Nueva Zelanda es un país que llama la atención por muchas razones. Bien por estar donde está o por sus muchas curiosidades. Como su equipo de rugby, su extraña y exclusiva fauna o por haber sido el escenario de rodaje de la saga de El señor de los anillos y El Hobbit. También destaca por ser uno de los primeros países en permitir el voto femenino, por tener el pueblo con el nombre más largo del mundo y por su población de ovejas, superior a la de personas en diez a uno. Otro hecho destacado es que Nueva Zelanda se quedó sin internet en 2005 por culpa de una rata.

En la actualidad, Nueva Zelanda puede presumir de tener acceso a internet para más del 94% de sus habitantes. 4,63 millones de usuarios de una población total de 4,88 millones. Una labor que empezó en 1989, cuando internet llegó a las universidades. Hoy en día, este país se encuentra entre los 30 primeros en velocidad de las conexiones según las listas que realiza Ookla. Con datos de 2022, sus velocidades medias de internet móvil eran de casi 47 Mbps. Y de casi 95 Mbps en conexiones fijas. Como en otros países, la fibra óptica ha desbancado las anteriores conexiones DSL. Y en conexiones móviles, domina el 4G, aunque el 5G ya está presente en las principales ciudades.

Los cortes de internet más desafortunados

Así, desde 2005, Nueva Zelanda ha entrado en la lista de países que dejó de tener conexión a internet por culpa de un hecho fortuito que entraña algo de humor. En esta lista encontramos a una anciana de 75 años que dejó a Armenia sin internet durante varias horas. La señora vivía en Georgia y buscaba chatarra cuando dio con el cable principal de fibra óptica que conecta ambos países. Al parecer, cortó el cable con una pala sin ser consciente del desastre que ocasionaría. 

Pero hay cortes de conexión que afectan a países enteros y que no son tan glamurosos. Un ejemplo es el corte sufrido por Mauritania en 2018. Un hecho que recuerda a casos similares como el de las Islas del Canal de la Mancha de 2016, provocado por el ancla de un barco que seccionó tres cables submarinos. O el de Egipto en 2013, ocasionado por tres submarinistas.

Y en ocasiones se dan coincidencias catastróficas. Como la situación vivida en 2008 cuando se dieron tres accidentes simultáneos que afectaron a varios cables submarinos. El resultado, bajadas de velocidad y cortes en Egipto, India, Bahrein, Bangladesh, Kuwait, Pakistán, Qatar, Arabia Saudí, Emiratos Árabes y Singapur, entre otros.

Bandera de Nueva Zelanda

Internet en Nueva Zelanda en 2005

¿Cómo eran las cosas en 2005, el año del accidente? Ese año, algunos proveedores de internet introdujeron ofertas de 256 kbps de descarga de datos. Y a finales de años, se empezaban a ver ofertas de 1 y 2 Mbps. Cifras que subirían hasta los 3,5 Mbps en la primavera de 2006. Por lo demás, la penetración de internet en Nueva Zelanda era del 84%. Ese era el porcentaje de usuarios habituales de internet. Y las compras online eran habituales en el 30% de neozelandeses. En cuanto a las conexiones móviles, Vodafone y Telecom introducían el 3G en el país para acceder a internet, si bien los precios eran algo altos.

Precisamente, las dos grandes empresas de telecomunicaciones de Nueva Zelanda en 2005 eran Telecom y Vodafone. Telecom New Zealand había sido pública y se privatizó en 1990, pasando a ser propiedad de dos empresas estadounidenses y dos neozelandesas. Por su parte, Vodafone es conocida en muchos países y es de origen inglés. La tercera gran compañía del sector por aquel entonces era TelstraClear y fue comprada por Vodafone en 2012. En cuanto a Telecom, cambió su nombre por Spark New Zealand en 2014.

Cortes en cables submarinos dejaron Nueva Zelanda sin internet
Recreación de un cable submarino y su interior. Fuente: Nexus Cable

Nueva Zelanda sin internet durante horas

En junio de 2005, una rata mordió uno de los cables de fibra óptica de Telecom New Zealand. Como vimos antes, era el principal operador de internet de la época. Como resultado, Nueva Zelanda se quedó durante cinco horas sin internet. Lo que afectó a ciudadanos, empresas y, especialmente, a la Bolsa de Nueva Zelanda.

