Pocas cosas causan tanto pavor como las palabras "Reloj del Apocalipsis". Y no solo porque parezca remitir a algún tipo de artefacto salido de una historia de ciencia ficción, sino porque realmente existe y ha vuelto a adelantarse. Sus agujas ahora marcan que estamos a solo 90 segundos de la medianoche, de modo que hoy nos encontramos más cerca que nunca del fin de la humanidad.
Ciertamente, la finalidad de estas líneas no es causar pánico. Aunque es imposible no escribirlas bajo una cierta sensación de escalofríos, considerando el más reciente informe del Boletín de Científicos Atómicos, una organización sin ánimos de lucro que nació en la década de 1940 en el seno de la Universidad de Chicago, Estados Unidos.
Pero antes de avanzar en por qué el Reloj del Apocalipsis se encuentra ahora más cerca que nunca de la medianoche, también es importante recordar qué es dicho indicador simbólico, cómo se gestó y de qué manera busca generar conciencia sobre las amenazas sin precedentes que nos afectan, y a las que muchas veces no les prestamos atención.
El Reloj del Apocalipsis debutó en 1947
Como dijimos previamente, el Boletín de Científicos Atómicos nació dentro de la Universidad de Chicago, aunque su trabajo ha trascendido ampliamente dicha institución. El organismo se creó en 1945, después de los bombardeos sobre Hiroshima y Nagasaki durante la Segunda Guerra Mundial. Sus impulsores fueron científicos que formaron parte del Proyecto Manhattan, que desarrolló las primeras bombas atómicas para Estados Unidos. Entre ellos, Albert Einstein y Robert Oppenheimer.
Dos años más tarde, en 1947, se presentó en sociedad el Reloj del Apocalipsis. El mismo nació como una metáfora sobre qué tan cerca estaba la humanidad de destruirse a sí misma. Siempre y cuando no tuviera en cuenta los peligros de sus desarrollos tecnológicos, claro.
Por entonces, la creciente tensión entre los estadounidenses y la Unión Soviética, que derivó en la Guerra Fría, era la principal señal de alarma para los movimientos de las agujas del reloj. Especialmente, por el peligro latente de una guerra nuclear entre ambas potencias.
De hecho, la medianoche de este indicador simbólico representaba en un principio la posibilidad de un holocausto nuclear. Si cada año el minutero se acercaba más a las 12, era porque los científicos estaban convencidos de que el mundo estaba dando un paso más hacia la aniquilación.
El Boletín de Científicos Atómicos nació como una newsletter, pero desde junio de 1947 se publicó en formato de revista. El coeditor de la publicación, Hyman Goldsmith, le solicitó a la artista Martyl Langsdorf que se encargara de diseñar la portada del primer número. Su idea fue la de un reloj, para representar el sentido de urgencia y el poco tiempo disponible para que la humanidad lograra controlar los arsenales nucleares disponibles.
El Reloj del Apocalipsis se convirtió rápidamente en un ícono de la Guerra Fría, con sus agujas adelantándose o atrasándose según la situación. Originalmente, el reloj marcaba que faltaban 7 minutos para la medianoche. Mientras que en los años siguientes, el minutero continuó avanzando a medida que Estados Unidos y la Unión Soviética escalaron sus ensayos nucleares. En 1949 llegó a 3 minutos de la medianoche, y en 1953 a 2 minutos.
A pesar de la creciente tensión entre las dos potencias, las guerras y las crisis que afrontaron desde entonces, el Reloj del Apocalipsis nunca estuvo por debajo de los 2 minutos para alcanzar la medianoche... hasta 2020.
Si te preguntas qué tan lejos estuvo el minutero de las 12, debemos remontarnos a 1991. En ese año, que quedó marcado por el final de la Guerra Fría, el Boletín lo retrasó a 17 minutos de la medianoche. Como Estados Unidos y la Unión Soviética realizaron importantes recortes en sus arsenales nucleares, especialmente por el Tratado de Reducción de Armas Estratégicas, fue lo más lejos que estuvimos desde 1947 de un hipotético holocausto nuclear.
El cambio climático como factor influyente
Como ya dejamos en claro, cuando el Boletín de Científicos Atómicos creó el Reloj del Apocalipsis, lo hizo pensando en una guerra nuclear como la posibilidad de aniquilación más cercana. Si bien dicha opción nunca ha sido completamente desestimada, a partir de 2007 los especialistas comenzaron a incluir las consecuencias del cambio climático como un factor influyente para adelantar o atrasar las agujas del reloj.
Por ello, no sorprende que los cambios más pronunciados en la ubicación del minutero se hayan producido en los últimos tiempos. En 2020, el Reloj del Apocalipsis se colocó a 100 segundos de la medianoche. De esta forma, por primera vez se rompió la barrera de los 2 minutos. Aunque lo verdaderamente llamativo fue que esto sucedió en enero, dos meses antes que se declarara la pandemia de la COVID-19.
En 2021, el reloj se mantuvo en 100 segundos para la medianoche, mientras que en 2023 se adelantó 10 segundos para quedar en donde se encuentra ahora: a solo un minuto y medio de las 12.
