la importancia de su inmunidad. Por lo que el trayecto con Joel se convierte en una meta superior para ella.

Es una de las tantas decisiones que hacen la adaptación de The Last of Us un suceso. No solo entre la crítica especializada, en la que ostenta un 97% de reseñas positivas, según el promedio de Rotten Tomatoes. También con buena parte de la audiencia, que incluye a los exigentes jugadores familiarizados con la trama imaginada por Neil Druckmann. Un logro que demuestra la calidad del guion, convertido en una mezcla de homenaje y producción con espíritu independiente. 

The Last of Us es el estreno del año y solo puedes verla en HBO Max

Pasos cuidadosos en un proyecto de envergadura como The Last of Us

Desde su lanzamiento en el 2013, el juego fue aclamado por la manera en que el director creativo, Neil Druckmann, mostró el mundo en ruinas después del estallido de una infección incurable. No solo por su originaldiad, sino por su nivel de meticuloso detalle. 

Se trataba de una visión pesimista, basada en películas como Hijos de los hombres, de Alfonso Cuarón, y La carretera, de John Hillcoat. Desde la organización y equilibrio de poder entre los sobrevivientes, hasta las manifestaciones físicas de la enfermedad. Una imagen realista de la caída de la civilización.

Pero fueron los personajes de Joel y Ellie los que brindaron un matiz distinto a la experiencia. A diferencia de otros personajes parecidos, ambos eran algo más que figuras que integraban el universo y cumplían una función. También compartían un vínculo que se hacía cada vez más complejo. 

Joel, sobreviviente a la tragedia de la trama central, y también a una personal, pasaba de ser un hombre frío y distante en uno paternal. Ellie tenía la fuerte personalidad de una adolescente nacida y educada después de los rigores del apocalipsis. Ella también evolucionaba a medida que transcurría los sucesos del videojuego. 

Enfocar el juego tanto en los peligros al acecho como en la relación afectuosa de sus protagonistas fue lo que le brindó una identidad inconfundible a The Last of Us. Para su adaptación en serie, Craig Mazin y Neil Druckmann logran el mismo efecto. En un delicado equilibrio, muestran las emociones de sus figuras principales y a las criaturas monstruosas de las que deben huir. A primera vista, no hay diferencias con la premisa de Naughty Dog.

El secreto de The Last of Us es contar una tragedia a un público nuevo

Pero, en realidad, las hay a un nivel más específico: ser consciente de la audiencia a la que se dirige. Uno de los elementos más importantes en The Last of Us es que el guion está concebido para un medio distinto al de las consolas y a un espectador que podría no ser jugador. Por lo que evita caer en el error de imitar con exactitud al conocido relato. Craig Mazin y Nick Druckmann trabajaron en lograr un mundo basado en el juego, pero no limitado por su premisa.

La adaptación de The Last of Us en HBO mantiene todas las características que definen al formato de serie. Tanto sus diálogos, como sus personajes y cinematografía, son una cuidada producción que reimagina el escenario para una audiencia nueva. Se trata de un espectador pasivo que no podrá interactuar con las secuencias del argumento a la manera del videojuego. Lo que hace necesario usar los beneficios de mayor tiempo y recursos para detallar un nuevo conjunto de narraciones relacionadas con las principales. 

Los creadores trasladaron la atmósfera de supervivencia a otro medio audiovisual con mucho éxito. Lo que brindó contexto detallado y nuevas figuras que muestran la anarquía y la violencia reinante en un mundo diezmado por el contagio. Asimismo, añade lo que el material del cual proviene no pudo incluir. 

Es por eso que tuvo tanto impacto el tercer capítulo, en el que se contó el trasfondo romántico que rodeaba a Bill, un personaje secundario. También cómo se exploró lo sucedido con Henry y su relación con su hermano Sam, en el quinto episodio.

The Last of Us

El poder de las buenas decisiones creativas

La adaptación de The Last of Us es consciente de que no puede reproducir la capacidad interactiva en consolas de videojuegos, por lo que contextualiza lo más posible escenarios y situaciones. Desde recorrer los días previos a la catástrofe, hasta plantearse de manera científica la propagación de la infección del Cordyceps. No se trata solo de otra descripción de la ciencia ficción apocalíptica.

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Con su aire duro y cruel, va más allá de la batalla contra infectados y toma la decisión de profundizar en la supervivencia. Incluyendo los errores que se cometen para lograrlo y los gestos de crueldad o de bondad. Tampoco olvida humanizar a todos los que deben mantenerse en pie en mitad de una tragedia global. Un punto de vista brillante que ha conmovido incluso al público que no estaba familiarizado con la historia del videojuego de Naughty Dog