Medios locales del país, como The Sydney Morning Herald, se hicieron eco al día siguiente a través de la agencia de noticias AFP. Bajo el titular “Apagón en NZ causado por ratas”, añadía que “el apagón también perturbó la actividad bancaria y el transporte aéreo y cerró la bolsa del país, con las comunicaciones interrumpidas en gran parte del país durante cinco horas el lunes”. Al parecer, “unas ratas mordisquearon un cable de fibra óptica que recorre la parte oriental de la isla Norte, cerca de la capital, Wellington”, según explicó el portavoz de Telecom New Zealand en aquel entonces. 

Pero la culpa no fue solo de las pobres ratas. En ocasiones, una casualidad fortuita puede hacer que un pequeño accidente se convierta en una situación caótica. Y así fue. Volviendo a la crónica del diario de la época, “El problema se agravó cuando el cable de fibra óptica de la parte occidental de la isla fue cortado accidentalmente al mismo tiempo por unos obreros en Taranaki, en la costa oeste”. Ya es mala suerte. Y es que, como explicó el mismo diario, “cuando se suspendieron las operaciones, el mercado bursátil se encontraba en terreno positivo en su primera sesión de la semana”.

Bolsa de Nueva Zelanda en Wellington. La sede se inauguró casi un mes después del apagón. Fuente: Wikipedia

Qué pasó después del gran apagón

El resultado de ambos cortes prácticamente simultáneos afectó a las comunicaciones telefónicas móviles y al acceso a internet. Prácticamente toda Nueva Zelanda se quedó sin internet. Los cortes sobrecargaron las líneas fijas, produciéndose cortes y caídas constantes durante aquellas fatídicas cinco horas. Desde el lunes a las 10:48 AM, hora local, hasta la tarde, a las 3:18 PM.

Según el medio alemán Computer Woche, “los clientes de todo el país experimentaron graves interrupciones del servicio a lo largo del día a medida que las comunicaciones de datos y voz entre ciudades se desconectaron. Los servicios comerciales y los pagos bancarios eran inoperables y la Bolsa de Valores de Nueva Zelanda tuvo que cerrar durante gran parte del día. Los departamentos gubernamentales (…) también se vieron afectados, y la policía de Auckland no pudo acceder a su correo electrónico”.

Computer Woche se llevó las manos a la cabeza ante la inacción del gobierno neozelandés. Criticaba que no se iba a realizar “una investigación sobre la falta de solidez en la red, una estimación de las pérdidas incurridas o una reevaluación del entorno regulatorio”. Al parecer, la compañía responsable de los cables que conectaban Nueva Zelanda con el mundo, Telecom NZ, afirmaba que “la probabilidad de que ambos cables fallen al mismo tiempo es de una en un millón”. Esto arrojaba cifras de “cinco minutos y 26 segundos de interrupción para su red central cada año”. 

Mapa con los cables submarinos que conectan Nueva Zelanda con el resto del mundo. Fuente: Submarine Cable Map

La importancia de los cables submarinos

La buena noticia es que el gran apagón de Nueva Zelanda no se volvió a repetir. Sí hubo cambios en el mercado local de telecomunicaciones, pero en principio tuvieron poco que ver con el incidente. En 2006, Vodafone NZ compraba una compañía rival y se convertía en la segunda gran teleco del país. Por su parte, el gobierno neozelandés habría las puertas a que otras empresas instalaran su propia red de fibra óptica, cable o satélite. Con todo, Telecom sigue siendo el gran ISP del país, aunque ahora con el nombre Spark NZ.

Y respecto a las conexiones submarinas con el resto del mundo, hoy Nueva Zelanda difícilmente se quedaría sin internet. En la isla norte está conectada por varios cables. El principal, el Southern Cross Cable Network (SCCN), conecta Nueva Zelanda con Australia y Estados Unidos desde noviembre de 2000. El segundo es Tasman Global Access (TGA), activo desde 2017. Y luego está Hawaiki, que desde 2018 también une Australia, Nueva Zelanda y Estados Unidos. En el verano de 2022 se añadió un tercer cable, Southern Cross NEXT, heredero de SCCN y con los mismos puntos de unión.

La isla norte se une con la sur mediante varios cables submarinos. Aqualink (2001), Nelson-Levin (2001) y Cook Strait (2020). Y en el futuro, la isla sur estará conectada a Australia a través del cable Hawaiki Nui, que se inaugurará hacia 2025. Veinte años después de que Nueva Zelanda se quedara sin internet por un fortuito accidente del que culparon a unas ratas.

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