Ahora que las PlayStation VR están causando sensación, muchas personas quieren unas, pero al recordar ese día que hicieron una visita virtual a un museo y casi acaban vomitando, se les quitan las ganas. Eso es así, es innegable que las gafas de realidad virtual marean a algunos usuarios. Y también cansan mucho la vista. ¿Pero son realmente peligrosas?
Lo cierto es que, en principio, no lo son. Al menos no más que usar otros dispositivos electrónicos con pantalla o incluso andar en una cinta de correr. Sí, puede parecer que esto no tienen nada que ver con la PlayStation VR o con la realidad virtual en general, pero sí que hay una relación. Al fin y al cabo, ambas cosas pueden llegar a marear mucho.
Esto afecta más a unas personas que a otras. Además, también se debe tener en cuenta que con ciertas afecciones oculares puede que no se logre obtener la experiencia de realidad virtual completa. Es decir, que no se lograría alcanzar ese efecto tridimensional. Pero, por lo demás, no hay problema con usarlas, siempre que no nos colemos con el tiempo. En ese caso puede que acabe doliéndonos bastante la cabeza.
Inconvenientes de la realidad virtual
Tanto las PlayStation VR como el resto de gafas de realidad virtual tienen un mecanismo relativamente sencillo. Básicamente, para conseguir ese efecto tridimensional, proyectan una imagen en cada ojo. Así, se elimina el efecto plano de una pantalla de televisión normal, en la que los dos ojos se posan sobre una misma imagen.
El resultado es fascinante, pero también supone un esfuerzo extra para el cerebro. Por eso, cuando pasa un tiempo, puede producirse fatiga. Además, la pantalla (o pantallas) está muy cerca de los ojos. Por lo tanto, estos deben estar constantemente enfocando. Como resultado, unos músculos oculares, llamados músculos ciliares, deben trabajar más, causando también cansancio en la vista. Si a todo eso sumamos que la luz incide directamente sobre los ojos, es comprensible que, pasado un tiempo, nos pueda doler la cabeza.
Por otro lado, la realidad virtual marea mucho a algunas personas. Esto se debe a que el cerebro recibe las mismas señales que recibiría si estuviésemos en movimiento. Pero no lo estamos. Eso da lugar a un desacomodo entre las señales recibidas por el aparato vestibular del oído, encargado del equilibrio, y lo que ven los ojos. Por eso se genera el mareo. No le ocurre a todo el mundo por igual, porque no todos tenemos el mismo umbral en el que estos desequilibrios causan síntomas. Sin embargo, si eres de los que se marean en barco o en la cinta de correr, quizás las PlayStation VR no sean para ti.
¿Puede todo el mundo disfrutar de las PlayStation VR?
Más allá de los mareos y la vista cansada, las gafas de realidad virtual no suelen suponer riesgos. Sin embargo, según explican desde la Asociación Americana de Oftalmología, puede que las personas con estrabismo o ambliopía no puedan disfrutar de dispositivos como las PlayStation VR. Esto se debe a que las primeras presentan desalineación en los dos ojos y las segundas un desequilibrio en la fuerza visual de cada uno de ellos. Por lo tanto, no se puede reconstruir correctamente la imagen tridimensional.
Eso no significa que sea peligroso para ellos, sino simplemente que no podrán gozar de la experiencia completa.
En definitiva, la realidad virtual puede no ser para todo el mundo. Quizás las personas más propensas a marearse prefieran evitarla. Y quienes no pueden verla en todo su esplendor no consideren rentable el gasto. Pero, dadas las ventas de las PlayStation VR, está claro que muchas personas estaban deseando darse la oportunidad. Por algo será.