¿Quién decide cuándo y cómo se mueve el Reloj del Apocalipsis?
Lo creas o no, en principio la responsabilidad de definir qué sucedía con el Reloj del Apocalipsis recaía sobre una sola persona. Hablamos de Eugene Rabinowitch, científico y editor principal del Boletín de Científicos Atómicos. El experto estaba a cargo de contactarse y debatir con otros especialistas de distintas partes del mundo y, de acuerdo a las conclusiones que obtenía de dichos intercambios, dictaba si el reloj debía atrasarse o adelantarse. Por supuesto que no eran cambios caprichosos, sino que los fundamentaba en las páginas de la publicación.
La modalidad cambió en 1973 con el fallecimiento de Rabinowitch. A partir de allí ha sido la Junta de Ciencia y Seguridad del organismo la que define el comportamiento del Reloj del Apocalipsis, reuniéndose dos veces al año para analizar la situación. "La Junta está compuesta por científicos y otros expertos con un profundo conocimiento de la tecnología nuclear y la ciencia del clima, que a menudo brindan asesoramiento experto a gobiernos y agencias internacionales. Consultan ampliamente con sus colegas en una variedad de disciplinas y también buscan las opiniones de la Junta de Patrocinadores del Boletín, que incluye a 10 premios Nobel", explican en su sitio web.
Del pavor a la cultura popular
El caso del Reloj del Apocalipsis es llamativo porque, desde su debut en 1947, se ha convertido en una referencia recurrente en la cultura popular. Principalmente en el mundo de la música, pero también con recordadas presencias en películas, cómics y videojuegos. Aunque la mayoría de las menciones se han dado desde los años ochenta en adelante.
El caso de Watchmen es de los más notorios. Tanto en la maxiserie como en su adaptación cinematográfica, se realizan varias menciones al Reloj del Apocalipsis. En tanto que entre 2017 y 2019, se publicó una serie de cómics bajo el título Doomsday Clock (Reloj del Apocalipsis en inglés). En ella, los Watchmen y los superhéros y villanos de DC viven en universos paralelos, pero comienzan a interactuar entre sí.
Si nos vamos a los videojuegos, la referencia más recordada hacia la metáfora del Boletín de Científicos Atómicos es la de Fallout 3. Aunque, sin dudas, ha sido la industria de la música la que más provecho le ha sacado al Reloj del Apocalipsis.
La lista de discos y canciones que, de una u otra manera, utilizan este ícono como referencia es interminable. Pero probablemente los casos más recordados sean los de Why Did I Fall For That?, la canción que The Who publicó en 1982 como parte del álbum It's Hard; Two Suns in the Sunset, de Pink Floyd (1983); 2 Minutes To Midnight, de Iron Maiden (1984); y, más recientemente, Doomsday Clock, la primera canción de Zeitgeist, el disco que Smashing Pumpkins publicó en 2007.
Por qué en 2023 estamos más cerca que nunca del fin de la humanidad
Con el Reloj del Apocalipsis a 90 segundos de la medianoche, hoy estamos más cerca que nunca del fin de la humanidad. ¿Por qué? Los motivos son varios, aunque el Boletín de Científicos Atómicos destaca uno por encima del resto: la guerra de Ucrania.
La extensión del conflicto bélico, sumada a la hostil relación entre Rusia, Estados Unidos y la OTAN, es la principal preocupación de los expertos. A lo que se le agrega el aumento de la actividad nuclear de Corea del Norte, con pruebas de misiles de mediano y largo alcance, y el incremento de la capacidad de Irán para producir uranio enriquecido. Y como si esto fuera poco, también se menciona la modernización del arsenal nuclear de India, y los planes que chinos, rusos y estadounidenses tienen para avanzar con sus propios programas de actualización.
Mientras esto sucede, la crisis climática también suma nuevos episodios. En tal sentido, los expertos han hecho hincapié en los episodios climáticos extremos en distintas partes del mundo, propiciados por el calentamiento global. Sin olvidar que en 2022 se registró un nuevo récord en las emisiones de dióxido de carbono a nivel mundial.
Por último, el Boletín de Científicos Atómicos se refirió al impacto de las amenazas biológicas, con un alarmante incremento de brotes de enfermedades infecciosas. Aunque sin olvidarse del crecimiento del uso de la tecnología para propagar desinformación. Un cóctel temible que ahora se ve reflejado en el Reloj del Apocalipsis.
Rachel Bronson, presidenta y CEO del Boletín de Científicos Atómicos, fue contundente durante el anuncio. "Vivimos en una época de peligro sin precedentes, y el Reloj del Juicio Final refleja esa realidad. Estos 90 segundos son lo más cerca de la medianoche que ajustamos el reloj, y es una decisión que no tomamos a la ligera. El gobierno de EE. UU., sus aliados de la OTAN y Ucrania tienen una multitud de canales para el diálogo. Instamos a los líderes a explorarlos todos a su máxima capacidad para hacer retroceder el reloj", dijo.